Colágeno, ¿un súper suplemento?
El hidrolizado de colágeno es un nutraceútico, producto presentado como una alternativa farmaceútica que supone tener beneficios a nivel fisiológico, compuesto por una mezcla de aminoácidos, péptidos y polipéptidos que es utilizado como regenerador tisular.
El colágeno dentro del organismo forma la estructura del llamado sistema locomotor, especialmente los elementos implicados en la articulación como cartílagos, ligamentos y tendones, y del sistema de protección, como por ejemplo la piel.
La proteína del colágeno entonces, está especialmente adaptada para facilitar las funciones locomotoras, proporcionar protección y cohesión interna, así como protección y forma externa al organismo, además de adjudicársele implicancias en el sistema inmunitario.
Desde hace algunos años, el mismo se comercializa como suplemento dietario bajo las presentaciones de pastillas, polvos, infusiones, cápsulas, etc, asegurando aumentar los niveles de colágeno en el organismo lo que generaría según los productores, un “rejuvenecimiento de la piel”, “fortalecimiento del sistema nervioso”, “regeneración de tejidos” y “cuidado de los huesos y articulaciones”.
¿Y qué hay de cierto en base a todos los beneficios que se postulan y promocionan en relación a la ingesta de colágeno como suplemento para combatir el envejecimiento?, muy poco. El colágeno es una proteína y como sucede con las proteínas en general, el mismo no se absorbe por la mucosa intestinal como tal, sino que debe ser degradado a aminoácidos para que podamos asimilarlos. Cuando la ingerimos, nuestro cuerpo mediante el proceso de digestión, la escinde en sus partes más pequeñas por lo cual deja de ser colágeno. Esas piezas, una vez absorbidas no van a volver a unirse para formar otra vez colágeno dentro de nuestro cuerpo, por lo que comer un tipo de tejido, y las moléculas de colágeno lo son, no produce la generación de ese tejido en nuestro cuerpo.
Si nos centramos en la alimentación, resulta que hay muchos alimentos abundantes en colágeno, especialmente las carnes, el pescado azul, los huevos y la gelatina. Tal es así que el hidrolizado de colágeno se fabrica a partir de tejidos biológicos animales como la piel, huesos, escamas, espinas, etc, lo que nos haría pensar que si incluimos en nuestra alimentación diaria estos alimentos, tendríamos un buen consumo de dicha proteína.
Una de las mayores preocupaciones y motivo de consulta en cuanto a la posibilidad de consumir o no colágeno como suplemento, es lo que ocurre con éste a partir de determinada edad. Se sabe que entre los 25 y 30 años empezamos a producir menos colágeno del que necesitamos, sumado a esto si el estilo de vida que llevamos no es del todo saludable, fumamos, comemos mal, tomamos sol de manera excesiva y sin protección adecuada, nos exponemos a la contaminación y no practicamos actividad física de forma regular, ese ritmo de producción se hace aún más lento.
Debemos saber, que a medida van pasando los años, más allá de las arrugas que puedan aparecer, el organismo en general va envejeciendo. Es llamativo ver cómo no solemos preguntarnos cómo afectará el envejecimiento por ejemplo, al corazón dónde suele presentarse con el paso del tiempo cierta rigidez de los vasos sanguíneos y arterias; al aparato digestivo, donde puede haber ciertos cambios estructurales en el intestino grueso en relación a la edad y provocar más estreñimiento en los adultos mayores; a los huesos, las articulaciones y los músculos, donde los huesos tienden a encogerse en tamaño y densidad, debilitándose y haciéndose más susceptibles a fracturas, y los músculos generalmente pierden fuerza, resistencia y flexibilidad, lo que puede afectar la coordinación, estabilidad y equilibrio; etc, pero sí como lo hará con respecto a la piel, quizás porque es la parte más visible.
Déjenme decirles que cualquiera sea el sistema u órgano afectado por el proceso natural de envejecimiento, éste puede ser más o menos lento en función de la alimentación y estilo de vida que haya llevado a lo largo de la vida.
Particularmente no es un suplemento que suela recomendar. Si bien su consumo dentro de determinadas dosis no es perjudicial, aproximadamente entre 10 a 15 gramos por día (1 cucharadita de té), en este caso puntual no encuentro fundamento alguno para indicarlo, primero porque la forma en que mi cuerpo lo va a absorber es en aminoácidos y no como proteína colágeno y si vale la aclaración, la proteína del colágeno no se encuentra dentro de las “mejores” en cuanto a calidad, porque no contiene aminoácidos esenciales (aquellos que mi cuerpo no tiene la capacidad de fabricar y debemos adquirir con la alimentación); y segundo porque el costo del mismo, es muy elevado.
Si hay algo que deberíamos tener presente, es que no podemos detener el proceso de envejecimiento, pero si podemos tomar decisiones a lo largo de la vida que nos permitan mejorar la salud en general y junto con ella el envejecimiento visible, que para muchos es una gran preocupación.
En relación al consumo de colágeno como suplemento, el tener hábitos alimenticios y de vida saludables, esto implica una alimentación equilibrada y variada, práctica regular de actividad física, buen consumo diario de agua, poco consumo de sal y azúcares, no fumar, no consumir alcohol, entre otros, es lo que hará que pueda vivenciar quizás, otra velocidad de envejecimiento sin un costo económico adicional.
No hay algo que funcione como un “super alimento” o un “super suplemento” para la piel ni el organismo en general, el envejecimiento es un proceso que dura toda la vida y los esfuerzos por estar sano, por dentro y por fuera, también deberían serlo.
Por Lic. Carolina Cordingley
Nutricionista (MP: 2060)
@lic_cordingley
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