En tiempos veloces, ¿cuáles son los alimentos de comodidad o conveniencia?
El gobierno municipal dispuso volver a fase 3 ante el aumento de casos de COVID-19 que se fueron suscitando en las últimas semanas. Por ende muchas actividades comerciales, industriales y de recreación volverán a la inactividad. Nuevamente, se refuerza la consigna de cuidarnos dentro de casa. Quizás, este retroceso nos prepara distinto para poder hacer frente a dicha situación, ya que hemos pasado por la misma, días atrás.
Como hemos hablado en publicaciones anteriores, estar organizados tanto en la compra como en la elaboración de los alimentos, hará que podamos cuidar nuestra salud y economía de forma más consciente.
Ante este nuevo panorama, me parece interesante plantear lo que, desde hace ya algunos años, se conocen como “alimentos de comodidad” o “productos alimenticios de conveniencia”, pero ¿qué son?
Actualmente, un poco por nuestro estilo de vida (falta de tiempo, cantidad de miembros de un hogar, etc) las personas buscamos alimentos fáciles de preparar y consumir, que no requieran mucho tiempo de elaboración y que sean funcionales a nuestro ritmo cotidiano. En general, estos productos no suelen ser los más baratos ni los más saludables del mercado, aunque en la industria ya existe una marcada tendencia a que sean más sanos. Se desarrollan, por ejemplo, contenidos controlados en sodio y azucares, cuidados en la calidad de las grasas y las materias primas utilizadas. Esto, motivado por algunas leyes que se han ido estableciendo en los últimos años y también para poder dar respuesta a la demanda de los consumidores, ya que muchos se inclinan por una mejor nutrición.
La falta de tiempo y dedicación necesarios para preparar las comidas en casa, suelen ser los principales motivos por los cuales se ha dado un crecimiento exponencial en el consumo de alimentos de conveniencia. Éstos incluyen una gran variedad de productos que han sido preparados total o parcialmente por la industria y que requieren una preparación adicional mínima, a veces ninguna, por parte de los consumidores, reduciendo así los tiempos de planificación y preparación de comidas. Por ende menos tiempo utilizado en la cocina que se suele capitalizar para trabajar o para realizar actividades placenteras.
Como mencioné, entonces, este tipo de productos no suelen ser los más baratos y muchas veces adquirirlos genera un gran impacto en la economía familiar. Teniendo en cuenta este particular momento en el cual reingresamos en el marco de la cuarentena, sabemos indefectiblemente que muchos dispondremos de más tiempo para la elaboración de comidas y, por qué no, para comenzar a elaborar nuestros propios alimentos de comodidad o conveniencia, en función de nuestros gustos y economía.
Si bien hay muchos productos que se encuadran dentro de este grupo, es probable que los productos congelados sean actualmente de los principales protagonistas. Este sistema de conservación de alimentos, nos asegura un guardado prolongado de los mismos, sin que se pongan feos ni pierdan, en muchos casos, sus características organolpéticas a pesar del tiempo.
Además nos permite tener en casa cierta disponibilidad de alimentos para ingerir en las comidas, sin la necesidad de caer en la preparación y consumo de productos de alacena o no perecederos (como arroz, pastas, polenta, etc).
Así como puedo adquirir alimentos elaborados congelados o congelar lo que considere adecuado, puedo preparar en casa mis propios productos para conservar en el freezer, donde seguramente la inversión de tiempo será mayor que si los adquiero en comercios, pero les aseguro que el gasto será menor y se ganará en el control de la calidad de nutrientes, evitando aditivos.
La elaboración en casa de hamburguesas/milanesas de legumbres, verduras cocidas, tartas en porciones, milanesas/hamburguesas de carne o pollo, pastas, panes y pizzas integrales, sopa de verdura, salsas, hasta incluso preparaciones dulces como tortas, muffins, galletitas, entre otros, pueden tener como destino el freezer de casa y hacernos más fácil y nutritiva la ingesta diaria, principalmente entresemana si es que no dispongo del suficiente tiempo para la elaboración de platos.
Cada vez con más asiduidad, los consumidores nos volvemos más exigentes en cuanto a frescura y calidad de alimentos adquiridos, por lo que es un buen momento para que economicemos en todo sentido.
Aprovechemos esta nueva etapa que se inicia en casa para ser exigentes con nosotros mismos en este sentido, para poder planificar en base a gustos personales o familiares los alimentos de elaboración propia que colmaran sus freezers, y que les permitirán poder llevar adelante una alimentación sana, casera, controlada en aditivos y nutrientes y por sobre todo mucho más económica.
Por Lic. Carolina Cordingley
Nutricionista (MP:2060)
@lic_cordingley
Aclaración: los conceptos vertidos de quienes opinan son absoluta responsabilidad del firmante.