Qué viene después de MSC
Por Roberto Garrone
En mayo pasado el Consorcio Portuario otorgó un permiso de uso a Hipoute SA para desarrollar el servicio logístico vinculado con la operación de la carga en los buques de portacontenedores, en dos predios por casi 20 mil m2 sobre el muelle 2 del puerto local.
La habilitación del operador puso fin a una disputa con la autoridad portuaria que se había prolongado por más de tres años y buscó no solo la regularización administrativa sino también cumplir con uno de los viejos anhelos de Aduana: que Mar del Plata tenga un servicio seguro y habilitado donde poder planificar una zona primaria aduanera.
La habilitación del consorcio es por un año y el nuevo permisionario debe gestionar ante la propia Aduana la habilitación como Terminal Portuaria. Si no logra ese propósito debe reintegrar las tierras al Consorcio cumplido el primer año de vigencia.
Los predios cedidos no incluyen el muelle sobre la sección 8 del espigon 2. Sin el muelle Aduana jamás habilitará a Hipoute como una Terminal Portuaria ni el área de operaciones en zona primaria aduanera. Hay habilitación, no hay futuro ni estímulo para que se desarrolle la actividad.
El Consorcio sabe lo que entregó y sabe las exigencias de Aduana. Por eso resultan curiosas las declaraciones que formuló Martin Merlini a Canal 10 hace unos días cuando se le consultó por las grúas o pórticos que se necesitan colocar en el muelle para poder movilizar los contenedores ahora que MSC deja de venir a Mar del Plata.
La naviera cambia de barco por otro que no tiene grúas propias. Y como Mar del Plata carece de esta infraestructura, interrumpe las escalas en este puerto.
“Son inversiones que esperamos que hagan los privados. De hecho, hemos normalizado la situación del operador actual en el Puerto de Mar del Plata sobre el tema de buques portacontenedores, razón por la cual estimamos que es necesario, después de haber normalizado esta situación técnica, legal y operativa de la empresa para que pueda operar, que tengan también la voluntad y el deseo de querer invertir en estas cosa”, dijo el Presidente del Consorcio.
Que operador va a invertir los millones de dólares que se necesitan para traer una grúa o colocar un pórtico sobre el muelle para una operatoria mecanizada, si sabe que en menos de un año debe entregar el predio porque no pudo cumplir las condiciones establecidas.
Y no las puede cumplir porque al momento de diseñar el área a conceder, excluyeron el muelle de ultramar, desoyendo las recomendaciones de la propia Aduana y los equipos técnicos del Ministro de la Producción. Muy lejos del trabajo en equipo y demás frases de campaña.
Entre enero y junio se exportaron por Mar del Plata 41 mil toneladas en las 31 escalas de los buques de MSC y de Maersk. El año pasado en el mismo período analizado se habían exportado 60 mil toneladas. Qué pasó?. Falto un poco de calamar que este año se exportó por puertos de la Patagonia, principalmente Puerto Deseado, pero también el negocio pesquero atraviesa un período especial, con una fuerte caída de ventas.
La semana que viene posiblemente y sino en los primeros días de agosto, el “Lena” de MSC haga la última visita a puerto Mar del Plata después de más de 4 años de un servicio en continuado.
El contexto no parece abrir las puertas al optimismo. Con un mercado achatado, los cargadores desunidos y utilizando más la Autovía que el puerto, y un Consorcio que espanta inversores, pensar en repetir las 116 mil toneladas que se exportaron por Mar del Plata el año pasado parece una utopía.
Nadie sabe qué vendrá después del buque de MSC. Sí qué pasó antes. Una Terminal Portuaria que no fue ni será, de la mano de una autoridad portuaria a la que no le interesa el desarrollo de la actividad.