“Hoy que se habla de cosas cancelables, de grietas, 'Los mosqueteros' no tiene nada que ver con eso”
Nicolás Scarpino y César Bordón protagonizan la obra junto a Nicolás Cabré y Fredy Villarreal. Los actores destacaron la calidad de la pieza escrita y dirigida por Manuel González Gil y la química del elenco.
Nicolás Scarpino y César Bordón protagonizan, junto a Nicolás Cabré y Fredy Villarreal, Los mosqueteros del rey, una obra que en los 90’s tuvo un gran éxito en los veranos marplatenses y que hoy vuelve a repetir el suceso en una temporada que “nos ha sorprendido favorablemente. Teníamos miedo: efecto país, el qué pasará, pero nada de eso ocurrió”, confió Bordón en diálogo con El Marplantese.
En la obra, escrita y dirigida por Manuel González Gil, cuatro actores tratan de dar inicio a una función en la que representarán el clásico texto de Alejandro Dumas, pero las complicaciones se incrementan y todo tenderá a ir hacia el fracaso. Los mosqueteros del rey se presenta en el Centro de Arte Mar del Plata (San Luis 1750) en una única función de jueves a domingos.
Igual de optimista que su compañero se mostró Scarpino, quien aseguró que “no nos podemos quejar, la temporada viene muy bien”. Aunque destacó que “el combo que hace que el éxito se redondee es la gira por la costa, lunes y martes, que vamos haciendo diferentes puntos de la Costa Atlántica”.
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-Venir a Mar del Plata con una obra con tanta historia en la ciudad…
(Bordón) Por un lado siempre una duda, porque no sabés qué puede pasar. Pero por otro lado, con el diario de ayer, hacer un clásico. Que tiene probadamente un éxito de taquilla, pero más allá de eso, que funciona, que es divertido para la gente, que es un placer hacer. Y que encima mis compañeros tienen la suerte de llevarlo hace dos años, así que está a punto caramelo. Funciona con un engranaje divino. Muy felices.
(Scarpino) Nos encanta. La verdad que Los mosqueteros… es una obra de la que siempre quise ser parte. Esos caprichos que siento que tengo y que mando al universo y ellos acomodan todo como para que resulte. Me siento orgulloso porque la propuesta me encanta, por el idioma de un humor muy sano, muy blanco, para toda la familia, donde no herís susceptibilidades, no hay malas palabras; hoy cuando es muy difícil contar humor.
(B) También es una obra impecable para este momento histórico de nuestra realidad. Hoy que se habla de cosas cancelables, de temas políticos, de bandos, de grietas y demás no tiene nada que ver con eso. Es una obra de humor, que quiere contar una obra de Los tres mosqueteros y no le sale. Y es redonda.
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-¿Habían visto las puestas anteriores?
(S) Es interesante que si bien es el mismo material, nosotros le pusimos nuestra propia impronta, que resulta en otra obra. No es un detalle menor. Porque aquellos que vieron la versión anterior, que era una genialidad, ven la misma propuesta pero diferente.
-Hubo mucho ida y vuelta con el director…
(B) Sí, porque las obras tienen que ver con el actor que las interpreta. Y esta más que otras. Porque si hacés Otelo tiene una línea argumental. Esta necesita que el actor quiera que pase por su sangre lo que tiene que pasar. Qué diferente la versión de Juan Leyrado con la Fredy Villarreal. Ni uno ni otro podrían hacer lo del otro y reproducirlo de otra manera.
-¿Qué convierte una obra en un clásico?
(B) Y… después de 100.000 funciones se convierte en un clásico (risas). El éxito, el resultado, la eficiencia del material.
(S) En que haya calado tanto en el espectador que hoy hace que se pueda haber mantenido en una pausa durante 30 años y resurja. No es una obra que haya estado constantemente en escena. Se vuelve a hacer y por eso vuelvo a esta sensación muy personal de “ay cuando se haga esto me gustaría ser parte”.
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-¿Hiciste el personaje que querías?
(S) Pensaba que Manuel González Gil, nuestro director y autor, me iba a dar el rol que hizo Hugo Arana, pero me dijo “no, te pensé para Grandinetti”. Yo bueno, lo que diga… Y hoy, con el diario del lunes, digo que no cambiaría nunca el rol. Amo a D’Artagnan.
-¿Cómo fue meterse en un grupo que ya estaba armado? (NdR: Bordón reemplazó a Jorge Suárez)
(B) Es algo que tiene que ver mucho con la inconciencia que tengo. No hago tantos trabajos, escojo algunos por una cuestión personal, y cuando me llamaron para esto dije “sí”. Es un espectáculo que funciona, me encantaban los que estaban. Era una locura y traté de negociar más tiempo para delante, para poder hacerlo bien y no lo logré (risas). Pero quería trabajar con Manuel González Gil. Fue demasiado dinámico meterse en un sistema en movimiento a una semana del estreno. La verdad que tardé una semana para empezar a disfrutar, y ahora siento que nado en un mar de absoluta felicidad.
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