El club de las cinco: platos voladores + Lincoln + Mirren + terapia + oficina
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “El hombre que amaba los platos voladores”, “El abogado del Lincoln”, “Alas blancas”, “Terapia sin filtro” y “The office: Australia”.
EL HOMBRE QUE AMABA LOS PLATOS VOLADORES (película) dirigida por Diego Lerman, con Leonardo Sbaraglia, Sergio Prina, Osmar Núñez. En Netflix.
-Lerman se corre de varios lugares en este acercamiento a la figura del periodista José de Zer, un ícono de la televisión argentina de los 80’s, con sus informes sobre avistamientos extraterrestres y casos paranormales en el popular Nuevediario. Del primer lugar del que se corre es de su propio cine, que se había convertido en una ficcionalización de la realidad, como puede ser la dictadura (La mirada invisible), la violencia de género (Refugiado), la venta de bebés (Una especie de familia) o la educación pública (El suplente). Aquí, paradójicamente, se mete con una biografía pero lejos está de representarla desde su lugar pseudo documentado: sigue a José de Zer, muestra algunas de sus disparatadas coberturas, pero la textura, el tono, es decididamente paródico y coquetea con el fantástico. De otro lugar del que se corre Lerman es de lo previsible, con una película que resulta por momentos inclasificable. El hombre que amaba los platos voladores tiene una estética que se luce, con esa simulación de la textura televisiva de los 80’s y una insistencia en la deformación de la imagen por la vía del ojo de pez, y dos actuaciones destacadas, Sbaraglia y -sobre todo- Prina, como ese “Chango” que avanza entre el cariño a su compañero de trabajo y la incredulidad sobre todo lo que sucede. El problema con lo imprevisible es que por momentos no se entiende la búsqueda. Aunque se agradece el riesgo y lo inquieta que resulta, hay algo que no termina de funcionar y vuelve a la película un poco confusa.
EL ABOGADO DEL LINCOLN (serie – Temporada 3) creada por Ted Humphrey y David E. Kelley, con Manuel Garcia-Rulfo, Becki Newton, Angus Sampson. En Netflix.
-Basada en las novelas de Michael Connelly, esta mezcla de relato judicial con policial detectivesco es una de esas series efectivísimas que hay en la plataforma Netflix. No es virtuosa ni una reflexión aguda (aunque hay una mirada sobre la justicia que a veces da en el clavo), no tiene el grado de calidad aumentada de las series del presente, pero hace recordar a las series episódicas que mirábamos en la tele cuando éramos chicos, con la diferencia de que ahora podemos maratonear. Mickey Haller es uno de esos personajes que generan empatía al instante, un abogado que cayó en la mala y que ahora busca recuperar su lugar profesional pero también humano, en la relación con su hija y su ex mujer, un poco talentoso y otro tanto un chanta, pero siempre un tipo inteligente que parece estar dos o tres pasos delante de la jugada. En esta tercera temporada, con los personajes probadísimos y el tono ajustado, Haller se enfrenta a un caso que tiene mucho de personal. La química en el elenco es notable, especialmente entre el abogado y su equipo de trabajo (la serie funciona muy bien cuando apela a la comedia), y Manuel García-Rulfo logra una de esas interpretaciones en las que la simbiosis con el personaje es inmejorable. El sello de calidad lo pone David E. Kelley, quien desde la producción demuestra su conocimiento en relatos judiciales. Un muy buen entretenimiento.
ALAS BLANCAS (película) dirigida por Marc Forster, con Ariella Glaser, Orlando Schwerdt, Helen Mirren. En cines.
-En algún momento el director Marc Forster parecía tener un futuro prometedor, pero progresivamente se fue instalando cómodamente en estos relatos diseñados para lograr la emoción fácil del espectador y su carrera se volvió impersonal. Alas blancas es parte del universo de Extraordinario, aquella película sobre un chico con una deformidad en el rostro que más allá del melodrama lacrimógeno exponía su tema con honestidad y sensibilidad. Este spin-off sigue al chico que maltrataba a aquel en el colegio, quien será adoctrinado por su abuela (Helen Mirren, de taquito) acerca de lo necesario de la bondad y los gestos amables. La historia que le cuenta no es más que su propia historia, ambientada en tiempos de la ocupación Nazi en Francia. Alas blancas tiene un diseño de producción importante y todos sus rubros cubiertos con profesionalismo, desde la fotografía a las actuaciones. Pero más allá de eso le cuesta construir genuina emoción sin caer en giros ampulosos, y su final se estira hasta una secuencia final que de tanto rizar el rizo del melodrama se vuelve autoparódica.
TERAPIA SIN FILTRO (serie – Temporada 2) creada por Jason Segel y Bill Lawrence, con Jason Segel, Harrison Ford, Jessica Williams. En AppleTV.
-Ted Lasso fue una de las grandes sorpresas en la producción reciente de series y Terapia sin filtro, si bien no llega a tomar la misma popularidad, continúa la misma senda. De los mismos creadores, aunque con el agregado de Jason Segel, esta serie se mete con un grupo de psicólogos y sus relaciones afectivas y sentimentales, pero fundamentalmente con sus modos diferentes de afrontar la profesión, entre una aproximación más tradicional en el personaje de Harrison Ford y buscando la experiencia personal con sus pacientes, en el caso de Segel. Lo que surge, entre ese ir y venir del consultorio al hogar, son una serie de viñetas sobre la vida contemporánea, sus dilemas existenciales, los pesares por las cosas sin resolver y la inteligencia y la sensibilidad para resolver lo que se pueda. En esta segunda temporada (se emitieron los primeros dos episodios), precisamente, lo que parece motorizar las acciones son las consecuencias de lo actuado en la primera, especialmente las malas decisiones. Entre los amores que no deben ser, pero nos resistimos a dejar de lado, la intimidad invadida y el miedo a los cambios va Terapia sin filtro, cuyo mayor acierto es su escritura, unos diálogos que definen perfectamente a sus personajes, verdades cotidianas dichas con elegancia y mucha gracia. Y, claro, sus intérpretes: Ford y Segel están perfectos, pero también lo está el enorme elenco.
THE OFFICE: AUSTRALIA (serie) creada por Julie De Fina y Jackie van Beek, con Felicity Ward, Edith Poor, Steen Raskopoulos. En Prime Video.
-En 2001 Ricky Gervais y Stephen Merchant crearon un concepto notable: una serie ambientada en una oficina, contada como si fuera un documental. Lo interesante surgía en ese retrato descarnado de la convivencia de un grupo de trabajadores, contado con el humor ácido propio de Gervais. Sin embargo en 2005 llegó una versión norteamericana que no sólo adaptó muy bien lo propuesto por los británicos, sino que exploró otras posibilidades, perfeccionó varios personajes y expandió un universo hasta convertirse en un fenómeno cultural que llega hasta nuestros días con su reconversión en memes gloriosos. Sobre esta base, aparece esta versión australiana, que mantiene el concepto de falso documental, respeta algunas subtramas e intenta actualizar sus temas (la historia de fondo es la posibilidad de cerrar la empresa y que los trabajadores pasen a home office, como durante la pandemia), pero se encuentra con un gran escollo: es como si sus intérpretes no pudieran despegarse del todo de las creaciones anteriores. Gran problema si pensamos que la propuesta de falso documental pretende un nivel de repentismo y aquí todo luce finalmente como una copia sin demasiada vida. Claro que la idea es tan buena, que al final algunos chistes funcionan.
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