¿Qué une a La ley y el orden con la seguridad vial?: el origen de la barra Mansfield
Jayne Mansfield fue una celebridad entre los 50’s y los 60’s, una de las rubias de Hollywood que competía con Marilyn Monroe. Su temprana muerte dio lugar a un invento que salva vidas.
Seguramente muchos conocen a la detective Olivia Benson, la intrépida agente que protagoniza La ley y el orden, la serie de Dick Wolf que es una de las de mayor vida en la historia de la televisión norteamericana. Lo que muchos no saben es que existe entre ese personaje y la seguridad vial un lazo impensado, y no porque Benson se dedique a hacer muchas multas de tránsito precisamente.
Todo comenzó el 29 de junio 1967, cuando la actriz, cantante y modelo Jayne Mansfield perdió la vida en un luctuoso accidente de tránsito. Mansfield se encontraba por entonces en una debacle de su carrera, y actuaba en clubes nocturnos. En una madrugada, cuando regresaba al hotel donde vivía, el auto en el que iba se estrelló contra la parte trasera de un camión. Como consecuencia, murieron tanto Mansfield, como el chofer y su prometido, Sam Brody, pero sobrevivieron sus tres hijos que iban en el asiento trasero.
Mansfield fue una actriz que tuvo su época de fama en los años 50’s y en buena parte de los 60’s, un tiempo en el que las rubias se imponían en las películas de Hollywood, verbigracia la icónica Marilyn Monroe con la que siempre la comparaban. Sin embargo había algo en su personalidad, mucho más cautivante y sexual a partir de su cuerpo voluptuoso, y también en su inteligencia para construirse un camino. Su trabajo fue reconocido incluso con premios, como el Globo de Oro por su actuación en The girl can’t help it, una comedia musical dirigida por el gran Frank Tashlin.
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Pero además de su llamativa presencia en la pantalla grande, Mansfield tuvo una vida bastante liberal, que incluyó tres matrimonios (en los que tuvo cinco hijos), el primero de ellos a los 16 años, y también alguna actividad escandalosa para aquellos tiempos como su aparición desnuda en la revista Playboy. A todo esto hay que sumarle un comentado amorío con el presidente John F. Kennedy y adicciones varias. Más allá de que murió imprevistamente en un accidente de tránsito a los 34 años, Mansfield ya había tenido para entonces un ascenso y caída meteórico.
Volvamos entonces a esa fatídica madrugada del 29 de junio de 1967. El auto en el que viajaba la actriz impactó a toda velocidad contra la parte trasera de un camión, por lo cual el vehículo se terminó metiendo debajo de ese rodado. Durante muchos años circuló una leyenda urbana que decía que por motivo del accidente, Mansfield había sido decapitada. Pero eso fue descartado tiempo después por los empleados de la casa fúnebre donde fue llevado el cuerpo, quienes negaron esa especie en una entrevista. Supuestamente la confusión llegó porque en el momento del siniestro se encontró sobre el pavimento una de las pelucas que usaba la actriz, y algunos creyeron que se trataba de su cabeza.
El accidente vial tuvo su repercusión mediática evidente, con la suficiente explotación de lo macabro del asunto, pero además una imprevisible repercusión por el lado de lo legal. Y es que a partir de lo sucedido, la Administración Nacional de Tránsito y Seguridad en Autopistas de los Estados Unidos recomendó la colocación de una barra que sirva de parachoques en la parte trasera, la cual se convirtió en obligatoria finalmente sobre fines de 1998.
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Esa barra que es conocida técnicamente como ICC Bar o Barra DOT, un implemento de acero pintado con rayas blancas y rojas, tiene como objetivo absorber el impacto de los autos que choquen por detrás, impidiendo el deslizamiento debajo de los camiones. Pero más allá de sus detalles técnicos, la gente identifica a ese parachoques como “barra Mansfield”, en homenaje a la actriz cuya muerte motivó un cambio que salvó la vida de muchísimos automovilistas.
Como decíamos, aquella noche de junio de 1967 además de los tres pasajeros que murieron instantáneamente, en el auto viajaban tres de los hijos de la actriz, que salvaron su vida milagrosamente. Uno de ellos era nada más y nada menos que Mariska Hargitay, quien siguió el camino de su madre y precisamente interpreta a la citada detective Benson en la popular serie dramática La ley y el orden.
Sobre el trágico accidente, la actriz reconoció en una entrevista no tener ningún recuerdo, aunque en su rostro quedó la marca de una cicatriz generada aquella noche. No obstante consideró que haber perdido a su madre a tan temprana edad le dejó “un vacío” en su vida, pero la convirtió “en la persona que soy ahora”.
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“Nunca voy a superarlo. Siempre voy a ser una pequeña que perdió a su madre”, agregó Mariska sobre el accidente que se llevó la vida de Jayne Mansfield y que le dio al resto de la humanidad una herramienta de cuidado más que importante.
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