El club de las cinco: silencio + Eddie Murphy + Hamm + Alba + Eddie Murphy otra vez
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “Un lugar en silencio: Día uno”, “Un detective suelto en Hollywood: Axel F.”, “Confiesa, Fletch”, “Detonantes” y “Mi nombre es Dolemite”.
UN LUGAR EN SILENCIO: DÍA UNO (película) dirigida por Michael Sarnoski, con Lupita Nyong’o, Joseph Quinn, Alex Wolff. En cines.
-En 2018 John Krasinski sorprendió al mundo con una pequeña película de terror autoral, cuyo éxito estaba centrado en un recurso de puesta en escena que funcionaba perfectamente para la generación de suspenso: para sobrevivir en este relato de invasiones alienígenas había que hacer absoluto silencio, ya que las criaturas tenían una hiper sensibilidad al sonido. Desde esa premisa básica, construía un relato familiar lleno de climas asfixiantes y buenas ideas. El recurso es tan potente y efectivo, que sigue funcionando, más allá de preguntarnos un poco cuál es el sentido de que esta nueva película sea una precuela en lugar de una continuación. Lo que cuenta Sarnoski es el día uno, la llegada de los feroces extraterrestres y la apuesta por la supervivencia de un puñado de personajes. Lo mejor que tiene la película es que crispa tanto, que evita las preguntas sobre lo que estamos viendo: ¿cuál es su sentido y justificación? En definitiva, es más de lo mismo, aunque hay una vuelta de tuerca por el lado de las emociones y también por la necesidad de explorar un nuevo territorio. Y sigue funcionando: una cámara suspendida, unos movimientos parsimoniosos, las caras súper expresivas de los personajes y el horror que aparece subrepticio. Receta de las mejores, que Krasinski ejecutaba con talento y Sarnoski como un alumno correcto.
UN DETECTIVE SUELTO EN HOLLYWOOD: AXEL F. (película) dirigida por Mark Molloy, con Eddie Murphy, Joseph Gordon-Levitt, Taylour Paige. En Netflix.
-En la necesidad de recuperar un espacio de popularidad, Eddie Murphy hizo la gran Stallone y se puso a revisitar algunos de sus grandes hitos: primero fue con la paupérrima secuela de Un príncipe en Nueva York y ahora hace lo propio con la cuarta entrega de Un detective suelto en Hollywood, su película más exitosa e icónica. Aunque cueste creerlo, Un detective suelto en Hollywood sigue siendo una de las películas más taquilleras de la historia del cine norteamericano. Es que además de efectivas en su mezcla de acción y comedia, fueron en su momento un hito cultural: el comediante negro más exitoso de la historia llegaba al cine como protagonista de un blockbuster universal. Por lo tanto, a esta altura, no es mucho lo que podemos pedirle a Un detective suelto en Hollywood: Axel F. más que buenos chistes y acción decente. Y eso es un poco lo que entrega, pero sumándole un elemento un poco abstracto pero que se disfruta desde el primer fotograma: un tono nostálgico, que apela a través del montaje y el uso de la música a generar un vínculo con el cine de los 80’s. El desconocido Molloy sabe cómo contarlo y Murphy está divertido como el mañoso Axel Foley.
CONFIESA, FLETCH (película) dirigida por Greg Mottola, con Jon Hamm, Kyle MacLachlan, Marcia Gay Harden. En Netflix.
-Sobre los libros de Gregory McDonald ya hubo un par de adaptaciones en los 80’s, con Chevy Chase -que estaba en la cima de su popularidad- como protagonista. Esta nueva versión, hecha con la intención de construir una saga (pero por los resultados comerciales parece que eso nunca sucederá) se muestra más fiel a los libros y lejos de tener que ser un vehículo para el lucimiento del comediante de turno. En este caso tenemos a Jon Hamm, que es un excelente actor y, además, un comediante excepcional; lo mismo que Greg Mottola, un director con notable mano para el humor como lo mostró en la emblemática Supercool. Confiesa, Fletch es un tipo de comedia como se hacían en los 60’s, una comedia elegante, sofisticada, con personajes resbaladizos y tramas llenas de giros que eran siempre una invitación a la diversión antes que a la competencia de inteligencia. Aquí el protagonista es involucrado en un robo y tiene que atravesar todo el relato para demostrar su inocencia. Hay algo hitchcockniano de fondo, pero siempre la habilidad de Hamm para jugar al personaje un poco torpe y un poco perspicaz, con gracia para el humor físico, pero también para el gag verbal. Es a partir de su presencia, y de la inteligencia del director para ubicarlo en el centro, que la comedia se va armando como una experiencia de otra época que logra trasladarse al presente sin sobresaltos.
DETONANTES (película) dirigida por Mouly Surya, con Jessica Alba, Mark Webber, Anthony Michael Hall.
-Netflix sigue intentándolo con el cine de acción. No le sale. En este caso recupera a la perdida Jessica Alba en un relato que la tiene como agente de las Fuerzas Especiales que debe regresar a su pueblo natal cuando le avisan que su padre ha muerto aplastado en una mina. Claro, prontamente descubrirá que su padre fue asesinado y que en el pueblo se cocina algo tremendo, una confabulación mafiosa que mezcla diversos poderes. Más o menos es la base de cualquier película de venganza, lo cual no molesta; el problema de Detonantes es que no sabe cómo mezclar esos lugares comunes para construir no ya algo novedoso, sino algo que nos interese. Y eso que Alba es una actriz con dotes para el género, pero el material es malo: el guión resuelve todo de manera desprolija y desde la puesta en escena, la directora Mouly Surya no encuentras las formas para despabilarnos. Mucho menos esos villanos de cartulina que parecen sacados de una floja película de fondo de catálogo de videoclub de los 90’s. Absolutamente descartable.
MI NOMBRE ES DOLEMITE (película) dirigida por Craig Brewer, con Eddie Murphy, London Worthy, Wesley Snipes. En Netflix.
Ya que hablamos de Eddie Murphy, traigamos a la memoria una película que tiene algunos años pero que fue la que trajo de nuevo al lado bueno de la vida al gran comediante: Mi nombre es Dolemite, una comedia basada en hechos reales, inspirada muy libremente en la figura de Rudy Ray Moore, un humorista popular y muy exitoso en la comunidad negra de los Estados Unidos durante los 70’s, que se empeñó en hacer una película y fue tanto un caos de producción como un suceso comercial sin precedentes. La película tiene todos los logros de recreación de época que imaginen y tal vez Murphy nunca estuvo mejor en su vida, absolutamente consustanciado con un personaje que le permite exhibir su vertiente más incorrecta. Mi nombre es Dolemite tiene la virtud de pensarse siempre como una comedia acerca del desastre y el descontrol, sin miedo a falsear lo bibliográfico. Algo que, de hecho, es bien propio de sus guionistas, Scott Alexander y Larry Karaszewski, autores de guiones de películas geniales, también comedias, también basadas en hechos reales, como Ed Wood, El mundo de Andy y Larry Flint.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión