Jugos, licuados, batidos y smoothies: los protagonistas del verano
El verano es una de las épocas del año en donde las frutas y verduras se incorporan mucho más fácil a la dieta diaria. Si bien en el caso particular de la fruta, la recomendación que solemos hacer es consumirla como pieza entera, los batidos, smoothies, licuados y jugos son una buena opción para aumentar el consumo de estos alimentos frescos, que además de aportarnos vitaminas y minerales, nos hidratan, pero siempre considerando ciertas cuestiones fundamentales a la hora de elegir alguno de ellos.
Lo más importante a tener en cuenta es la porción diaria de estos alimentos, y en especial de las frutas, ya que las mismas por más que sean saludables y aporten una buena cantidad de vitaminas y minerales, tienen una porción diaria indicada. Tal es así que la Organización Mundial de la Salud y las Guías Alimentarias para la Población Argentina, recomiendan que el consumo de fruta al día sea entre 3 a 4 unidades, y esto es porque aporta a su vez una gran cantidad de azúcares simples.
En base a estas recomendaciones es que quizás solemos hacer hincapié en que su consumo sea en su pieza entera, ya que para preparar un jugo en general se utilizan varias unidades de fruta, lo que hace que las posibilidades que tenga de consumir más fruta como tal a lo largo del día, sea mínima. Además la fibra que podemos consumir por medio de éstas, se ve disminuida si no lo hacemos en su formato natural, como así también la saciedad. Por tal motivo, que este tipo de preparados sean buenos no quiere decir que se puedan consumir en forma ilimitada. Todo dependerá de las necesidades de cada persona y de sus requerimientos diarios.
De todas formas, estas bebidas son una gran y natural opción para quienes no suelen consumir a diario este tipo de alimentos, fáciles de preparar e incorporar a lo largo del día, ya que podemos consumirlos en desayunos, meriendas y colaciones.
Hay muchas opciones para prepararlos, pudiendo utilizar como base leche de cualquier tipo, agua o yogurt. Lo que no debemos hacer es agregar azúcar a la preparación, ya que estaríamos sumando calorías innecesarias.
La mayoría de las personas cree que la diferencia entre estas bebidas radica en la textura, si bien es una característica que las diferencia, hay otras tantas que también lo hacen. Veamos entonces, cuales son:
- Jugos: es el líquido que obtenemos de frutas y verduras al ejercer presión sobre estas de forma manual o bien de forma mecánica con la utilización de exprimidores. El jugo que obtenemos tiene una textura líquida pero contiene parte de la pulpa de la fruta. Normalmente, a los jugos no se les añade ningún otro tipo de ingredientes como puede ser agua, leches, bebidas vegetales
- Licuados: licuar significa hacer líquida una sustancia sólida. Un licuado es el líquido que se extrae de las frutas y verduras, pero a diferencia del jugo, en el licuado no quedan rastros de pulpa. Con el licuado, el cuerpo absorbe directa y rápidamente los nutrientes ya que los alimentos están en estado líquido. Si hablamos de la textura, en un licuado es más fina, totalmente líquida, a diferencia de los batidos donde la textura es más cremosa. Al mismo se le puede añadir agua, leche o bebidas vegetales.
- Batidos: Un batido es una bebida hecha con frutas, vegetales y otros ingredientes adicionales, donde las frutas y verduras se suelen batir enteras (sin quitarles la piel o las semillas), si es que el alimento lo permite. Como contienen la pulpa de las frutas, el resultado es un líquido espeso. Proporcionan toda su fibra, la cual hace que este se digiera de forma más lenta con respecto a los jugos, vitaminas, minerales y antioxidantes. La textura de los batidos es más sólida, densa y consistente que la de los jugos y, por descontado, que la de los licuados. Si queremos aún más cremosidad, se pueden añadir otros ingredientes como palta, frutos secos, bebidas vegetales, yogur, semillas, etc, haciendo que el mismo sea más nutritivo.
- Smoothies: Son muy similares a los batidos, en cuanto a composición e ingredientes que se utilizan. La diferencia principal entre los batidos y los smoothies se basa en la textura más densa y cremosa que obtenemos en los smoothies al utilizar alimentos congelados, ya sea fruta o helado.
Cómo suelo decirles a mis pacientes refiriéndome al consumo o no de estos preparados, es que “todo es cuestión de azúcar”. Cuando elegimos un tipo de bebida natural sobre otro también estamos decidiendo descartar o incluir algunos nutrientes.
Esta decisión tiene mucha importancia para nuestra salud, ya que cuando descartamos la pulpa, como en el caso de los licuados, estamos privando a nuestra bebida y organismo de las fibras, las cuales son fundamentales no solamente por su importante función de favorecer el tránsito intestinal, sino porque dificultan la absorción de los azúcares por parte del intestino. La absorción más lenta del azúcar hace que sus niveles en la sangre no se disparen de forma abrupta.
El control de los niveles de glucosa es importante para todo el mundo, diabéticos o no, y es un factor que queremos tener en cuenta por ejemplo, si estamos intentando perder peso. Aunque pueda resultar en algún punto exagerado, en algunos casos los jugos de algunas frutas muy dulces pueden llegar a tener una cantidad de azúcares muy alta.
Está claro que cuando hablamos de azúcar de la fruta no estamos hablando del azúcar blanca o “de mesa” súper procesada, sino de un complejo de azúcares naturales infinitamente menos perjudiciales para nuestro organismo. A pesar de esto es importante que conozcamos a fondo lo que estamos tomando, y más si lo hacemos por un deseo de llevar una vida más sana.
Como podemos ver, la forma de tratar las frutas y las verduras de nuestras bebidas tiene una importancia fundamental en los efectos que provocarán en nuestro organismo y salud en general, por lo que es adecuado poder contar con la información necesaria para poder hacer las mejores elecciones.
Por Lic. Carolina Cordingley
Nutricionista (MP: 2060)
@lic_cordingley
(https://www.instagram.com/lic_cordingley/?hl=es-la )