Argentina Exporta: discursos que no coinciden con la realidad en la pesca
Con la megadevaluación de 2018, el Gobierno apostó a las exportaciones como uno de los motores del crecimiento. Por supuesto, el volumen y el valor agregado de esas operaciones son claves en los resultados.
Como veremos más adelante esos resultados no aparecen y en la industria pesquera siguen aguardando para que se estimule el agregado de valor en tierra como generador de empleo. Hoy el filet congelado a bordo recibe el mismo reintegro que el procesado en un frigorífico, en el que interviene una cadena productiva mucho más extensa que un barco en alta mar.
Los números del 2018 invitaban al optimismo porque habían registrado un aumento tanto en volumen exportado como en generación de divisas. Fueron 61.621 millones de dólares, un 5.1% en relación al 2017.
De ese total la industria pesquera hizo el mejor aporte de su historia a partir de la sobreabundancia de langostino y la muy buena temporada de calamar que disimularon la caída de las ventas de pescado blanco. Fueron 2148 millones de dólares por la venta de 489 mil toneladas de mariscos, pescados y moluscos.
La pesca constituyó uno de los pocos brotes verdes que puede exhibir el gobierno nacional en un contexto de recesión y caída en la actividad en varios sectores de la economía. Las cifras del año pasado representaron un crecimiento del 2,9% en volumen y el 8,6% en valor, un 66% por arriba del promedio total.
“Todos los países que se desarrollaron lo hicieron por una mayor integración al mundo. Exportar trae muchos beneficios. Por eso es lógico que nos preguntemos por qué no todas las pequeñas y medianas empresas exportan. Porque se la hicieron difícil durante muchos años. Nuestro país le dio la espalda al mundo”.
Las palabras del Presidente Macri marcaron la apertura del Foro Argentina Exporta que este jueves y viernes se desarrolló en el Centro de Convenciones de Buenos Aires para promocionar el comercio exterior y reunir a casi 4 mil personas entre representantes de pymes que ya exportan o quieren dar el primer paso.
La pesca marplatense se compone mayormente de pequeñas y medianas empresas. Desde CaIPA, que agrupa a las más grandes, como desde Cafrexport, que agrupa a frigoríficos exportadores más chicos, reconocieron no haber sido invitados.
“Este es el año de la exportación; es algo que excede lo económico y lo productivo: es el desafío que tenemos como sociedad”, dijo Marcos Peña en su discurso. “Sigamos pensando en el mundo como nuestro mercado”, reafirmó el Jefe de Gabinete.
La realidad, en tanto, muestra menos optimismo. Según el informe del INDEC que resume el movimiento exportador en el primer cuatrimestre, las exportaciones en vez de aumentar, se redujeron. Poco, pero se achicaron el 1,2%. Fueron 19.735 toneladas el año pasado y 19.491 ahora.
“El gran desafío es poder vender productos con mayor valor agregado”, dijo el Presidente. Como bajar la pobreza, este es otro objetivo sin alcanzar: Entre enero y abril las ventas de productos primarios aumentaron un 7% mientras que las manufacturas de origen agropecuario y de origen industrial se redujeron un 2,1% y 7,7% respectivamente. Seguimos siendo el granero del mundo. Para el supermercado, falta bastante.
A contramano de los números generales, la pesca en cambio mantiene cifras en verde. En el primer trimestre, según detalla el Informe de Coyuntura que elabora la Subsecretaría de Pesca se exportaron 144 mil toneladas, que generaron 528 millones de dólares. Los números representan un incremento del 8,2% en volumen y el 2,6% en valor, en comparación con el mismo período de 2018.
Puede ser que la industria pesquera no necesite de apoyo ni estímulos discursivos para conseguir nuevos clientes ni mercados o tal vez costaba montar una estructura capaz de exhibir productos perecederos que necesitaban frío para mantener su frescura y calidad. Pero es un gesto que no pasó desapercibido.
Hubo otros: En el video de 2.2 minutos con que Dante Sica resumió el trabajo que ha hecho el gobierno en esto tres años no hay mención alguna a las exportaciones pesqueras. Igual los actores pesqueros esperan otras señales del Ministro de Producción y Empleo.
Creen que las modificaciones arancelarias que aplicó el gobierno no sólo son insuficientes, sino que también carecen de sentido algunas alícuotas fijadas. Sobre todo si el objetivo es incentivar la inversión, la generación de valor agregado y el sostenimiento o crecimiento de la mano de obra.
Esta semana se firmó el convenio del SOIP con Iberconsa que marcan las bases para reprocesar langostino en tierra. Por la calidad del marisco que llegará a Mar del Plata, la mayoría del langostino “entero” o “cola”, necesitará mano de obra intensiva para terminar pelado y devenado.
Ese producto recibe el mismo reintegro que el producto entero que capturan y clasifican a bordo los buques tangoneros. El año pasado de las 189 mil toneladas de langostino exportado, 119 mil se exportó entero a un promedio de 6,65 dólares el kilo.
El resto, 65 mil toneladas, fue cola de langostino, en distintos subproductos, mayormente en bloque, que tuvo un valor promedio de 7,6 dólares. La “cola” rinde un 54% del langostino entero y genera trabajo en tierra.
Así es difícil que Argentina aumente las divisas por la comercialización de manufacturas de origen animal. Por más que este sea el año de las exportaciones, como dijo Marcos Peña.
Aclaración: los conceptos vertidos de quienes opinan son absoluta responsabilidad del firmante.