Mar del Plata y “un basural a la deriva”
En la visita al predio de Disposición Final de RSU del Complejo Ambiental del Municipio de General Pueyrredón, llevada a cabo el último miércoles, se contemplaron diferentes aspectos: Tratamiento diario de residuos (subcontratado a la firma Ashira); Planta de tratamiento de residuos (a cargo de Ciageser); y planta social (asignado a la empresa Esur).
A través de la comprobación ocular efectuada en el predio de disposición final de residuos sólidos urbanos, ambientalistas expresaron que “hay un absoluto desmanejo, en términos de una correcta técnica de gestión de un relleno sanitario, en la deficiente operación que hoy lleva el municipio en las tres áreas, antes mencionadas, que integran el Complejo”.
Y, además, indicaron que “la gestión ambiental es a todas luces deficiente, comprometiendo con agentes contaminantes tanto la tierra (por incorrecta disposición de los residuos), como el aire (por contaminación aeróbica por insuficiente e incorrecta cobertura y no tratamiento de líquidos) y el agua (por filtración a las napas y escurrimiento por declive del líquido lixiviado)”.
“Este compromiso ambiental es precisamente lo que distingue a un relleno sanitario de un basural a cielo abierto”, sentenciaron.
Reducción de volumen
Toda vez que el pliego licitatorio en tratamiento por el Concejo Deliberante se establece la necesidad de los oferentes aportar propuestas de reducción de residuos -que en deficiente técnica legislativa tampoco aclara si es en peso o en volumen dicha aspiración- en la visita realizada, “el EMSUR pretendió mostrar la reducción lograda por la operadora actual, que consiste en apenas una ‘chipeadora’ -fragmentadora de restos de poda- en el medio de un acopio de una especie de compost (con plástico y residuos, sin aplicación fuera del predio)”, destacaron los ambientalistas presentes en la recorrida del miércoles.
“Así, esta reducción en términos estadísticos es absolutamente marginal (menos del 3% del volumen de RSU está compuesto por ese residuo producto de la poda) y el compost anunciado no lo es tal desde que se comprueba a simple vista la presencia de innumerables restos de origen plástico (el compost para así ser considerado debe tener un componente 100% orgánico). Este barro con alto componente que mal podría llamarse compost es colocado en áreas del viejo basural Venturini, señalando el EMSUR que el mismo es de gran uso para la fertilización y se utiliza como cobertura diaria en algunas partes del módulo actual; de ser ello así el daño ambiental es paladinamente originado por el propio Municipio”, detallaron.
El EMSUR indicó que la densidad de la basura ronda los 900 kg/m3 gracias a una “buena compactación” y con CEAMSE era de unos 500 kg/m3. “Ambas aseveraciones no tienen ningún sustento fáctico y lucen meramente declarativas ante la evidencia de la incorrecta tarea de compactación que se comprueba en el predio, agotando la capacidad de disposición de las celdas a una velocidad que implica un dispendio de la obra de infraestructura a tales efectos realizada. Por lo demás no se observa la existencia de trituradora de escombros o cortadora de neumáticos alguna conforme indica el pliego”, continuaron.
Planta social
Como es sabido, el EMSUR no permitió el acceso a la planta social, la cual sólo pudo ser observada desde un plano lejano: “Aún siendo así, se pudo comprobar que la descarga y operación de la planta no se realiza en el playón correspondiente, sino en la parte trasera de la planta; ello evidencia condiciones de nula preparación para manejo de residuos. Ante tal comprobación el EMSUR argumentó que la permanencia de residuos en tan deficientes condiciones para la operación de la planta social -y consecuentemente para el trabajo de los recuperadores- ‘es por un lapso de apenas ocho horas’, pretendiendo de tal suerte omitir el hecho contaminante de los residuos en la planta social”, se explayaron los ambientalistas en el reporte.
Y subrayaron: “En cuanto a los recuperadores informales se pudo comprobar el esfuerzo de invisibilización de dichas personas, observándose una deliberada disminución de presencia el día de la visita. En efecto, el propio EMSUR informa que dicho personal informal está comprendido por un número menor a 120. Se destaca en este punto la contradicción que implica la expedición de 428 carnets habilitados que informa el propio EMSUR, y ni qué decir la las más de mil personas que informa la Iglesia que asiste con su ayuda permanente a esas personas en condición de vulnerabilidad”.
“En flagrante comprobación del mal manejo de la planta social se pudo observar incluso un incendio con llamas de consideración dentro de la planta social. Del EMSUR entonces informaron que “es un fuego controlado” -sic-. Nuevamente se destaca la absoluta precariedad a la que se confina a los recuperadores de residuos que trabajan en condiciones de riesgo evidente para su salud”, manifestaron.
Frente de descarga
“No se observa celda operativa marcada, lo cual de por sí genera dudas respecto de la correcta impermeabilización del área de disposición utilizada, que excede en mucho una correcta práctica de cobertura. El EMSUR marcó ante dicha observación que esa área de disposición es de 0,5 hectáreas cuando es de toda evidencia -y fácil comprobación a simple vista y aún con los medios tecnológicos disponibles- que dicha superficie excede holgadamente 2 hectáreas, en notoria desprolijidad y desmanejo de la celda operativa”, expresaron los ambientalistas en el informe al que tuvo acceso El Marplatense.
