Los curiosos principios de Horacio
Por Roberto Garrone
La industria naval vive horas convulsionadas por un par de iniciativas que patearon el avispero y en el revuelo dejan a la vista principios y planteos de algunos protagonistas centrales que varían de acuerdo a intereses particulares.
Ingeniero naval, Horacio Tettamanti es uno de los empresarios del sector más importantes del Mar del Plata y el país. Aunque no figure en el directorio sigue siendo el responsable máximo de Servicios Portuarios Integrados (SPI), el astillero que más empleo genera en el puerto marplatense.
El astillero se beneficiará de una licitación millonaria que realizó YPF para construir una serie de buques y barcazas que transportarán combustible entre los puertos de San Lorenzo y Barranqueras a partir de enero del 2021. No en Mar del Plata sino en Campana, donde Horacio desembarcó para atender la demanda de la Hidrovía.
En realidad YPF le adjudicó la obra a la Compañía Naviera Horamar SA un astillero con instalaciones en Paraguay y que es subsidiaria de la multinacional Navíos South American Logistics Inc. Sus responsables son los hermanos López: Claudio, Horacio y Carlos.
Cuando era funcionario kirchnerista como subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Tettamanti despotricaba contra los manejos de los López. Ahora que serán socios hasta se deja fotografiar con ellos.
Ahora Horacio se enoja con otros actores de la industria naval. La CINA, la Cámara de la Industria Naval Argentina, presentó denuncias ante la justicia y la propia Oficina de Anticorrupción por todo el proceso de YPF.
En la CINA quieren saber por qué YPF, una empresa nacional, impulsa la industria naval paraguaya, que es más incipiente y tiene menos capacidad instalada que la argentina. Acusa a la petrolera de violar la Ley de Promoción a la industria naval aprobada hace 2 años. Sospechan de una maniobra dirigida con un dato: los pliegos de la licitación no establecieron que los artefactos navales debían construirse en el país.
SPI es el soporte principal de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval. En realidad la ABIN es el sello con el que Tettamanti buscó diferenciarse de la CINA y la FINA, la otra cámara que agrupa a astilleros y talleres navales. Al punto que durante un tiempo, Miguel Sánchez, empleado de Horacio en SPI, presidió la ABIN.
En un comunicado que se conoció esta semana desde la Asociación aseguraron no compartir ni comprender las impugnaciones y denuncias a la adjudicación porque “terminan perjudicando cualquier posibilidad de que se pueda concretar en nuestro país alguna parte del todo de estas construcciones”.
En ese sentido, remarcaron que “para algunos la mezquindad o la permeabilidad a intereses ajenos al sector industrial naval propiamente dicho, son más importantes a la hora de aportar soluciones concretas a favor del empleo argentino".
“Nunca hemos dejado de trabajar en la defensa y la promoción de nuestra industria naval, un único objetivo fundamental en el cual todos deberíamos comprometernos honesta y objetivamente", afirmó desde la ABIN, Tettamanti.
Para trabajar en la defensa y la promoción bastante silencio hizo Tettamanti/ABIN en el otro tema que afecta al sector: la cada vez más probable rebaja en los aranceles para la importación de buques pesqueros construidos en el extranjero. El compromiso de Etchevehere al Presidente de la Xunta de Galicia es bajarlo del 14% al 7% para barcos de hasta 30 metros de eslora.
La FINA tampoco, aunque su presidente, Enrique Godoy (Tecnopesca) y Domingo Contessi, miembro de la Comisión Directiva, cuestionaron en distintos reportajes dicha posibilidad que postraría el incipiente impulso que genera el Decreto 145 de modernización de buques firmado por Macri en el verano.
Por qué Tettamanti mantiene silencio en este punto y no le parece preocupante las consecuencias que puede generar la rebaja de aranceles? Es básico: Él no se especializa en construir buques pesqueros. Los diques flotantes de SPI, próximos a la Escollera Sur, son el escenario donde Moscuzza, Solimeno, Iberconsa reparan sus buques usados. Los nuevos los mandan a construir a Vigo.