Mar del Plata de contrastes
Por Roberto Garrone
El paro al que convocó el gremio de los obreros marítimos tendrá poco efecto porque por un lado la mayoría de los barcos están faenando en alta mar, tanto langostino como merluza, por otro, se espera que este miércoles el Ministerio de Trabajo dicte la conciliación obligatoria que abrirá un paréntesis de negociación por al menos 15 días.
No deja de sorprender la medida de acción directa que parece recordar los tiempos de Omar Suárez al frente del sindicato. No parece ser un problema de salarios de garantía los que enfrenta al sindicato con la patronal.
La tripulación de marinería y maestranza en esta flota perciben un básico de 10.300 pesos y pretenden un retroactivo a abril de 12.500 pesos para llegar al mes que viene, en Agosto, con un básico que alcance los 15.500 pesos.
Desde CAPECA accedieron a aumentar el salario básico de los marineros en un 35% en total, incluyendo un retroactivo compensatorio del año pasado y la actualización salarial del 2019. Con estos adicionales el básico alcanza los 13600 pesos.
No parece ser un problema salarial ni de poder adquisitivo. Parece una nimiedad la diferencia si a lo largo del año este grupo de trabajadores percibe salarios por más de 2 millones de pesos, según revelaron desde la propia cámara empresaria.
En Mar del Plata los congeladores merluceros siguen alimentando la estadística de desembarques. Hasta el 20 de junio se habían desembarcado 160 mil toneladas en todos los puertos. No está la estadística para compararlo con el mismo período del año pero hasta mayo las descargas mostraban signos positivos de más de 40 mil toneladas.
Los mejores desembarques de merluza incluso lograron recuperar la pérdida de descargas que había provocado la mala temporada de calamar. Hasta el 28 de junio Mar del Plata recibió 180.193 mil toneladas. En el primer semestre del año pasado fueron 178.844 toneladas.
El quiebre se advierte en los meses de mayo y junio. Mientras que en ese bimestre del 2018 en Mar del Plata se descargaron 46 mil toneladas, en este 2019 fueron casi 60 mil toneladas. Todo fruto de las mejores capturas de merluza y se sintió en los frigoríficos, que trabajaron mucho mejor.
El aumento de los desembarques no impidió que MSC anunciara que suspende la escala del barco de portacontenedores que tenía una frecuencia casi semanal. La naviera reemplaza al “Lena” que tiene grúas propias para remover la carga, por otro que no tiene. De los puertos de Montevideo, Rosario y Mar del Plata, este es el único que no tiene grúas o pórticos en muelle.
El Consorcio Portuario, que se da el lujo de tener casi 50 barcos abandonados en su espejo interior sin salir a pescar hace más de un año, conformó una Terminal Portuaria en el muelle 2, pero sigue detentando el uso del muelle en la sección 8. Ahí donde no hay grúas ni pórticos porque la Provincia no dispone de fondos para instalarlos.
Conformando una terminal portuaria con un operador privado y un muelle público, Merlini tampoco deja que lleguen inversiones privadas para aportar esa infraestructura que hoy brilla por su ausencia y la decisión de MSC dejó en evidencia, para sumarle problemas para los cargadores locales.