Armar tu propio Blend en casa, ahora es fácil
Los blends de té, esas mezclas con té y distintos ingredientes, tales como frutas, hierbas, especias, flores, y porqué no, chocolate y las más variadas esencias, diseñadas para generar sensaciones, se pueden conseguir fácilmente en el mercado. Pero, cuando el paladar va más allá de su fisiológica, cuando se desarrolla y comienza a educarse, las experiencias sensoriales nos llevan, ineludiblemente, al deseo de complacer a todos los sentidos y, a veces, podemos inspirarnos en nuestro propio gusto para armar el blend en casa.
¿Te animas a armar tu propio blend de té? Veamos algunas ideas para comenzar.
La elección de un blend de té, sin dudas, depende del gusto individual de cada uno pero lo que aportan los ingredientes que agregamos es mucho más que sabor, color y aroma.
A la hora de diseñar un blend propio es importante tener un objetivo: que el té sea relajante, energizante, antioxidante... o que desees pasar un momento agradable y divertido haciendo alquimia en tu cocina.
Podés tener en cuenta si le vas a agregar leche a tu té; si lo vas a tomar en el desayuno, en la merienda, después de comer o antes de acostarte y dormir plácidamente. También podés considerar si lo vas a tomar con masas, tortas, sándwiches, tostadas con queso o mermelada, sólo por nombrar algunas de las cosas ricas con las que lo podrías acompañar.
Lo primero, cuando se desea crear un blend y se identificó un objetivo, es elegir el tipo de las hebras de base. Tal como mencionamos en un artículo anterior, podrían ser de té Blanco, Verde, Oolong (azul), Negro o Puerh (Rojo). Luego, se deben definir ingredientes que mariden, uno o varios; combinaciones de sabores que no compitan entre sí.
La cantidad de ingredientes que se agregan en la preparación, en general, es menor que la cantidad de hebras de té; ¿en qué proporción? Deberás ir probando hasta lograr el mejor equilibrio.
Si te gustan las versiones dulces, aromáticas, frutadas, puedes optar por el agregado de las más variadas frutas desecadas y glaseadas: Arándanos rojos, frutillas, ananá, papaya, chips de banana, sólo por mencionar algunas de las frutas que te permitirán el armado de un blend patagónico o con reminiscencias tropicales. Y si de gustos tropicales se trata, no estaría mal probar con el agregado de escamas de coco.
En ocasiones, pueden ser más inspiradores los blends florales. Se podría optar por pétalos de rosas, hibiscus o caléndula, en pequeñas proporciones (menos del 5% del peso total de la preparación) aunque no es necesario limitarse al uso de pétalos de flores o al de frutas. Puede ser buena idea combinar frutas con pétalos.
Si en lugar de las opciones dulces se desea una alternativa cítrica, siempre se puede recurrir a agregar al té, ya listo para consumir, unas gotitas de limón; pero, ¿por qué limitarse a una elección tradicional si se puede preparar un blend que incluya cáscara de naranja amarga o pomelo verde glaseado?
También se puede pensar en opciones más herbales, -que tan bien combinan con los tés verdes-, como menta, melisa, cedrón o, si se desea una infusión más aromática, manzanilla. Para mezclas más jugadas, especiadas, la opción es agregar a las hebras de té algún tipo de pimienta, jengibre o canela. Según la oportunidad, alguna de ellas nos motivará más que las otras.
Y si de motivación hablamos, te invito a pensar en saborizar tu blend de té con chocolate. Gotitas de chocolate semiamargo derritiéndose en tu preparación. ¿Podés imaginar cómo se verá el chocolate al derretirse cuando prepares tu bebida? ¿Y su sabor combinado con coco, menta o pétalos de rosa en una infusión con base de té negro?
Bien, si pudiste imaginarlo. Porque de eso trata la preparación de tus propios blends de té. De ganas de imaginar y de hacer pruebas. Si alguna de estas dos cosas no te movilizan, entonces, no hay problema. Podés elegir entre decenas de blends que se compran ya diseñados.
Cada taza de té puede requerir entre 2 y 3 gramos de la mezcla. Entonces, si decidís hacer tus propias preparaciones, el peso total podría ser de 20 o 25 gramos para poder probarlo una y otra vez, pero sin desperdiciar, hasta tener certeza de que es la mejor combinación. Salvo que el blend sea para consumir en el momento, es muy importante que los ingredientes que utilices estén deshidratados. ¿Querrás en el futuro replicar tu blend? Podrías pesar y anotar la cantidad de cada ingrediente usado en las pruebas que realices.
No es mala idea tener paciencia y dejar que la mezcla se asiente unos días en un recipiente hermético, sin humedad ni luz directa. Cuando abras el recipiente y te llegue su aroma podrás empezar a disfrutar tu taza de té, tu propia creación, más aún que de costumbre.
Lucía Malbernat, titular OrienTés, Casa de té en hebras
Patagones 495, Mar del Plata
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