1 de cada 4 marplatenses menores de 30 años está desempleado
Los índices de desocupación que difundió este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) develaron la dura realidad que vive Mar del Plata y, en particular, los jóvenes menores de 30 años, que son los más marginados del mercado laboral.
Según los datos publicados, mientras el desempleo llegan en la ciudad al 12,8%, en esa franja de la población activa el número de personas que buscan un trabajo y no lo consiguen, casi se duplica y alcanza el 23,55%. Esto implica que 1 de cada 4 jóvenes marplatenses están desocupados.
Diego Lencinas, secretario general de CTA Autónoma local, mostró preocupación frente a estas alarmantes cifras y aseguró que "cada vez hay menos posibilidades para los jóvenes de insertarse en el mundo laboral". "Al no generarse nuevo empleo genuino, todos los pibes que van terminando los estudios no logran conseguir un trabajo. Por eso, para mí, creció tanto la matrícula en la UNMdP este año, creo que son cifras que van de la mano. Al no conseguir empleo, entre no hacer nada en la casa, aprovechan y estudian", sostuvo.
Asimismo, el referente sindical puso el acento en la dificultad que deben enfrentar los jóvenes para conseguir su primer trabajo. "Cada vez es más difícil conseguir el primer empleo y no se le encuentra la vuelta para facilitar el empleo joven", dijo respecto al pedido de experiencia y referencias comprobables que solicitan los empresarios a los postulantes.
Dentro de los menores de 30, las mujeres son las que más sufren el desempleo: el índice llega a 26,5% en la ciudad frente al 20,6% que se refleja entre los varones. Esa brecha entre géneros se agranda aún más entre los 30 y 64 años, en la que apenas un 7,1% de los hombres no tiene trabajo en contraposición al 12,5% de las mujeres.
Por su parte, Martín Navarro, secretario de la Juventud de la CGT local, agregó que otro de los factores por los que la desocupación recrudece entre los menores de 30 años es el aumento de la precarización y la terciarización laboral. "Se nota a simple vista en los lugares de trabajo. Se usan mucho las agencias de trabajo y no quedan enmarcados dentro de la ley, debidamente registrados", afirmó.
En los nuevos sistemas de trabajo, como por ejemplo Rapi o Glovo, en los que la mayoría de los trabajadores son jóvenes, los empleados no están bajo relación de dependencia sino que las empresas les exigen que sean monotrutistas para abaratar costos. "Se valen del monotributo para precarizar: sin obra social, sin ART, sin estabilidad y garantía de un trabajo continuo", enumeró.
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