Del maridaje del vino, al maridaje del té en hebras: Desarrollando el paladar.
Maridar lo que se come con lo que se bebe tiene como objetivo ofrecer al paladar sensaciones agradables que inviten a disfrutar la combinación elegida, que podría ser una torta específica, un postre o incluso un plato salado con, en este caso, un determinado té o blend de té.
En el anterior artículo sobre el té verde ya hemos mencionado lo bien que combina y porqué lo hace, esa variedad de té caliente con el sushi y otras comidas orientales. Ahora bien, consideremos el té verde, preparado frío, en su versión Calma, que incluye manzanilla y jengibre. Podría acompañar una comida más ligera como, por ejemplo, pechugas de pollo grilladas con ensaladas diversas mientras que algún blend de té verde que incluya pétalos de flores, como Relax, la variedad con caléndula, lavanda y jazmín, sería una buena alternativa si se elige comer tostadas con dulce y queso crema para equilibrar el agridulce de esta conjunción.
Y, hablando de té verde, como ya dijimos también en aquel artículo, se destaca el té matcha por su potencia y versatilidad, que lo hace apropiado para maridar con alimentos dulces y salados. Preparado con leche, se complementa muy bien con tarta de manzana, más aún si está caliente y aromatizada con canela en polvo.
Es fundamental, en esta práctica gastronómica, alcanzar un equilibrio adecuado entre los elementos a degustar; se trata de buscar la bebida que mejor se ajuste a las características organolépticas del alimento, es decir, lo que se percibe con los sentidos, por ejemplo, sabor, aroma, textura, temperatura, etc., y así potenciar todos sus matices y evitar que algunas características dejen de percibirse.
Ya mencionamos algunas elecciones pero hay distintas formas de abordar el maridaje de las variedades de té y las delicias con las cuales acompañarlas: Se puede maridar por contraste, por afinidad, por complemento e incluso, por historia o regionalidad.
Un caso tradicional de maridaje por contraste podría ser acompañar la suavidad de un cremoso cheesecake con el té Chai Negro, blend de té fuertemente especiado con pimienta negra, cardamomo, anís estrellado, cáscara de naranja amarga, canela y jengibre que, por otra parte, también puede maridarse simplemente con frutos secos, especialmente con almendras tostadas.
La clave para un maridaje por afinidad es identificar sabores similares para reforzarlos; tal sería el caso si se acompaña un tarta de coco con un té negro Coco Dulce (Té negro con chips de chocolate, crema y coco), variedad que, también se disfruta mucho con muffins de vainilla o chocolate. De igual manera, el exquisito té negro Rosa de Chocolate (Té negro con vainilla, chips de chocolate amargo y pétalos de rosas) es imperdible si va acompañado con una torta de mouse de chocolate. ¿Alguna combinación por afinidad más arriesgada? Platos elaborados servidos con blends de tés, especiados o aromatizados con ingredientes afines.
Hablando de té negro, si consideráramos alguna versión de tipo Earl Grey, que tiene esencia de bergamota, sea importada o de origen nacional, con agregado de leche y algún endulzante como azucar rubia o miel, la podríamos combinar con scons de queso, sandwiches tostados o budines de naranja ya que nos evocaría al tradicional “Five o’ clock tea”, la tarde inglesa servida en una elegante mesa, mientras que una Torta Negra Galesa, producida artesanalmente en Chubut, provincia que tiene una de las colonias galesas mas importantes del país, estaría muy bien acompañada por una variedad de té típica de esa región como podría ser el blend Patagonia que incluye hibiscus, casis, arándanos y rosa mosqueta, disponible, al igual que todas las variedades mencionadas, en Orientés, Casa de Té en hebras de Mar del Plata.
Por último, hay que decirlo: El maridaje es parte de una experiencia gastronómica cuyo objetivo es encontrar placer en una experiencia que alcanza, no sólo lo que se consume junto al té, sino, también, al momento y al entorno. Y lo que marida bien en el desayuno, quizás ya no lo haga a altas horas de la noche. Pero no hay una opinión más válida que otra en cuanto a cuál es el mejor maridaje; ni la de un especialista ni la de un aficionado. Sólo hay sensaciones personales que deben estar acompañadas de ganas de probar combinaciones, innovar y disfrutar.
Lucía Malbernat, titular OrienTés, Casa de té en hebras
Patagones 495, Mar del Plata
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