Oscar Centeno: "Quemé los cuadernos en la parrilla de mi casa"
Oscar Centeno declaró que quemó los ocho cuadernos donde registró los detalles de las coimas millonarias que ayudó a trasladar mientras trabajaba como chofer del número dos del ex ministro de Planificación Julio De Vido, Roberto Baratta.
Lo hizo el viernes por la noche, durante la ampliación de su indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, quien luego firmó la homologación del acuerdo que convirtió a Centeno en un imputado colaborador.
"Los quemé en la parrilla del fondo de mi casa", aseguró el chofer, según confirmaron fuentes judiciales. Aunque no dio una fecha exacta, solo dijo que "fue en los primeros meses del año". Lo hizo, de acuerdo a su versión, porque las anotaciones "le estaban trayendo muchos problemas". Aunque los cuadernos ya no existan, la causa no corre peligro: el fiscal Carlos Stornelli aseguró que Bonadio "tiene prueba suficiente, sólida y abundante" para seguir avanzando.
Tras escuchar la nueva versión de Centeno, Bonadio convalidó el pacto y firmó su excarcelación. El arrepentido obtuvo así su libertad, aunque estará bajo custodia dentro del programa que dirige el Ministerio de Justicia.
La figura del imputado colaborador es la misma a la que se incorporó Leonardo Fariña -en la causa conocida como la Ruta del Dinero K-, y Alejandro Vandenbroele, apuntado como testaferro de Amado Boudou.
El jueves, el ex chofer había admitido que los cuadernos eran de su propiedad. Fueron escritos por él y en ese marco, ratificó lo que en esas páginas había consignado durante casi diez años, con una interrupción de tres años tras el fallecimiento de Néstor Kirchner.
Para que Centeno sea considerado un imputado colaborador se requería la homologación del juez Bonadio, medida que adoptó después de la lectura de la ampliación de sus declaraciones. El ex chofer de Roberto Baratta había manifestado ante su defensor oficial y el juzgado que "temía por la seguridad de su familia, de sus trece hijos".
Centeno busca morigerar la pena en esta causa donde está acusado junto a otros 35 imputados, como partícipe de una asociación ilícita que -según calificó Stornelli en su imputación formal-, "fue comandada por Néstor y Cristina Kirchner".
En esta investigación se busca reconstruir un circuito de coimas. El primer número que se obtuvo al contabilizar directamente los números consignados en los cuadernos, asciende a 53 millones de dólares. Sin embargo, la Justicia realizó otro cálculo: tuvieron en cuenta otras operaciones que no se volcaron directamente en los cuadernos y así se habla de sobornos por más de 160 millones de dólares, según recalcó Clarín.