Investigadores de la UNMDP descubrieron un jardín de corales en Mar del Plata
Este hallazgo desafía las nociones previas sobre la distribución de estos ecosistemas.
Un sorprendente jardín de corales ha sido descubierto frente a las costas de Mar del Plata. Este hallazgo, realizado por Gabriel Genzano y Pablo Meretta, investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), desafía las nociones previas sobre la distribución de estos ecosistemas. En este jardín, hallado en aguas templadas y poco profundas donde pocos esperarían encontrarlo, se abren nuevas puertas para la investigación científica y resalta la importancia de conocer estos fascinantes ecosistemas.
¿Qué son los corales?
Lejos de su parecido a las plantas, los corales son animales pertenecientes al grupo de los cnidarios, al igual que las medusas y las anémonas de mar, explicaron los investigadores. Si bien la imagen más popular de los corales remite a los fantásticos arrecifes tropicales, lo cierto es que existen también diversas especies que habitan en aguas profundas y frías.
“La característica distintiva de los corales es su naturaleza colonial: miles de pequeños individuos, conocidos como pólipos, se mantienen unidos y conectados entre sí. Estos arquitectos submarinos secretan esqueletos de carbonato de calcio (en los corales duros) o de proteínas (en los corales blandos) y forman estructuras complejas que pueden alcanzar dimensiones considerables”, precisaron.
Los corales duros pueden formar arrecifes coralinos, ecosistemas de una complejidad asombrosa que pueden extenderse a lo largo de cientos de kilómetros. Las aguas cálidas y cristalinas de los trópicos proporcionan el ambiente ideal para el crecimiento de estos ecosistemas.
Genzano y Meretta explicaron que a diferencia de los extensos arrecifes coralinos, los jardines de coral son formaciones más pequeñas. Estos ecosistemas pueden prosperar en una amplia gama de hábitats, incluyendo aguas más profundas y frías, donde las condiciones no son ideales para el desarrollo de grandes arrecifes.
Los jardines de coral están caracterizados por la alta densidad de una o pocas especies de corales, ya sean duros o blandos, creando un paisaje submarino único.
Un descubrimiento de gran importancia
Los jardines de corales han sido tradicionalmente asociados a fiordos y aguas profundas y frías. En concordancia con esto, hasta hace poco se pensaba que los corales blandos, como los que se encuentran en las costas de Buenos Aires, sólo podían prosperar a más de 100 metros bajo la superficie. Sin embargo, un reciente descubrimiento ha desafiado esta creencia: un exuberante jardín de corales, compuesto por las colonias del coral blando Tripalea clavaria, ha sido encontrado a solo 24 Km de la costa de Mar del Plata, en aguas templadas y poco profundas (26 – 35 metros); en el denominado Banco Patria.
“El hallazgo reviste gran importancia, en primer lugar, demuestra que los jardines de corales no se limitan a aguas profundas y frías, sino que pueden prosperar en una gama más amplia de condiciones ambientales. En segundo lugar, pone de relieve la rica biodiversidad marina que aún queda por descubrir, incluso en áreas que se consideran relativamente bien estudiadas”, dijeron los investigadores
Lo que más sorprende de este hallazgo es la densidad de los corales ya que se han registrado varios cientos de colonias por metro cuadrado.
Más allá de su belleza visual, el jardín de corales de Mar del Plata alberga una rica biodiversidad y cumple un papel fundamental en el ecosistema marino. Su topografía irregular, con canales, techos y pequeñas cuevas, crea distintos hábitats para una gran variedad de especies, como esponjas, anémonas de mar e hidroides. Los peces son uno de los principales beneficiarios de este jardín de corales ya que éste les brinda protección y es un área de cría y fuente de alimento.
“Estamos, entonces, en presencia de un verdadero oasis de vida marina en medio de fondos arenosos menos diversos. Su ubicación a una profundidad relativamente baja los convierte en ecosistemas accesibles para el estudio científico mediante técnicas de buceo autónomo. Esta accesibilidad ha permitido realizar observaciones in situ, calcular la abundancia de las especies presentes y determinar la diversidad biológica del lugar sin causar un impacto negativo en el ambient”, agregaron Genzano y Meretta.
Además, se han realizado observaciones directas de los distintos microhábitats, y obtenido numerosas fotografías, videos y notas detalladas durante las inmersiones de buceo, creando un registro valioso de datos. La ciencia ciudadana cumplió un rol importante en estos estudios que contaron con la valiosa colaboración de la Escuela de Buceo Thalassa.
El descubrimiento de este jardín de corales en Mar del Plata ha sido una revelación fascinante, demostrando que estos ecosistemas pueden prosperar incluso en aguas templadas y poco profundas.
“Es importante continuar con estudios de estos hábitats, no solo por su belleza y valor científico, sino también por el papel que desempeñan actuando como hotspots de biodiversidad y brindando una serie de beneficios ecosistémicos, siendo un atractivo turístico importante para pescadores deportivos y para la práctica de buceo autónomo”, aseguraron los investigadores de la UNMDP.
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Fuente: Portal Universidad
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