César Pierry, el drama del actor que murió por una granada de utilería
La secuencia quedó grabada y es escalofriante. Sucedió en la fría noche del 10 de julio de 1992, durante las grabaciones de la tira Mi socio imposible, en los estudios Sonotex, en Martínez. Un plano cerrado muestra la granada en la mano izquierda de César Pierry. A su derecha está el actor Ricardo Morán. A su izquierda, Fernando Lúpiz le saca el pasador de seguridad, activa el proyectil 'de utilería' que empieza dispersar un humo blanco, espeso.
Al segundo, el dispositivo estalla. Pierry grita de dolor, mientras Lúpiz y Morán son arrojados fuera de pantalla por la onda expansiva de la explosión. Pasaron 28 años de aquel accidente que desembocaría en la temprana muerte de César Pierry -tenía 37 años-, un caso que conmocionó al mundo del espectáculo.
Fue la última toma de un tipo muy querido en el ambiente y que estaba en el pico de su carrera actoral. La inesperada explosión de la granada le provocó terribles mutilaciones en la mano, la semi amputación de dos dedos (el pulgar y el índice) y la pérdida del sostén esquelético de los otros. Lúpiz y Morán sufrieron heridas leves.
Pierry fue internado en el hospital Británico, donde sería operado varias veces. El 29 de julio de 1992, a 19 días de haber ingresado, fue intervenido quirúrgicamente por cuarta vez. Alrededor de las 17 de ese miércoles, tras casi siete horas de cirugía reconstructiva, falleció por un paro cardiorespiratorio.
Al menos esa fue la causa oficial que declaró el Británico. Los amigos del actor, que en esos días contaban que Pierry se estaba recuperando y gozaba de buen humor, apuntaron contra el hospital, y abrieron interrogantes sobre el peligro de usar armas de ficción.
La causa judicial estableció la figura de “muerte dudosa”, dando a entender que Pierry podía haber sido víctima de una mala praxis, producto de un exceso en la dosis de anestesia o de un error en el suministro de algún medicamento. La familia denunció al hospital por “homicidio culposo”.
“Tal vez el miedo, los nervios y el fuerte estrés que tenía el actor antes de la intervención hayan sido las causas del paro cardíaco que terminó con su vida”, dijo en ese entonces César Zaldemberg, el cirujano que atendió a Pierry.
“El hospital Británico no tuvo nada que ver con su muerte. No hubo negligencia médica ni nada por el estilo. Fue un imponderable que no hay manera de prevenir”, agregó el médico. La Justicia desligó de responsabilidad a la institución. Y el caso nunca quedó del todo esclarecido.
De proyecto de abogado a estrella de la comedia
No se conoce tanto de la vida de César Pierry antes de convertirse en el actor que se destacaba por sus dotes para la comedia. Sólo que nació en La Plata, que estudió dos años la carrera de abogacía en la Facultad de Derecho, y que era aficionado al ciclismo.
Apenas descubrió su verdadera vocación, Pierry ingresó y luego egresó del conservatorio de artes dramáticas platense. A través de amigos actores, conoció a Pepe Cibrián, el reconocido director de comedias musicales, que lo convocó para roles menores en obras como De aquí no me voy (1982). Al año siguiente le llega su primer protagónico en Calígula, y con él, las primeras buenas críticas a su trabajo en escena.
Después de trabajar en teatro con Antonio Gasalla y Soledad Silveyra -también fue actor de reemplazo en la Sugar original, a fines de los 80' incursiona en la televisión, de la mano de Hugo Moser. Entre 1987 y 1990 formó parte del elenco del ciclo humorístico Matrimonios y algo más, acompañando a figuras del género como Rodolfo Ranni, Hugo Arana, Cristina del Valle, Gianni Lunadei, Mirta Busnelli, entre otros.
Pero no hay dudas de que su papel bisagra fue en Detective de señoras, conformando una dupla inolvidable con el galán de la época Fernando Lúpiz. La tira le dio una popularidad enorme desde el inicio, en abril de 1990, hasta el final, en diciembre de 1991.
La química en pantalla entre Pierry y Lúpiz pretendía mantenerse en Telefe, con la comedia Mi socio imposible, pensada como una continuación del éxito de Canal 13. Tenía previsto estrenarse en agosto, pero la muerte de Pierry fue devastadora. Y el canal que en ese entonces dirigía Gustavo Yankelevich decidió cancelar el proyecto.
En una entrevista de 1994 con Clarín, Lúpiz recordó con emoción a su colega. “Lo de César me va a pesar siempre, pero eso me llena de orgullo. Quiere decir que tengo los sentimientos bien ubicados. Él fue un hermano para mi”.
Dos pícaros detectives
Creada y escrita por Hugo Moser, Detective de señoras fue uno de los primeros éxitos de la incipiente televisión privatizada menemista. La 'telecomedia' -como se las categorizaba en esos años- de Canal 13 contaba, en clave picaresca, las andanzas de dos detectives que en sus investigaciones solían tener algún tipo de enredo con mujeres.
Pierry encarnaba a Lucas, el más joven y tímido de la dupla. Su personaje era un contador solitario y curioso que cuestionaba a Miguel (Fernando Lúpiz) por mujeriego. En cuestiones de conquista, Pierry era el perdedor. Y su frase para justificar su mala racha con el sexo opuesto era: “no tienen paz”.
La tira se emitía los martes a las 22 y rompió los ratings de la época: promedió 20 puntos durante todo 1991, con picos de 40.
Detective de señoras era más una comedia de enredos que un policial. Pero tenía escenas de riesgo y efectos especiales en muchos de sus capítulos. Considerado el “mago” de los FX en Argentina, Eduardo Cundom era el encargado de asemejar esas escenas de acción a la realidad. Fue citado a declarar en la causa que investigó la muerte de Pierry, y reconoció que la granada “no debía explotar”. Por ello, la justicia de San Isidro lo procesó por 'lesiones culposas'.
"Me afectó y me afecta muchísimo. Pero me dejó dos importantes enseñanzas: que no debemos creernos infalibles y que si un efecto falla, debe fallar en los ensayos que realizamos en nuestro taller y no en un set", confesó Cundom en 2006, en una entrevista a la revista Viva.
Debido al gran éxito que tuvo el programa, algunos capítulos fueron lanzados en video (bajo los títulos Detective de señoras y Mujeres... y algo más). Incluso fue doblada y emitida en Italia, y en varios países de Latinoamérica. Una de las pocas entrevistas televisivas a Pierry que se pueden encontrar en YouTube, el actor habla de ese lanzamiento en formato VHS.
(Clarín)