Volvieron las protestas al COM: tatuadores reclaman que se habilite su actividad
Los efectos negativos de la Prueba Piloto, realizada el segundo fin de semana de mayo, destaparon una ola de reclamos ante la desesperación que generó la pérdida de ingresos y de un horizontes para diferentes rubros de Mar del Plata como consecuencia de las restricciones impuestas por el aislamiento preventivo social y obligatorio.
Sin embargo, la calma había llegado al Centro De Operaciones Y Monitoreo, donde se encuentra en despacho del intendente Guillermo Montenegro, luego de que diferentes sectores consiguieran la aprobación de sus protocolos para volver a trabajar. Pero todavía hay muchos que esperan el visto bueno del municipio.
Tal es el caso de los tatuadores, quienes, después de hacerlo en la Plaza del Agua, se manifestaron este martes en las puertas del COM para pedir que los dejen trabajar.
El Marplatense habló con Emilio Vegas, tatuador, para conocer los pormenores del reclamo, la situación que atraviesa el sector y las propuestas, a nivel protocolar, para poder desarrollar su actividad sin poner en riesgo a los clientes.
Indicó que, después de la movilización en la Plaza del Agua, "no tuvimos respuesta de la municipalidad", aunque admitió que "estuvo bueno porque nos hicimos visibles".
Como consecuencia de la ausencia de una devolución por parte de las autoridades municipales, explicó que "lo que hicimos fue armar un nuevo protocolo, basado en el que nos había hecho el doctor Corral, que es el jefe de Infectología del Interzonal, y le sumamos unas cosas que nosotros nos habíamos confiado que el municipio estaba al tanto" en relación a medidas que ellos ya tomaban debido a las características de su actividad.
Asimismo, señaló que hoy esperan ser "atendidos por Fernando Muro" y que aguardan una "respuesta positiva y llegar a tener un diálogo con alguien de la municipalidad".
"Nuestra actividad ya cuenta con un protocolo y nosotros trabajamos con un flujo de gente muy reducido, por medio de turnos previos. Estamos acostumbrados a manejar un protocolo para evitar la contaminación cruzada. Ahora, agregamos el barbijos, el trapo de piso en la puerta, ventilar los ambientes y reducimos nuestras horas de trabajo".
Por último, destacó la proliferación del trabajo clandestino frente a los locales cerradas. "Nos parece injusto, tenemos todo preparado para llevar adelante nuestros trabajo y se descontrola todo", detalló.