Conservar y renovar: el arquitecto que modernizó el Teatro Tronador sin perder el espíritu original
La sala está cumpliendo cinco años desde la reinauguración, que la colocó como una de las mejores del país. Uno de los arquitectos que realizó el proyecto destacó la calidad del espacio cultural.
El Teatro Tronador está cumpliendo cinco años desde su refundación, la cual la colocó como una de las principales salas teatrales del país. Alfio Sambataro, uno de los arquitectos que participó del proyecto junto a su socio Enrique Bordolini, destacó los valores de modernidad y proteccionismo que tuvo la idea: “Los dueños hicieron un programa muy ambicioso y todo esto había que desarrollarlo dentro de cuatro paredes. No se podía demoler, ir más allá de esas fronteras”.
“El proyecto realmente fue un gran desafío, porque realmente el programa funcional, los requerimientos de funcionamiento eran muy ambiciosos, tanto en la cantidad, la variedad y la calidad. Además de convertirlo en un teatro polifuncional había que anclar el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, lo cual no es un hecho menor”, comentó Sambataro.
El arquitecto indicó que también “había que combinar toda una serie de actividades culturales, porque además de refuncionalizar un viejo teatro que estaba concebido para espectáculos muy reducidos, se quería generar un polo cultural. Entonces la variedad de actividades era muy grande y las dificultades de diseño para darle cabida a todo eso eran amplias”.
Sin embargo el plan se llevó adelante “a muy buen ritmo”, reconoció. Y aseguró que actualmente el Teatro Tronador es “una excelente sala con funciones y características que no tiene ningún otro teatro del país. Está el Instituto Superior de Arte que tiene salas para ballet, música y canto. Y tiene toda una serie de actividades que complementan estos dos núcleos principales”.
Sobre el equipo que trabajó, Sambataro comentó que se trata de un grupo “interdisciplinario” y que cuenta con “ingenieros mecánicos, electrónicos, acústicos, estructuralistas, diseñadores, interioristas, requiere muchas disciplinas. La arquitectura teatral y la escenotecnia, que es una especialidad bastante peculiar de la cual no hay muchos profesionales formados en nuestro país. Requiere del apoyo de toda de una serie de tecnología porque la gente no lo ve, pero dentro del escenario usamos mucha tecnología y va variando año a año y hay que actualizarla. Los propietarios del teatro querían lo mejor”.
Sobre qué se va a encontrar la gente cuando vaya al Tronador, el arquitecto aseguró que “el que conoció el antiguo teatro se va a asombrar mucho” y el que no lo conoció “le diría que preste atención a lo que fue la idea rectora que manejamos. El teatro está en la sala, en el nivel superior, en el inferior está la Escuela Superior de Arte. Y el conector de eso es el foyer. Pero a su vez tienen actividades culturales, exhibiciones de trajes, de escenografías del Teatro Colón”.
“Un teatro de 700 localidades que se hizo a nuevo, desde cualquier butaca se ve perfectamente y se le hizo acústica natural. Y eso permite, con un escenario que se diseñó con mucha flexibilidad, tener desde Abel Pintos y Cyrano a la Orquesta Filarmónica”, aseguró Sambataro.
MIRTHA Y SUSANA EN LA REINAUGURACIÓN DEL TRONADOR
Aquel 16 de enero de 2020 se vivió con gran expectación, por lo que la reinauguración del Teatro Tronador significaba, y mucho más con la obra que se llevó a cabo. La confirmación de la trascendencia de aquel momento quedó plasmada con una imagen histórica: el encuentro entre Mirtha Legrand y Susana Giménez, las máximas divas del espectáculo nacional, que participaron del acto y fueron las encargadas de “abrir” las puertas.
Fue una noche emocionante: las vallas de seguridad se extendieron a lo largo de toda la cuadra, sobre Santiago del Estero, para contener a las 2000 personas que esperaban a las divas. “Este teatro significa mucho para mí por dos cosas muy importantes para mi carrera que hice acá. Una fue La mujer del año y Sugar. Fueron temporadas en las que trabajábamos mucho, con doble función, de martes a domingo y hoy volver, verlo así es una maravilla”, dijo Susana aquella noche.
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