“También es necesario referir que el suelo de cobertura utilizado por el EMSUR es a todas luces deficiente e inapropiado en atención a los requerimientos exigibles para la correcta gestión de los módulos que establece 40 centímetros de cobertura provisoria de áridos, y luego 20 centímetros de suelo vegetal para el crecimiento de la gramilla. El EMSUR, según su propios dichos en la visita, usa como cobertura el supuesto compost generado; ya se expuso que ese compost no es tal atento su alto contenido de plástico, pudiendo decirse que la actual operadora está cubriendo ‘residuos’ con ‘residuos’, en un virtual basural a cielo abierto”, indicaron.
Asimismo, destacaron que “se pudieron observar la presencia en la operación de 2 compactadores, pero que llamativamente no son apropiados para la tarea de compactación de residuos. En efecto se trata de compactadores para usos viales, donde difiere el rodamiento que, en el caso de un relleno sanitario, requiere de cuchillas que van cortando los residuos en su faena. Esta evidencia es cuando menos sospechosa de la efectiva utilización de compactadores y desmiente la voluntarista ‘buena compactación’ que anuncia el EMSUR, sin sustentos fácticos comprobables.”
“Por lo demás, se pudo observar una topadora en un estado deplorable -en su tren rodante presenta una voluminosa acumulación de residuos que, según se pudo comprobar, impide su normal funcionamiento- y una pala cargadora sin una finalidad comprobable en dicho sector”, agregaron.
Y remataron: “Es por ello que también se comprueba fácilmente la notoria irregularidad en el compactado de la celda operativa, amorfa y en una especie de abanico -contraria todo protocolo de correcta ingeniería-. Grave asimismo la persistencia de taludes colmatados de líquido lixiviado y residuos sueltos”.
“Se puede ver asimismo cobertura reducida de redes de voladura, que explican la impresionante cantidad de residuos dispersos sin control en toda la geografía del predio y aún campos vecinos, todo ello poniendo en evidencia un mantenimiento de mal desempeño”, manifestaron en el informe.
“En cuanto a la cobertura diaria esperable y exigible para evitar contaminaciones aeróbicas, ella es apenas parcial y deficiente, puesto que los taludes se observan al descubierto. Se abunda en esta deficiente operación que aún en las áreas que se pretenden cubiertas se evidencian surcos donde los residuos sobresalen”, resaltaron.
Planta de tratamiento de líquidos lixiviados
La operación de la planta de tratamiento de líquidos lixiviados es por tecnología de ultra y nano filtración, lo cual encarece considerablemente su correcta gestión, requiriendo de insumos y repuestos muy onerosos. “Es de toda evidencia que la planta no se encuentra en funcionamiento, pretendiendo el EMSUR argumentar sobre serias evidencias que lo desmienten. Así se observa: a) el sedimentador secundario no está prendido porque según el EMSUR “está sedimentando el barro” -sic-; Un sedimentador es precisamente para sedimentar, y para ello es necesario estar encendido; b) Los reactores de la Planta de Tratamiento de Líquidos Lixiviados se observan con mucha espuma, lo cual acusa un alto rango de microorganismos, esto es, un reactor prendido -evidentemente para esa visita- pero sin ingreso de líquido lixiviado; c) Se observa el color negro persistente en el líquido durante todo el proceso, con lo cual se comprueba que la planta no está en funcionamiento; y d) También se observa líquido lixiviado sobrepasando los reactores, lo cual se comprueba además por la mancha negra observable alrededor del reactor”, informaron los ambientalistas.
“Con todo ello es correcta la conclusión de que los líquidos lixiviados que se generan en el Complejo Ambiental no son tratados, y si lo son es apenas en mínimos volúmenes y de manera deficiente, con el consecuente y grave compromiso ambiental que ello implica”, remarcaron.
Gases
“No existe en el predio venteo pasivo de gases”. Ante la pregunta efectuada a ese respecto, la actual operadora mencionó que “el gas se va con el lixiviado por los sumideros” -sic-, “evidenciando incluso un flagrante desconocimiento de la materia”, dijeron y expresaron: “La magnitud del módulo de disposición y la gran celda operativa expuesta, implican un altísimo riesgo de explosiones e incendios en épocas de verano, con las graves consecuencias que ello implica tanto para las personas como para el medio ambiente”.
Mantenimiento del predio
Los ambientalistas en el informe realizado determinaron que “el predio, conforme se observa en los profusos registros fotográficos y fílmicos producidos, presenta residuos sin control dispersos por toda la geografía del predio y campos vecinos. Todo el módulo y sectores comunes presentan voladuras, mientras que las redes de contención se ubican en una parte muy reducida de la descarga”.
“Por fin es de fácil observación la persistencia de líquidos lixiviado en todas las canaletas del predio, donde también hay remanentes de residuos que impiden su correcto escurrimiento”, cerraron.