El club de las cinco: Joker + Pingüino + Bell + Ferrell + Dreamworks
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “Guasón 2: folie a deux”, “El Pingüino”, “Nadie quiere esto”, “Will & Harper” y “Los tipos malos: ¿Truco o atraco?”.
GUASÓN 2: FOLIE A DEUX (película) dirigida por Todd Phillips, con Joaquin Phoenix, Lady Gaga, Brendan Gleeson. En cines.
-El estreno de Guasón hace cinco años significó un éxito impensado, no tanto por el producto en sí, una película sobre el villano más famoso del superhéroe más taquillero con uno de los actores generacionales más prestigiosos, sino por el concepto: una película realmente oscura, que se toma bastantes libertades respecto del material original y que se mete de lleno con las enfermedades mentales, mientras avanza sobre la superficie prestada de un par de películas de Martin Scorsese, Taxi driver y El rey de la comedia. Fue un éxito y, por lo tanto, tenemos secuela. Una secuela que a su vez se toma libertades de la película original y que exhibe múltiples ideas y apuestas tanto narrativas como formales, y que nunca se queda quieta. Ahora Arthur Fleck (Phoenix) está preso por los crímenes del primer film y se enfrenta a un juicio para determinar su condena: pena de muerte o libertad. La película de Phillips busca reflexionar sobre el vínculo entre los ídolos y sus fanáticos, aquí atravesados por una evidente disociación, en un mundo que parece al borde de la anarquía. La película fusiona lo musical con los relatos carcelarios y las películas de juicios, evidenciando el artificio, para intentar pensar cómo algunas cosas son sólo posibles en la ficción o, como en este caso, en la mente. Hay que decir que Guasón 2 es por momentos puro ruido, con elementos que se relacionan sin funcionar demasiado, y con una progresión dramática que es un poco nula para sus excesivos 138 minutos, pero también que es una película desbordada, que invita a defenderla desde ese desparpajo. No funciona cuando se le notan los hilos (y todos están en plan “estamos haciendo la mejor película de nuestras vidas”), pero hay que aceptar que es una anomalía como película mainstream. Aún con reservas, se recomienda.
EL PINGÜINO (miniserie) creada por Lauren LeFranc, con Colin Farrell, Cristin Milioti, Myles Humphu. En Max.
-Al igual que Guasón, esta miniserie tiene la virtud de demostrar la flexibilidad de estos personajes nacidos en el cómic para articularse con superficies formales que son eminentemente cinematográficas. En el caso de El Pingüino, surgido de la última Batman con Robert Pattinson, es un típico relato gangsteril, con elementos de film noir y con un aprendizaje notable de la construcción de vínculos en ese universo. El Oz Cobb de Farrell (que bajo kilos de maquillaje parece haber encontrado el personaje de su vida) es un mafioso ladino, al que todos llaman pingüino pero en verdad es más bien una rata, alguien en quien no se puede confiar bajo ningún punto de vista. Como, por otra parte, no se debería confiar en ningún personaje surgido de este universo corrupto y marginal de la podrida Ciudad Gótica. El Pingüino es una serie densa, oscura, apabullante en su diseño visual pero compleja en el entramado psicológico de sus criaturas, que tiene la virtud de comprender perfectamente el universo que viene a retratar. Lo más interesante es que no se agota en sí misma, sino que parece haber aquí más material para explotar. Y eso no es poco.
NADIE QUIERE ESTO (serie) creada por Erin Foster, con Kristen Bell, Adam Brody, Justine Lupe. En Netflix.
Una mujer que tiene un podcast sobre sexo conoce en una reunión social a un rabino recién divorciado. Obviamente, surge el amor y comienzan los problemas. Nadie quiere esto es una tradicional comedia romántica con elementos actuales, que tienen que ver con las nuevas dinámicas entre los géneros. Sin embargo, lo que importa, es su precisión para la comedia: Kristen Bell se ha convertido en una comediante excepcional, no sólo porque es graciosa y sabe cómo son las formas de un chiste, sino porque se ha convertido en una actriz con un ojo interesante para elegir proyectos. Y esta comedia es uno de esos productos súper interesantes, porque tiene una dinámica impresionante, porque es graciosa y ocurrente, y porque se nota detrás de todos los clichés una búsqueda por romper con cierto verosímil que la vuelve imprevisible.
WILL & HARPER (película) dirigida por Josh Greenbaum, con Will Ferrell, Harper Steele. En Netflix.
-Este documental es también una road movie: Harper Steele antes se llamaba Andrew Steele, y era uno de los guionistas de referencia de Will Ferrell cuando trabajaban en el Saturday Night Live! y también cuando colaboraron en algunas comedias alocadísimas como Casa de mi padre. Lo que cuenta la película de Josh Greenbaum (también un gran creador de comedias), entonces, es la transición que hizo Andrew para convertirse en Harper y el viaje que emprende junto a Ferrell, atravesando Estados Unidos de costa a costa. Si bien la temática trans recorre toda la película, con Harper viviendo con cierto nivel de angustia su decisión y Ferrell intentando comprender este cambio y ayudar a su amiga en lo que pueda, lo que está siempre en la superficie de esta película tan divertida como emocionante es la amistad entre los protagonistas, ese vínculo que han forjado en casi treinta años y que ahora de alguna manera se reinventa y se convierte en otra cosa. Una película que acierta en cada decisión que toma, incluso mostrando que el mundo sigue sin ser un lecho de rosas pero que hay algo de luz en los rincones menos imaginados.
LOS TIPOS MALOS: ¿TRUCO O ATRACO? (cortometraje) dirigido por Kevin Peaty, con las voces de Chris Diamantopoulos, Mallory Low, Michael Godere. En Netflix.
-Dreamworks fue siempre la compañía de cine animado que mejor vínculo tuvo con la estética del cartoon clásico. Sus mejores películas son mayormente esas en que la narración avanza sobre la locura de sus criaturas y del universo montado. Por eso, como en este caso, el formato de cortometraje no les cuesta demasiado y hasta se podría decir que es donde mejor funcionan sus ideas. Los tipos malos fue una película bastante exitosa de la compañía y uno de sus últimos hallazgos. Ahora, en este corto tomado por el espíritu de Halloween, los personajes (unos ladrones de estilo) deciden robar un gran botín que está en la mansión de un personaje bastante siniestro. El humor funciona por la velocidad y porque los personajes son carismáticos, y la historia se va articulando a través de una serie de giros que respetan en última instancia el concepto de las películas de robos maestros: una trampa detrás de otra trampa, que deja un resultado más que satisfactorio. No es una obra maestra del género, pero funciona.
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