El club de las cinco: Will Smith + Star Wars + Neeson + South Park + pandemia
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “Bad Boys: hasta la muerte”, “The Acolyte”, “En tierra de santos y pecadores”, “South Park: el fin de la obesidad” y “Sweet Tooth”.
BAD BOYS: HASTA LA MUERTE (película) dirigida por Adil El Arbi y Bilall Fallah, con Will Smith, Martin Lawrence, Vanessa Hudgens. En cines.
-Proveniente del videoclip, a mediados de los 90’s Michael Bay saltó al cine con Dos policías rebeldes, film acción del comienzo del fin del género que fue la carta de presentación de una carrera que lo tendría, más o menos por una década y media, como el rey del género en Hollywood. Era por cierto una película bastante mala, pero tenía la virtud para la estadística de tener a dos actores negros como protagonistas absolutos de una buddy movie mainstream. Esto dio lugar a una franquicia (la segunda es aún peor, de ser eso posible), que tardíamente en 2020 -ya sin Bay en la dirección- presentó su tercera entrega, con Adil El Arbi y Bilall Fallah. Aquella película atomizaba lo peor del humor sexista de la dupla para construir un film de acción que devenía en una desvergonzada telenovela grasosa. Si aquella se llamaba Bad Boys para siempre y uno pensaba en una suerte de despedida, esta Bad Boys hasta la muerte es otra vez un amague de despedida. Y cuando uno creía que le habían encontrado la vuelta, esta nueva entrega es un paso en falso para dos directores con cierto espíritu lúdico. Hay aquí desde lo visual un aspecto decididamente feo, con planos incomprensibles -como uno que se hace desde adentro de un reloj- y una serie de arbitrariedades que quieren pasarse como reflexión sobre la vejez y la muerte. Pero nada de eso funciona, apenas la acción correctamente filmada, aunque sin ninguna secuencia para sorprenderse en la butaca. Rutina.
THE ACOLYTE (serie) creada por Leslye Headland, con Amandla Stenberg, Dafne Keen, Jodie Turner-Smith. En Disney+.
-Star Wars fue en algún momento un evento generacional, pero a esta altura, con la creciente producción de series que exploran todos los rincones posibles de ese universo, digamos que el concepto se encuentra bastante desgastado. Así que cada nueva serie anunciada es celebrada con menos expectativa, aunque esto puede ser positivo: cuando nada se espera las cosas pueden ser mejores. Y un poco pasa con The Acolyte en su arranque (se emitieron dos episodios de un total de ocho), que promete ser mucho más emocionante que la mayoría de las desabridas adaptaciones televisivas de este universo, con excepción de la enorme The Mandalorian. Para los amantes de las cronologías, estamos en tiempos de dominio de los jedi, pero las cosas prontamente parecen ponerse oscuras. Todo arranca con la muerte de una destacada jedi y con la captura de una sospechosa, aunque hay un juego de dobleces y de hermanas que dispara la trama. Lo que sorprende en The Acolyte es el ritmo y el vértigo, la claridad en las secuencias de acción, las buenas coreografías y un espíritu más cercano a la aventura mandaloriana que a la monserga jedi. Por ahora funciona.
EN TIERRA DE SANTOS Y PECADORES (película) dirigida por Robert Lorenz, con Liam Neeson, Kerry Condon, Ciarán Hinds. En Prime Video.
-Para entender el valor de esta película, hay que recordar que Robert Lorenz trabajó muchos años al lado de Clint Eastwood. Entonces, la claridad narrativa, la construcción de personajes nobles a pesar de las trastadas que puedan cometer, se integra con una mirada absolutamente clásica sobre el cine. Con ese título uno hubiera pensado en cosas más grandilocuentes, pero En tierra de santos y pecadores es mucho más simple: en la Irlanda de los 70’s, un asesino a sueldo (Neeson, con el porte de siempre) queda en medio de las disputas de una célula terrorista del IRA tras salir en defensa de una mujer y su pequeña hija. Pero más allá de sus devaneos con un conflicto puramente irlandés, la película se define afortunadamente por sus gestos de cine de género, con elementos que indudablemente remiten al western (si hasta tenemos tiroteo final en un bar). Más allá de algunos giros poco rigurosos, se trata de un tipo de película de las que ya no sea hacen, lejos del mundanal ruido y cerca de la sabiduría para saber narrar un cuentito de reinvención personal y saldo de los pecados del pasado.
SOUTH PARK: EL FIN DE LA OBESIDAD (especial) dirigido por Trey Parker, con las voces de Trey Parker, Matt Stone, April Stewart. En Paramount+.
-Una de las cosas por las que recordaremos positivamente los 90’s es por el renacimiento de la animación: tanto por el revival del cartoon clásico como por la animación para adultos, que tuvo a Los Simpson como el mascarón de proa. En esa tormenta creativa, surgió una serie irreverente conocida como South Park, que aunque usted no lo crea estimado joven lector, sufrió censuras de diverso tipo y le costó afincarse en la televisión del mundo por su lenguaje procaz (recuerden, la generalidad cree que la animación es sólo para niños -y para transmitir valores-) y la virulencia de su contenido. Por suerte, Trey Parker y Matt Stone han continuado, llevan 26 temporadas y no han perdido una pizca de su fiereza, mucho menos en estos tiempos de cristal que les aportan muchos más temas. El fin de la obesidad es uno de los varios especiales que han venido produciendo en el último tiempo, una suerte de capítulos largos donde el humor corrosivo sigue siendo la bandera. Aquí el inmoral Cartman quiere acceder a una droga que le promete perder sus kilos de más y el especial avanza sobre el sistema de salud norteamericano, la fascinación social por las drogas mágicas que prometen mejorar la vida y la hipocresía acerca de cómo tratar la gordura. Tal vez la clave de todo el capítulo sea un gran chiste: porque Cartman quiere adelgazar no por mejorar su salud, sino porque eso le permitiría dejar sin respuestas a todos los que insulta ya que no le podrán decir “gordo” nunca más. Y esto incluye a Pakistán. Todo en poco más de 50 minutos. Vale la pena.
SWEET TOOTH (serie) creada por Jim Mickle y Beth Schwartz, con Christian Convery, Nonso Anozie, Adeel Akhtar. En Netflix.
-Esta serie fue una revelación en tiempos de pandemia severa, cuando todos estábamos adentro de casa. Su fantasía alrededor de los efectos de una epidemia global no hacía más que sembrar incertidumbre en un momento donde no parecía haber salida. En Sweet Tooth había un mundo atravesado por un virus y por la aparición de unas criaturas mitad humanas mitad animales. El protagonista, un niño ciervo, es el botín de guerra entre proteccionistas, farmacéuticas, puros oportunistas y demás siniestros personajes. La primera temporada era muy buena y la segunda estacionaba la acción en un tiempo y espacio, lo que la volvía un poco monótona (también reducía su discurso un poco a la infantil). Sweet Tooth precisa del movimiento, del viaje, donde los personajes puedan descubrirse. Y esta tercera temporada retoma ese espíritu, por lo que la acción y las decisiones que toman los personajes terminan siendo la clave. La serie es en el fondo una historia de vínculos, de vínculos sanguíneos (el gran asunto es la búsqueda de una madre), pero de esos otros que se forman en el transitar de las relaciones y a pesar de las diferencias. Hay un discurso medioambiental de fondo, que no molesta, y una construcción de un mundo que resulta entre tétrica y melancólica. El fin del mundo bajo la óptica de un niño, con su ingenuidad y su necesidad de explorar. Si bien ya no está a la altura del comienzo, se sostiene como una fábula más que atractiva.
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