“The Crown” afectó la imagen de Isabel II y su familia
El drama histórico The Crown está empañando la reputación de la familia real, según mostró una nueva encuesta. Más de un tercio de los espectadores de la serie —el 35%— afirmó ante la firma de encuestas Focaldata que su opinión sobre la monarquía británica mejoró “un poco” o “mucho”, publicó el diario The Sunday Times. El 42% no cambió su opinión, incluso después de ver la temporada 4, que se estrenó a mediados de noviembre. Algunos de los episodios detallaron la soledad de la princesa Diana y el romance del príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles. Sin embargo, el 23% dijo a los encuestadores que su impresión empeoró: el 18% “un poco” y el 5% “mucho”.
Las repercusiones van más allá de la encuesta. La cuenta oficial de Twitter de Carlos y Camila desactivó los comentarios después de que los usuarios respondieran con mensajes de odio sobre el trato de la pareja hacia Diana. En cuanto al futuro rey, el 39% de los espectadores sigue teniendo la misma opinión de él que antes, mientras que el 34% piensa mejor de él. Solo el príncipe Andrés, cuya supuesta inclinación por la pedofilia finalmente ya se insinúa en la temporada 4, tuvo calificaciones negativas consistentemente.
Olivia Colman, a la izquierda, Josh O'Connor y Emma Corrin en una escena de la cuarta temporada de "The Crown". (Foto: AP/Des Willie/Netflix)
El gobierno del Reino Unido intentó que Netflix les recuerde a los espectadores que el programa solo se basa vagamente en eventos de la vida real y que no todo el argumento es fiel a la historia. “Es una obra de ficción bellamente producida, así que al igual que con otras producciones de televisión, Netflix debería tener muy claro al principio que es solo eso”, aseguró el secretario de Cultura, Oliver Dowden. “Sin esto, me temo que una generación de espectadores que no vivió estos eventos puede confundir la ficción con la realidad”. Helena Bonham Carter, que interpreta a la princesa Margarita, está de acuerdo: “Está dramatizada. Lo siento con mucha fuerza, porque creo que tenemos la responsabilidad moral de decir: ‘Esperen, chicos, esto no es... no es un drama documental, estamos haciendo un drama”.
La cuarta temporada de The Crown removió el recuerdo de las dos figuras que más dividieron a la sociedad británica en las últimas décadas: Lady Di y Margaret Thatcher. A medida que la serie se acerca al presente, las heridas están más abiertas. Y tanto para los fervientes monárquicos que defienden los esfuerzos de Carlos de Inglaterra por ser digno del trono que algún día ocupará como para los políticos conservadores que mantienen vivo el legado de Thatcher, las licencias que se tomó el guionista y creador Peter Morgan produjeron caricaturas injustas. “A veces debes renunciar a la exactitud, pero nunca puedes renunciar a la verdad”, admitió el escritor.
Es indudable que Morgan toma partido, en su representación de la historia reciente británica, por las dos versiones que más se acercan a la memoria colectiva. Lady Di fue una pobre muchacha que se creyó un cuento de hadas y terminó siendo víctima de un marido y una familia política que la despreciaban. Margaret Thatcher era una política conservadora fanática, terca y acomplejada que sembró la división y el odio en el Reino Unido. El problema de convertir la historia en ficción reside en que, cuanto más cercana es esa historia, menos espacio tiene la licencia artística y más se aprecian las inexactitudes o falsedades.
Emma Corrin y Gillian Anderson son las nuevas figuras de la temporada 4 de la serie sobre la corona británica. (Foto: AP/Des Willie/Netflix)
Ni el palacio de Buckingham ni Clarence House (como se denomina a la residencia de Carlos de Inglaterra) hicieron comentario alguno sobre la serie. No es habitual que la Casa Real entre en ese juego. Para eso están los tabloides. El Daily Mail ya se encargó de publicar el profundo disgusto que, según sus allegados, tienen el príncipe de Gales y su esposa, la duquesa de Cornualles, por volver al papel de malvados de una historia que llevan más de dos décadas intentando dejar atrás. “Se dedicaron a resucitar cosas ocurridas durante una época muy difícil, hace 25 o 30 años, sin pararse a pensar en los sentimientos de las personas. No es justo ni cierto”, proclamó desde el anonimato una de esas personas “cercanas” a la pareja, que estos días ve resucitar en las redes sociales un odio hacia Camilla Parker Bowles que pertenecía a épocas pasadas.
Fuente: TN