Cómo sigue el debate de la "agenda ambiental" de Mar del Plata
Con motivo del feriado Nacional decretado por el presidente de la Nación Alberto Fernández ante el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner la comisión de Legislación no se reuniría y por ende no se trataría durante la próxima semana el Pliego para el tratamiento de la disposición final de residuos de General Pueyrredon.
Este Expediente, impulsado por el Ejecutivo local, ya superó la instancia de la comisión de Ambiente, tras lo que resultó, algunas jornadas de debates y la visita al predio de varios concejales, asesores, las Universidades y los medios de prensa. La abstención en el voto del Frente de Todos fue clave para su giro a Legislación.
Con el presidente del Emsur, Sebastián D’Andrea en la función de Preparador Físico y bajo la dirección técnica del Doctor ‘ambiente’ Mariano Perticarari, el pliego para la licitación del predio de basura puso a correr a todo el arco político marplatense, y tanto esfuerzo parece empezar a ‘reverdecer’ un terreno (el ambiental) tan duramente castigado por este largo invierno que comenzó allá por junio, cuando el proyecto fue enviado a consideración por el Concejo Deliberante. Un período de ‘instrucción’ que ya cumple tres meses, como en la vieja y denostada “colimba” si nos atenemos al acrónimo que así la designaba (‘corre, limpia, barre’), nunca tan bien aplicado como en este caso.
Los primeros en saltar al campo fueron la edil de Acción Marplatense Paula Mantero y el concejal libertario Alejandro Carrancio, quienes desde muy temprano asestaron duras y certeras estocadas contra el pliego; la primera con sustento en sus graves deficiencias ambientales y sociales, y el hombre que milita en las filas del economista Javier Milei poniendo el foco en las sospechas que el expediente suscita a todo aquel que quiera revisarlo.
Mantero, quien integra la Comisión de Ambiente, expuso desde el inicio mismo la absoluta degradación del predio de disposición final de residuos y la total invisibilización de los trabajadores informales en el pliego, quienes trabajan en condiciones de tanta degradación humana que su olvido a estas alturas es inexcusable.
La “imaginaria”, que montaba guardia en el ‘cuartel’ del Emsur, alertó entonces a la dupla D’Andrea y Perticarari de que había zafarrancho de combate, y que no sólo debían concurrir a dar explicaciones a la Comisión de Ambiente sino que además se preparaba una revista de las tropas, con la visita de los concejales al basural. El trote dio lugar a la carrera pero el maquillaje no alcanzó: el deterioro de la operación dio lugar a un informe ambiental durísimo y la situación de la planta social apareció entonces para el Emsur como la advertencia contenida en una clásica composición de Alfredo Zitarrosa: “chamarrita cuartelera no te olvides qué hay gente afuera”.
Y si hablamos de maquillaje es notable lo que debió ‘correr’ la concejala que se referencia con Grabois y el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) Sol de la Torre, para disimular el renuncio que tuvo hacia su propia base electoral cuando anunció, en la Comisión de Ambiente y sin ponerse colorada, la abstención del Frente de Todos en el tratamiento del pliego que ignora la realidad de los recuperadores informales. A partir de tamaña defección sobreactúa en las redes su preocupación social, ahora proponiendo al Concejo Deliberante la creación de la jornada “Mar del Plata recicla”. Jugadora lagunera -acotó un ‘cartonero’-, la rompe en los amistosos pero arruga en los partidos definitorios.
A quién también puso a correr D’Andrea es al mismísimo intendente Guillermo Montenegro, a quien ahora lo asaltan las preocupaciones ecológicas; acaso sea ese y no otro el significado de los famosos ‘brotes verdes”. Lo cierto es que el jefe comunal salió a recorrer colegios y sacarse fotos con niños -hacía varios meses que no exponía en sus ‘historias’ nada vinculado a la materia ambiental- , a quienes explicó la importancia de la “bolsa verde” en las tareas de reciclado.
Pero no sólo de correr se trata la ‘instrucción’, también el acrónimo contempla las actividades de “limpieza y barrido”, o en el orden inverso “barrido y limpieza”, según las actividades que ahora el pliego enviado por D’Andrea y el Doctor ‘ambiente’ Perticarari consideran como antecedentes válidos para participar en una licitación que tiene por objeto una actividad totalmente diferente, la disposición final de residuos sólidos urbanos.
Esta es la condición que hizo saltar al concejal libertario, Alejandro Carrancio, quien no pierde oportunidad de denunciar que el pliego se encuentra absolutamente direccionado para las empresas de recolección (higiene urbana), como las que actualmente operan por contratación directa del Emsur. Como dijo un suspicaz, mientras ve tantos jugadores corriendo para un lado y para otro, ¡ojalá no haya necesidad de llegar a los “penales”! Será cuestión de no perderse jugada.