“Corea del Norte y el poder de simples globos de helio que vienen del Sur”
Corea del Sur inició acciones legales contra quienes lanzan globos de helio a través de la frontera, de sur a norte, a pesar de que los activistas en contra de Corea del Norte, indican que tienen la intención de continuar enviando folletos de propaganda y ayuda humanitaria a Corea del Norte, no obstante críticas y acciones de los gobiernos de ambos países.
Si bien la propaganda ha existido durante más de mil años, sólo recientemente con el advenimiento de tecnologías que permiten difundir información a un grupo de masas, ha evolucionado a un proceso científico capaz de influir en los habitantes de toda una nación. Sabemos que la propaganda es más evidente en tiempos de guerra, y que se utiliza constantemente como medio político y social de maneras trasformadoras, para influir en las actitudes de los pueblos. Esto es evidente al observar anuncios electorales en televisión, donde los candidatos utilizan técnicas de propaganda para posicionarse por encima de su competidor. Pero existe un lugar donde se está explotando la propaganda en innovadores comportamientos; esto es en la península coreana donde se lanzan globos hacia Corea del Norte cargados con todo tipo de material propagandístico, y objetos diversos.
Corea del Sur, que hace años y especialmente con el presidente Moon de Corea del Sur, está tratando de mejorar los lazos con el Norte, acusó a dos grupos, “Kuensaem Education Center” y “Fighters for a Free North Korea”, de violar la Ley de Intercambio y Cooperación Intercoreana al enviar folletos y ayuda como arroz y medicinas. El Ministerio de Unificación del Sur pidió a la policía de Seúl que investigara a estos grupos. Durante los últimos días, los medios estatales de Corea del Norte han publicado una serie de informes y declaraciones de altos funcionarios liderados por Kim Yo-jong, la poderosa hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, quien ha advertido a Corea del Sur que detenga el envío de folletos propagandísticos que vuelan sobre la frontera, advirtiendo que podría arruinar un acuerdo para reducir las tensiones militares. Según la agencia norcoreana KCNA Kim Yo-jong dijo que el acuerdo, firmado por Kim Jong-un y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, durante su tercera cumbre en septiembre de 2018, era "de mínimo valor ", y se refirió a los desertores como "perros sarnosos" y "escoria humana", Kim Yo-jong señaló que el bombardeo propagandístico les obligaba a retirarse completamente de un complejo industrial en Kaesong, al norte de la zona desmilitarizada, y a cerrar líneas de contacto y asimismo, una oficina de enlace conjunta en la ciudad.
El anuncio del Ministerio de Unificación de Seúl condenando la suelta de globos, se produjo un día después de que Corea del Norte anunciara que estaba cortando todos los canales de comunicación con Corea del Sur por su incapacidad para evitar que los desertores norcoreanos y otros activistas volaran los folletos a través de la frontera. Es probable que la búsqueda de acciones legales contra los grupos desencadene un debate sobre la libertad de expresión y se evalúa si el Gobierno liberal del Presidente Moon Jae-in está sacrificando principios democráticos para mantener vivas sus ambiciones de compromiso intercoreano.
Durante años, los activistas han lanzado enormes globos hacia Corea del Norte llevando folletos de crítica al líder Kim Jong-un por sus ambiciones nucleares y su triste historial de derechos humanos. Estos folletos han desencadenado una respuesta furiosa de Corea del Norte, que reprime cualquier intento de socavar el liderazgo de la familia Kim.
Park Sang-hak lidera el grupo “Fighters For A Free North Korea” y es quien ha lanzado globos que llevan folletos anti-Pyongyang. Park Jung-oh lidera el grupo “Keun Saem”, que intentó sin éxito enviar por mar, botellas llenas de arroz a Corea del Norte desde una ciudad fronteriza antes de ser bloqueado por la policía surcoreana.
Algunos grupos envían folletos de plástico que pesan menos que una pluma y que revolotean desde las nubes con llamadas a la democracia, o caricaturas borrosas ridiculizando al gobernante de Corea del Norte. Otros envían pendrives cargados con telenovelas surcoreanas, o mini-documentales sobre la vasta riqueza de las corporaciones del sur, o billetes nuevos de dólar estadounidense. También, ocasionalmente envían envoltorios de alimentos vacíos, con etiquetas manchadas que muestran fotos de fideos en salsa de carne, para que los norteños puedan ver la buena vida que encontrarían en el sur.
Son autoproclamados soldados en una guerra silenciosa con Corea del Norte, una colección dispar y colorida de activistas que se enfrentan a una de las naciones más aisladas del mundo, en su mayoría usando globos aerostáticos caseros. Para sus críticos en Corea del Sur, llevan a cabo campañas quijotescas y tal vez inútiles. Los activistas miran al otro lado de la frontera y ven un país que creen que ya están remodelando. "La forma más rápida de derribar el régimen es cambiar la mente de la gente", sostiene Park Sang Hak, un refugiado del norte. “La gente ya se está cuestionando sobre su vida allí".
Gran parte de lo que los activistas envían — son caricaturas satíricas, o telenovelas inundadas de amores perdidos, maldiciones y amnesia — lo cual no parece peligroso en absoluto. Corea del Norte mantiene el control hace 50 años, bloqueando a su pueblo de toda información externa y falseando los hechos. Los autores de estos hechos, son los numerosos desertores norcoreanos que se vieron motivados a huir de su patria cuando tropezaron con generaciones anteriores de folletos hace ya 30 años atrás.
Los defectores y activistas creen firmemente que para socavar la autoridad de Kim-Jong un, deben destruirla pacíficamente, mediante el envío de información que muestra otra realidad a una sociedad a la cual se le ha hecho creer que vive en el mejor país del mundo. Pero el rasgo interesante es que Pyonyang no se queda atrás y por ello envían miles de sus propios folletos de propaganda a Corea del Sur cada año. Los expertos dijeron que la medida de Corea del Norte de cortar los canales de comunicación era probablemente por algo más que un folleto, ya que se produce después de meses de frustración por la falta de voluntad de Seúl para desafiar las sanciones lideradas por Estados Unidos y reanudar los proyectos económicos intercoreanos que darían vida a la débil economía del Norte. Corea del Norte ha suspendido prácticamente toda cooperación con Corea del Sur en los últimos meses en medio de un estancamiento en negociaciones nucleares con Washington.
Académicos y refugiados norcoreanos sostienen que la propaganda externa ha provocado cambios en Norcorea, desde un nuevo argot hasta las modas cambiantes, incluyendo la creciente demanda de bienes de consumo en una restringida economía. Si bien algunos como Cheong Seong-Chang, analista del Instituto Sejong de Corea del Sur, creen que la afluencia de información externa no sacude en demasía al régimen, y solo puede traer un cambio al alentar a algunas personas a desertar; otros especialistas como Sue Mi Terry escritora e investigadora coreano-estadounidense y ex analista sobre Corea del Norte en la CIA, creen que toda difusión contribuye a socavar el régimen dictatorial y debe ser promovida.
Creemos que pese a las prohibiciones, los globos seguirán volando. La democracia y la libertad de expresión están en juego, pero en esta instancia hay matices mucho más duros que en etapas anteriores.
Aquí el rol clave lo tiene Kim Yo-jong, la joven hermana del líder norcoreano, que ha sido la portavozde Corea del Norte, desde el martes 9 de junio, saliendo al cruce, proponiendo ataque y amenazas militares contra Corea del Sur.
Este es un juego suma cero donde si pensamos en una instancia militar, ambas coreas tienen mucho que perder.