El club de las cinco: especial de Navidad
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “Querido Santa”, “Duro de matar”, “Aquella Navidad”, “Mi pobre angelito” y “El niño y el pulpo”.
QUERIDO SANTA (película) dirigida por Bobby Farrelly, con Jack Black, Robert Timothy Smith, Keegan-Michael Key. En Paramount+.
-Los hermanos Farrelly ya dieron lo mejor entre los 90’s y los primeros años de este siglo (Tonto y retonto, Loco por Mary, Irene, yo y mi otro yo). Sin embargo, continúan haciendo peripecias para que su estilo de humor directo y escatológico no se choque con el tren de la cancelación. Esta comedia navideña dirigida por Bobby y escrita por Peter es un cuentito perfecto, que encuentra sus mejores pasajes en esos raptos de creatividad donde los hermanos saben tocar fibras sensibles pero desde un lugar poco tradicional. Aquí cuentan sobre un chico disléxico y con problemas de sociabilidad que en vez de escribirle su carta a Santa se la escribe a Satán. Y allí comienzan los problemas, cuando el Diablo le ofrece tres deseos a cambio de su alma. La habilidad de los Farrelly está dada en bajar su visión a los ojos de un niño, aunque sus películas son un poco la eternización de la mirada lúdica de la infancia sobre un mundo adulto complejo. El cuento se termina de cerrar con la presencia de Jack Black como Satán, un vehículo ideal para su lucimiento, entre la sensatez y el descontrol. Lejos de lo mejor de los Farrelly, es igualmente un más que digno exponente del cine navideño y con un último chiste que desarticula de un plumazo la sensiblería autoconsciente de su final.
DURO DE MATAR (película) dirigida por John McTiernan, con Bruce Willis, Alan Rickman y Bonnie Bedelia. En Disney+.
-Hace unos años, cuando John McTiernan presentó a sala llena la proyección de Duro de matar en el Festival de Cine de Mar del Plata saldó una deuda histórica: ¿es Duro de matar una película navideña? Sí, Duro de matar es una película navideña. Un de los grandes clásicos del cine de acción de los 80’s es antes que nada una gran película y, después, un milagro. Hoy tal vez sea difícil verla desde un lugar marginal, pero hay que pensar que su villano está interpretado por un actor que hacía su debut en cine, y su héroe, el querido Bruce Willis, era un actor relacionado con la comedia, sin la musculatura habitual de los héroes de acción de la testosterónica década de los 80’s y al que no le tenían la confianza necesaria. Un policía con crisis marital que va a buscar a su esposa al trabajo. Un edificio. Unos malos malos que van por la guita. El resto es historia. Una obra maestra.
AQUELLA NAVIDAD (película) dirigida por Simon Otto, con las voces originales de Bill Nighy, Brian Cox, Guz Khan. En Netflix.
-Richard Curtis es un experimentado guionista británico, con éxitos como Cuatro bodas y un funeral o Un lugar llamado Notting Hill. Pero, también, con un bodoque como director llamado Realmente amor. Lo que hace aquí Curtis es tomar relatos suyos y convertirlos en una ficción animada, centrada en un pueblito inglés donde la Navidad está a punto de fracasar. El film de Simon Otto se vale de lo coral para ofrecer un muestrario de personajes atractivos, donde ciertas tradiciones sean vistas desde un lugar novedoso. Hay ironía y sarcasmo, propio del humor inglés (incluso con una autoparodia a Realmente amor), pero también buen corazón y la sensibilidad propia de la época. Sin ser una maravilla, tiene la solidez que los relatos y la presencia de un buen guionista le aportan.
MI POBRE ANGELITO (película) dirigida por Chris Columbus, con Macaulay Culkin, Joe Pesci y Daniel Stern. En Disney+.
-Otro clásico navideño moderno. No sé si Mi pobre angelito es una gran película, pero sí que supo mezclar una serie de condimentos que la volvieron rápidamente imperecedera. La historia del chico que se queda solo en la casa y los dos bribones que quieren robar el lugar tiene tantos elementos terribles que la vuelven a vistas del presente como una rareza como film infantil. Empezando por la propia idea de padres que se olvidan al pibe en la casa y siguiendo por esos ladrones algo truculentos (Joe Pesci y Daniel Stern, impecables). Pero más allá de lo sensiblero de su mensaje final y de su representación del discurso de “hogar, patria y familia”, es indudable que su espíritu de dibujo animado de los 30 y 40, de su humor físico hasta el dolor, sigue teniendo el mismo impacto de siempre. Y la risa surge espontánea. Y tal vez Mi pobre angelito haya sido clave en la fascinación que hubo en los 90’s para adornar e iluminar las casas en tiempos navideños.
EL NIÑO Y EL PULPO (corto) dirigido por Taika Waititi, con Solomon Horta, Solaya Sang y Samuel Fernández. En Disney+ y en YouTube.
-Sí, es un institucional de Disney. Pero Taika Waititi es un director fenomenal, con una sensibilidad para ver lo extraño y abrazarlo. Este corto de no más de cuatro minutos sigue la travesía de un chico al que se le queda pegado un simpático pulpito en la cabeza (el diseño del animalito es de lo más lindo). Waititi sabe cómo narrar (el corto no tiene diálogos), apela a elipsis prodigiosas y por medio del montaje construye esa relación de amistad que se va dando, con algunas anotaciones cómicas brillantes y una idea del aprendizaje como un camino hacia el descubrimiento. Simple, directo, con la emoción justa como para convertirse en un relato navideño clásico. Hermoso.
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