El peor error: confundir ambas Coreas, la del Sur y la del Norte. ¿Yo, señor?, ¡no, señor!
En la fecha hemos leído azorados, que en un Tweet oficial de Cancillería Argentina, que la misma agradece a la República de Corea, (sin especificar a cual de las dos Coreas), la donación de 200.000 mascarillas protectoras KF94. Junto con el texto, se publicó nada menos que la imagen de Kim Jong-un, lider dictatorial de Corea del Norte, en lugar de la del Presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Corea del Sur, con quien Argentina mantiene fluídas relaciones diplomáticas, se encuentra, precisamente al Sur de la península coreana. Tiene una población de aproximadamente 51 millones de habitantes, ocupa el 12avo. lugar entre las naciones exportadoras, y su PBI es de 1,619 billones USD (2018), asimismo su PBI per capita es uno de los más altos del mundo: 31.362,75 USD (2018) –
Pero lo fundamental es que es un país democrático, con varios partidos políticos, respeto por los derechos humanos, y altísimos niveles de educación en todos los niveles. En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país y que en definitiva nos muestra el nivel de vida de sus habitantes, este indica que los surcoreanos tienen una excelente calidad de vida.
Por otra parte, Corea del Norte, o bien República Popular Democrática de Corea (RPDC), está gobernada desde 1945 por la dinastía comunista de la familia Kim. Actualmente su líder es Kim Jong-un, nieto del patriarca Kim Il-song. Es una potencia nuclear que recurrentemente hace pruebas de misiles con ojivas nucleares. Tiene una población de 25 millones de habitantes, una situación económica precaria, ya que su PBI se encuentra en los 40.000 millones, y el PBI per capita, es de USs 3.700 anual. Padece constantes hambrunas y su producción se centra alrededor de la industria pesada y la militar y nuclear.
Hay un férreo control estatal en todas las áreas gubernamentales, regido por el sistema Juche, una ideología de autosuficiencia nacional. Pero uno de los aspectos más interesantes de C. del N., es el sistema social interno de control, el Songbun, que clasifica a los habitantes de la península, 25 millones, en categorías, de acuerdo a su mayor o menor lealtad al régimen: su ubicación dentro de esta clasificación puede determinar la vida o la muerte, abarcando inclusive hasta tres generaciones; y la transición de una casta a otra, es prácticamente imposible
Dichas castas son hereditarias. Los nombres de las tres “castas” explican de por sí la clasificación: "Haeksim o leales", "Dongyo o vacilantes" y " Choktae u hostiles". Estas se establecen tan sólo por los antecedentes políticos familiares donde la primera de ellas Haeksim, está conformada por una élite militar y gubernamental, leal al régimen, las otras dos van reduciendo su lealtad, siendo la última la de los Choktae u hostiles, quienes viven permanentemente controlados. Los tres partidos políticos del Norte responden a directivas del Estado, además aclaremos que no está permitido el uso de Internet, y recien hace tres años que poseen sus habitantes, teléfonos celulares, pero solo para comunicaciones domésticas, están prohibidas las comunicaciones con el exterior.
En síntesis un estado autoritario, donde los DDHH no existen y se vive en una constante opresión.
Precisamente el iluminado que redactó el tweet de Cancillería, sin especificar en el agradecimiento a cual de las dos Coreas se refería, cuando debió aclarar que era a Corea del Sur; colocó en el tweet la foto del líder norcoreano Kim Jong-un.
Además de ser un profundo desaire para Corea del Sur, esta situación pone en relieve varias circunstancias: las publicaciones en redes sociales de Cancillería, no se revisan ni controlan, las mismas están en manos de inexpertos en relaciones internacionales, y que en un fútil intento de exculparse culpando a otro, Cancillería intenta hacer recaer la culpa en Tweeter, cuando bien sabemos, que Tweeter NO COLOCA per se, imágenes en los tweets.
Es un error muy tosco confundir a los presidentes de ambas Coreas. Si la Cancillería argentina, continúa en manos de personas no capacitadas; este error no será el último.
Mercedes S. Giuffré
CECCHI
Aclaración: los conceptos vertidos de quienes opinan son absoluta responsabilidad del firmante.