Radiografía de la pesca mundial y un zorro en el gallinero
Por Roberto Garrone
En el marco de la celebración el pasado 8 de junio del Día Mundial de los Océanos, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hizo público el informe SOFIA 2020 sobre la actividad pesquera en 2018.
Se trata de una radiografía del sector: tendencias sobre consumo humano, situación de principales pesquerías, cantidad de empleos generados, de producción acuícola, barcos operativos, exportaciones, etc. El informe revela que el 78% del pescado desembarcado en el mundo procede de pesquerías sostenibles. Un dato curioso por cierto.
Antes del COVID-19, la caída de los precios internacionales y la demanda de los principales consumidores de materias primas de origen marino, el mundo pesquero sumaba datos auspiciosos: incrementos en la captura mundial y en el consumo por habitante que llegó a 20,4 kilos por año. En algunos lugares comen mucho más que eso si pensamos que Argentina no llega a 5 kg por habitante por año.
Según el informe, la producción mundial de pesca de captura alcanzó en 2018 el nivel más alto nunca registrado con 96,4 millones de toneladas, cifra que supone un aumento del 5,4% respecto al promedio de los tres años anteriores.
En ese tablero Argentina hace un aporte importante. Poco menos de un millón de toneladas desembarcadas entre especies marítimas y fluviales. China tuvo un crecimiento sostenido y pasó de 4 a 15 toneladas en los últimos 30 años para transformarse en el principal productor pesquero del mundo.
La Unión Europea (UE) por su parte, ha tenido una producción de pescado estable en las últimas dos décadas con un promedio de 5 millones de toneladas anuales, lo que equivale al 6% de las capturas mundiales.
Dentro de UE, España ocupa el primer lugar con 1,1 millón de toneladas capturadas. Casi un 70% lo hace con 192 barcos que pescan en mares distantes como el Atlántico Sur. Toda la flota se agrupa en la Confederación Española de Pesca (Cepesca), que preside Javier Garat.
El dirigente español se refirió a los resultados del Informe SOFIA. “Estamos completamente de acuerdo con la FAO en que la fórmula perfecta para la conservación del océano se encuentra en una mayor y mejor gestión pesquera”, dijo.
De acuerdo a cifras suministradas por la propia Confederación, en el océano sud occidental, en aguas próximas a nuestra zona económica exclusiva, “hace más de 37 años” operan entre 22 y 26 buques de bandera española.
“Esta flota no cumple con ningún tipo de control ambiental, no respeta temporadas de reproducción, tamaños, ni estado biológico de las especies, y permanentemente vierte al mar miles de toneladas de residuos de todo tipo”, señala un informe elaborado por el Círculo de Políticas Ambientales
Esta semana se conoció la iniciativa del gobierno nacional por modificar la Ley Federal de Pesca e incrementar las multas por pesca ilegal, cuyos montos están en pesos y no se actualizan desde hace 30 años. El proyecto del oficialismo ata la infracción al valor del precio del litro de gas oil con un piso de 500 mil litros y un máximo en los 3 millones.
Para Milko Schvartzman, conservacionista marino y autor del informe ambiental, no alcanza con elevar las multas. Argentina debe incautar los barcos que sean capturados pescando de manera ilegal, y el país propietario correr con los gastos de embanderamiento o desguace y disposición final, así como el traslado de los tripulantes.
“Tiene que haber una protesta diplomática pública y formal, procesamiento penal con prisión efectiva del capital y oficiales de la embarcación, presentación formal del hecho ante organismos initernacionales. También transparencia y liberad de información, incluyendo derrotero de los últimos 3 años del barco infractor, puertos visitados y datos de las embarcaciones con las que realizó transbordos en alta mar”, dijo el especialista.
Acá todavía no sabemos la multa que pagó el buque portugues y el otro potero chino capturados hace más de 40 días. Tampoco se divulgaron imágenes para comprobar condiciones de trabajo y habitabilidad a bordo. En esta flota es común que haya violencia extrema y trabajo esclavo.
En febrero del 2018 el Playa Pesmar Uno, de bandera española fue capturado pescando dentro de nuestra zona económica exclusiva y en su bodega tenía más de 300 toneladas de merluza.
Además de Cepesca, Garat también preside la Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras (ICFA), otro sello del que se valen para inmiscuirse en caladeros remotos y hablar de políticas de trazabilidad cuando son de los primeros en no respetarla.
Los productos que pesca España en la milla 201 tienen su sello de origen como si hubiesen sido capturados en aguas españolas. Los comercializan en condiciones ventajosas en relación a empresas locales, principalmente los poteros con el calamar.
En Argentina hay muchas empresas de capitales españoles que se desarrollaron principalmente en ciudades patagónicas. Días pasados Cepesca firmó un acuerdo de colaboración para la protección de recursos pesqueros con OPRAS, la organización que de este lado del océano representa a los capitales españoles. En un comunicado desde OBRAS desconocieron a las Malvinas dentro de nuestra zona económica exclusiva.
Hasta acá, la misma estrategia de erigirse en el protector de los mares del mundo cuando en realidad tratan de correr a los chinos del mapa. Los asiáticos son el peor estrago a nuestros recurso marinos, pero España no le anda lejos.
Con esa doble moral de ponderar lo que dice la FAO y desconocer lo que hace el Playa Pesmar Uno, ahora están preocupados por 16 mil barcos chinos que están fuera de control de las organizaciones regionales de pesca. Ellos son los que promueven el control y la lucha contra la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada. Que es exactamente lo que hacía el Playa Pesmar cuando lo capturaron.
En esa estrategia de ganar espacios y legitimarse de este lado del Atlántico, esta semana Garat participó de un encuentro virtual con los integrantes de "Alpescas", la Asociación Latinoamericana de Cámaras Empresarias de la Pesca. Desde hace unos años, en representación de Argentina participa la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura. El objetivo del encuentro fue analizar el contexto actual bajo la pandemia del covid-19.
Cesar Lerena, experto en Atlántico Sur y Pesca, en su reciente artículo “Quién ejerce el poder en el Atlántico Sur”, traza un perfil de Garat y descubre sus verdaderos objetivos. “Cree que los productos elaborados en terceros países no reúnen el estándar de calidad de los españoles. Entiende que se reducirá la productividad de la pesca en el viejo continente y eso condenaría a Europa a incrementar sus importaciones de productos de terceros países".
A contramano de las sugerencias científicas en UE, Garat, se manifestó contrario al proyecto de reducir las capturas en la Unión Europea, eliminar en forma progresiva las redes de arrastre e ir hacia la pesca selectiva. Los españoles destinan solo el 3% de sus buques arrastreros a pescar en aguas comunitarias. El 97% restante los destina a caladeros externos, incluido el Atlántico Sur,
“El preocupado por cuidar el recurso, Don Javier (sic), enviará al Atlántico Sur lo que la Unión Europea rechaza; degradando, depredando y dificultando las operaciones de los poteros argentinos”, subraya Lerena.
Por supuesto que hay que discutir en la Convención de los Derechos del Mar de la ONU lo que ocurre en la milla 201, pero España y Garat no pueden dar lecciones de nada, cuando lejos de generar soluciones, son parte del problema.