Denuncian que en la ciudad hay 200 lugares que elaboran pan ilegalmente
En el marco de la situación delicada que atraviesa la industria panadera por la caída de las ventas y el aumento de las tarifas, desde el Centro de Industriales Panaderos denunciaron las dificultades que generan los emprendimientos dedicados a la elaboración clandestina de pan.
“Hoy debemos tener unos doscientos lugares en los cuales se está elaborando en forma ilegal y entregan a un precio que no es el real y por eso uno ve tanta diversidad de precios”, aseguró el titular de la entidad, Carlos Monzón a El Marplatense.
En esa línea, el referente del sector sostuvo: “Hoy en Mar del Plata se elaboran por día 4.500 bolsas de harina por cincuenta kilos solamente en pan, de las cuales dos mil se hacen en lugares no habilitados. Esas dos mil bolsas no tienen ningún tipo de control. Se reparte como ellos quieren, se entrega donde esa gente quiere y se comercializa al precio que quieren”.
Respecto a los lugares donde es comercializada la producción, indicó que “todos esos lugares que elaboran en forma clandestina le venden a polirrubros, almacenes, verdulerías y supermercados que no tienen debidamente, como marca la reglamentación del código alimentario, el sector de panadería”.
“Tenemos una lucha muy desigual. Hay mucha clandestinidad porque hay falta de trabajo, de venta. El problema es que hoy hay galpones, hay panaderías que antes estaban habilitadas y hoy están cerradas, que trabajan verdaderamente como fábricas, reparten en la ciudad y hay una falta de control porque lo último que ha hecho Inspección General, hace aproximadamente dos meses, fue que encontró una panadería sobre la calle Polonia y Vértiz y nunca más se volvió a hacer una inspección en la madrugada”, explicó Monzón.
Si bien el precio sugerido oscila entre los 36 y 38 pesos, reconoció: “Hay barrios en los que se puede llegar a ver a 18 pesos. ¿Qué es esa brecha? Que no tributan ningún impuesto, que no se sabe el origen de fabricación de esa mercadería, dónde se elaboró y entonces está evadiendo todo”.
Asimismo, Monzón se refirió a las presentaciones que han hecho para que se regule la actividad, dado que el Municipio se adhirió al código alimentario en 2008. “Desde el 2013 que venimos pidiendo que el Municipio adhiera a la ley 13.006 provincial. Días pasados estuve con algunos concejales conversando este tema. No entendemos por qué no quieren reglamentar lo que es la venta de pan con una boleta de procedencia, como debe ser controlado todo lo que es alimento y que está reglamentado en el código alimentario. Ésta es una discusión que a veces no entendemos por qué la hacen tan larga. Ya no es que venimos de la gestión anterior. Es la gestión anterior, más esta gestión, y no quieren dar solución”, reclamó. En la mencionada ley “está bien determinado quién puede elaborar, cómo puede elaborar, cómo se debe comercializar y está adaptada al código alimentario argentino”.