El té, la bebida más consumida después del agua
Hay consenso entre los nutricionistas en que beber agua en abundancia es saludable. Incluso, se dice que el hábito diario de su generoso consumo, además de hidratar podría favorecer la reducción de peso y ayudar a mantener el cuerpo libre de sustancias tóxicas, entre muchas funciones beneficiosas. Pero cuenta una leyenda que hace más de 4.700 años el Emperador chino Shen Nung, conocido como “Sanador Divino”, descubrió una forma de hacer aún más saludable su bebida cuando, accidentalmente, unas hoja de la planta Camellia sinensis de sus jardines cayeron sobre una vasija en la que se calentaba agua.
Esa bebida milenaria -y legendaria-, el té –Chá en chino-, a la que el Emperador le atribuyó dotes medicinales, hoy se ha convertido en la segunda bebida más consumida del mundo después del agua. Pero es mucho más que una bebida saludable. Es un elemento fundamental para grandes escuelas de pensamiento filosófico de China, Japón e India: Los budistas creen que beber té es una de las formas de concentrar la mente para relajarse y meditar y los taoístas lo consideraban como uno de los principales ingrediente del elixir de la inmortalidad, según nos cuenta Kakuzo Okakura, autor del clásico Libro del Té.
El príncipe Bodhidharma, hijo de un rey perteneciente a una casta de linaje llamada Bramini y monje hindú, promotor del Budismo Chan en China que luego se transmitió a Japón como Budismo Zen, decidió abandonar la India para predicar los preceptos de Buda en el reino de los Wei, al norte de China (año 527 d.C). Según cuenta otra leyenda, fue él quien descubrió los efectos energizantes del té.
A lo largo de esa historia –y muchas otras, si recorremos el mundo-, han ido evolucionando los métodos de preparación, dando lugar a variedad de ceremonias tradicionales, desde el té hervido, al molido y al infusionado. Son muchas las bebidas que se preparan, con este último método, es decir, echando agua caliente sobre hojas, flores, frutos o semillas de hierbas o plantas pero sin dudas, la más completa es el té, en cualquiera de sus variedades (té negro, verde, rojo, blanco, etc.), ya sea que se consuman puras o combinadas con otros ingredientes.
El Té Chai, por ejemplo, es una bebida típica del sur de India que le incorpora al té hierbas aromáticas y especias a las que el Ayurveda, antiquísimo arte de curar de la India, atribuye propiedades curativas.
Crear bebidas más saludables aún que el propio té, más sabrosas o aromatizadas, combinando las variedades puras con hierbas, frutas, flores, especias y hasta con chocolate para lograr los blends más exquisitos para todos los gustos es un arte conocido como Tea blending o arte de mezclar tés.
De la mano del tea blending, un mundo mágico de aromas, colores, sabores y beneficios, se puede abrir para todos, en el hogar, el trabajo o en una casa de té para visitar con amigos, familia, pareja o, por qué no, en solitario, siguiendo las tradiciones antiguas.
Lucía Malbernat, Titular Orientés, Casa de té en hebras
Patagones 495, Mar del Plata
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