Ni el GPS, ni el botón de pánico, lo salvó la mampara
Un taxista intentó ser abordado por dos delincuentes, que simulaban ser pasajeros para robarle en barrio Pampa. El "aliado" que tuvo el chofer fue la mampara que separa el sector del conductor y de los usuarios. Piñas, patadas y un auto en zig zag en la noche marplatense, para otro hecho hecho de inseguridad mientras el Municipio y el sector debaten la obligatoriedad del GPS.
Dos delincuentes tomaron un taxi en la zona del centro, Luro y San Luis y se dirigieron hacia Soler al 7.600, pocas cuadras antes de llegar a destino, el chofer de 57 años sintió un estruendo. Era la mampara antivandálica que cedió -en parte- por el golpe de uno de los asaltantes, quien intentaba robarle al trabajador del volante.
Al advertir esta situación, el conductor se agachó y comenzó a manejar en zig zag para disuadir a los delincuentes, quienes lograron bajarse del auto en pleno movimiento.
Así quedó la mampara después del intento de asalto:
El conductor terminó con heridas en el brazo, la oreja y la cara producto de los golpes que ocurrieron en el interior del taxi. La mampara quedó destruida peor pudo cumplir su objetivo, proteger al taxista y evitar el robo.
Desde el sector, reclamaron más presencia policial en las calles y aseguraron que "los controles de las fuerzas de seguridad son en lugares céntricos y no en la periferia marplatense, donde suceden los robos".