Pesca ilegal, memoria selectiva y política barata

Por Roberto Garrone

Luego de la viralización de las imágenes de parte de la flota pirata pescando dentro de la zona económica exclusiva, la posterior captura de dos buques por parte de la Armada y Prefectura, y el regreso arrepentido del pesquero chino al que el Guardacosta Fiqué había tenido que dejar escapar, ahora es la clase política la que reacciona para intentar desalentar la presencia de estos buques extranjeros al borde de la milla 200.

Esta semana se conocieron detalles del proyecto de ley del diputado chubutense Ignacio Torres para modificar los montos de las multas que prevé la Ley Federal de Pesca para aquellos buques extranjeros capturados dentro de la jurisdicción nacional. Cifras máximos que ahora llegan a los 10 millones de pesos, establecidos en 1998 y nunca fueron actualizados. Pero eso no es lo peor, el infractor puede allanarse y terminar pagando el 10% a partir de los descuentos y promociones por reconocer la culpabilidad.
Esto es lo que va a pagar el buque portugues “Galvao”, que espera en Bahía Blanca el fin de la cuarentena para determinarse el total de la captura. Del mismo esquema legal que promueve el saqueo con multas irrisorias se aprovechará el potero chino “Hong Pu 16”, capturado horas después. Nunca sabremos cuánto pescado había robado el Lu Rong Yuan Yu 669. El arrastrero chino se escapó pero a los 10 días se entregó y fondeó frente a las costas de Madryn, seguramente sin ninguna evidencia del robo a bordo.

El proyecto del diputado de Juntos por el Cambio establece que el infractor pague por el valor de mercado de la especie principal que tiene en bodega, con un mínimo de 300 toneladas. Para un potero serían unos 750 mil dólares de piso. Y lo más importante de la iniciativa es que no pueden allanarse y gozar de los beneficios adicionales que contempla la ley vigente desde 1998 y actualizada en el 2008, sin que se atendieran estas situaciones.

Más allá que tuvo ingreso el pasado 8 de mayo, en las últimas horas se conoció una iniciativa del diputado Juan Aicega; un pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre la situación de la pesca ilegal, sus protagonistas y los recursos afectados.

Para alguna de las dudas que quiso conocer el legislador alcanza con leer los diarios. Otras con pedir los expedientes de la Justicia Federal y otras están en pleno desarrollo del expediente en la Dirección de Control y Fiscalización de la Subsecretaría de Pesca.

Aicega no es un diputado recién llegado a la Cámara como Torres. Desembarcó a la cámara en diciembre de 2017. Celebramos su repentino interés por la depredación de los recursos naturales que genera la flota extranjera. No son 14 mil millones de dólares, como señala entre los fundamentos de su pedido de informes, al cual tuve acceso, y que todos los medios replicaron sin la más mínima objeción a semejante disparate. Chequear ya fue...

“Fue un error de tipeo; quisieron poner 1400 millones”, confiaron allegados al Diputado ayer al mediodía cuando intentaba buscar alguna pista de cómo habían llegado a semejante número. La flota nacional el año pasado exportó por 1864 millones de dólares. Pero eso no es lo más repudiable de la presentación del Diputado.

Aicega ya ocupaba su banca cuando el 8 de febrero de 2019 el guardacostas “Mantilla” de la Prefectura capturaba al arrastrero congelador coreano “O Yang 77” pescando dentro de nuestra zona exclusiva.

Al repasar su labor legislativa en las semanas posteriores a la captura del buque coreano no se encuentran pistas sobre pesca ilegal. En marzo expresó “preocupación” por la criminalización de la labor periodística de los señores Rolando Graña, Daniel Santoro, Eduardo Feimann y Rodrigo Alegre, por parte del juez Alejo Ramos Padilla, donde se los vincula con una posible red de espionaje. En abril expresó “beneplácito” por los logros de la selección argentina de bochas en las “Olimpíadas especiales de verano”, realizadas en Emiratos Árabes. En mayo... sí... deje de buscar.

Como integrante de la Comisión de Intereses Marítimos en Diputados cuentan que se comprometió a invitar a Juan Bosch, titular del área de pesca, para debatir la actualización de los montos que ahora propone su colega Torres. El Subsecretario nunca apareció por el edificio aledaño al Congreso.

Si a Aicega le interesa la pesca ilegal y sus consecuencias para la flota y los recursos pesqueros argentinos, bien podría mirar hacia adentro del caladero. Trabajo no le faltaría para redactar pedidos de informes porque acá también tenemos barcos que no deberían estar pescando y sin embargo son intocables.

En las últimas horas se conoció que el tangonero “José Américo”, de la empresa Moscuzza, resultó ser el barco que más langostino pescó durante el 2019. Fueron 2444 toneladas de las 215 mil que se declararon. Ese barco es ilegal, Diputado. Lea los artículos publicados en Revista Puerto, pida informes Diputado. Defienda los intereses nacionales.

El “José Américo” es fruto de una reformulación vergonzosa. De un barco potero, pesca calamar, Diputado, generaron una autorización de captura para especies no cuotificadas, langostino, Diputado. Y le asignaron 2600 toneladas sin ningún criterio. Le preocupa la pesca ilegal, Diputado, esta parte que sigue le va a interesar...

Porque la trampa no termina ahí. El proyecto del permiso reformulado contemplaba el ingreso de un barco de 39,90 metros de eslora máxima. Pero no lo va a creer Diputado... “Pototo” trajo uno de más de 47 metros y de una potencia y capacidad de pesca mucho mayor a la declarada originalmente. Se llevó puesto un plan de manejo de langostino que tenía casi 30 años de vigencia; le abrió la puerta a la sobrepesca de un recurso que hoy evidencia signos de agotamiento. Indague, Diputado...

El “José Américo” no podría haber pescado uno solo de los 2.440.000 kilos de langostino que declaró pescar el año pasado. Toda la maniobra fue promovida y avalada por el gobierno del que Mauricio Macri fue Presidente, Juan Manuel Bosch, subsecretario de Pesca, Oscar Fortunato representante del Poder Ejecutivo en el Consejo Federal Pesquero, y usted, Diputado de la Nación. Sin ningún pedido de informe al respecto, faltaba más.