"No conozco una ciudad que cobre por poner la cartelería teatral"
El productor teatral Carlos Rottemberg se mostró "sorprendido" por la pretensión del Ejecutivo de imponer el cobro de una tasa al sector en concepto de publicidad y propaganda y apuntó cuestionamientos a la viabilidad legal que tendría la iniciativa.
En un mano mano con El Marplatense, el empresario, que ya cuenta en sus espaldas con 40 años de temporadas en la ciudad, reconoció no conocer "ninguna ciudad en Argentina que cobre por poner la cartelera de las obras de teatro". "Nos sorprende mucho porque los teatros tienen una estructura dispuesta a soportar la publicidad que trae la compañía. Pero acá no se trata de la estructura sino por el tiempo que se usa para publicitar una obra", aclaró.
Según explicó Rottemberg, la notificación que fue enviada desde el Municipio le pide a las distintas salas "contar el día en que cada producción subió la marquesina y el día en que la va a bajar" para después realizar una "cuantificación del costo". "Esto será algo que tendrá que ver cada compañía cuando le llegue la boleta, aunque tampoco sé si llegará así o de qué manera", expresó.
El referente del sector se mostró escéptico a la posibilidad de que se le de un respaldo legal a la iniciativa promovida desde el Gobierno municipal. "Esto recién nos llegó el 29 de enero; no sé si legalmente puede prosperar algo así", dijo, y confesó: "Y tampoco sabemos si se trata de un monto grande o chico, no sabemos nada".
La gobernadora María Eugenia Vidal ya se expidió sobre el tema y le solicitó al jefe comunal, por medio de un escrito, que “se abstenga de implementar medidas que atenten contra el normal desarrollo de la actividad teatral y arbitre los medios para mantener la situación tributaria que el sector teatral ha tenido históricamente”.
La medida y su rechazo ya tienen como antecedente otro proyecto del gobierno de Arroyo, en este caso en el inicio de la temporada 2018, que buscaba dejar sin efecto las exenciones vigentes para el pago de tasas como la de Servicios Urbanos (TSU), por Habilitación de Comerios e Industrias y por Publicidad y Propaganda. Tras el rechazo masivo expresado en aquella oportunidad por empresarios y referentes del sector, y también por la propia gobernadora, la administración local dio marcha atrás con la iniciativa.
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