Emma Stone es la nueva villana de Disney en el póster de Cruella
Mansiones incendiadas, Cruella prendiéndose fuego, actores de Cobra Kai y Game of Thrones como Horacio y Gaspar, los secuaces de la protagonista. Y esa risita malvada. Ya está el trailer de Cruella, la precuela de 101 dálmatas, con Emma Stone (Oscar por La La Land), que Disney estrenará el 27 de mayo en los cines de Latinoamérica.
“Humana no es, no sé qué será, y cual feroz bestia se debe enjaular. El mundo fuera mucho más feliz sin esa Cruella de Vil”, cantaba Roger, el dueño junto a Anita, de Pongo y Perdita, los “padres” dálmatas, de los cachorritos que Cruella de Vil quería para confeccionar su tapado de piel.
Los cambios serán notorios con respecto no sólo al largometraje animado estrenado hace 60 años, en la Argentina conocido como La noche de las narices frías, y la versión con actores con Glenn Close estrenada en 1996.
Emma Stone, que está esperando a su primer hijo, luce en el trailer usando un vestido trench, botas tipo de combate y algo desaliñada o sucia.
Ya su nombre de pila y su apellido denotan que es cruel, y despreciable. Cruella de Vil era la malvada de La noche de las narices frías, que tuvo su remake en los ’90, que sí se conoció como 101 dálmatas.
Queda demostrado que Cruella de Vil es una villana atemporal. Puede moverse en los años ’60, en los ’90 (con Glenn Close) o como la veremos en Cruella, en los años ’70.
"Cruella" transcurre en los años '70, en una Londres donde reina el punk. FOTO: DISNEY
Ahora Estella (como se llamaba en el original, parece) vive en los ’70 en Londres. La protagonista, que se mueve en pleno movimiento del punk rock, es una joven estafadora. Estella es original y creativa, y desea, con sus diseños de ropa, ocupar su espacio. Se hace amiga de Gaspar y Horacio, ladrones de las calles londinenses, pero cuando el talento de Estella llame la atención de la Baronesa von Hellman (Emma Thompson), la joven abrazará su lado perverso y se convierta en la vanguardista y ávida de venganza Cruella.
¿Cómo ha sido retratada hasta ahora Cruella? Flaquísima, fumadora empedernida, de rostro cadavérico en la versión animada, pasará a una más “amable” con Emma Stone tiñendo su cabellera rojiza -al comienzo de la película será como ella, pelirroja- la mitad izquierda canosa, la otra, negra. Siempre egoísta, sigue con su boquilla, maltratando a sus empleados, los ladrones Horacio (Paul Walter Hauser, de Yo soy Tonya y Raymond en la segunda temporada de Cobra Kai) y Gaspar (Joel Fry, Hizdahr zo Loraq en Game of Thrones).
El póster de "Cruella", protagonizada por Emma Stone. FOTO: DISNEY
Pero en 'Cruella' no tendrá que medirse con Anita ni Roger, pero tanto en la película animada como en la que protagonizó Glenn Close pasaba lo mismo que con el Guasón de Jack Nicholson en el Batman de Tim Burton. El villano es más carismático y comprador que los personajes buenos.
101 dálmatas se estrenó hace 60 años, en 1961. Por aquella época, pero conviene recordar que las películas animadas de Disney venían siendo clásicos no contemporáneos. Allí era más fácil jugar con los hechizos de los cuentos de hadas.
De Vil, de hada, no tiene nada.
Glenn Close, todo fashion en la versión de Cruella de 1996. 101 DALMATAS GLENN CLOSE CINE
Pero Cruella, a diferencia de las malas de aquellas películas, no es bruja ni hechicera. No apela a la magia como la madrastra de Blancanieves, ni Ursula con Ariel en La Sirenita, ni Maléfica en La Bella durmiente.
Eso sí, lo único que Cruella quiere es satisfacer sus deseos, sus caprichos, como todo buen villano de Disney que se precie. Sea la madrastra de La Cenicienta -querer casar a sus hijas- o Jafar en Aladdin, sabemos que apelarán a todo lo que esté a su alcance para lograr sus objetivos.
"La noche de las narices frías" o "101 dálmatas". La autora de la novela original tenía 9 dálmatas.
Cruella, de adulta, es una mujer que sólo quiere una cosa: fabricar(se) abrigos de piel con la de los cachorritos de Anita y Roger, que es músico (“su insignificante Beethoven” lo llamará Cruella).
Si en los ’60 codiciar tapados de piel podía pasar como un rasgo glamour cuando no de poder adquisitivo o de snobismo, el hecho de que Cruella los quiera, pero de piel de cachorritos, daba para que la colgaran del cuello de las agujas del Big Ben.
101 dálmatas (1996) fue de las primeras películas que Disney decidió adaptar un relato animado a uno con actores de carne y hueso. Fue un éxito de público, pero no le pasó lo mismo a 102 dálmatas, la secuela de 2000, con un nefasto Gerard Depardieu como malvado aliado de Cruella.
Cruella, de rostro cadavérico, delgadísima. Así era en el filme animado original.
Y eso que la dirigió Kevin Lima, en quien Disney había confiado para dirigir la animada Tarzán (un año antes, en 1999). Luego para Disney hizo Encantada (2007) y dejaría de dirigir largometrajes…
Tal vez le vaya diferente a Craig Gillespie, que lo único que dirigió para Disney es Un golpe de talento (2014), con un resultado no precisamente talentoso. Pero la apuesta es fuerte, porque Gillespie dirigió 'Lars y la chica real' (Ryan Gosling enamorado de una muñeca inflable) y Yo soy Tonya (Margot Robbie como la perversa Tonya Harding, la competitiva patinadora de hielo).
Para que se den una idea: Gillespie está en las preliminares de Pam y Tommy, la miniserie sobre la ex conejita de Playboy Pamela Anderson (Lily James ¿en serio?) y Tommy Lee (Sebastián Stan, a quien dirigió en Yo soy Tonya).
En mayo veremos el resultado.