Scarlet y el desafío de posicionar a Mar del Plata como faro del cine
El nuevo director norteamericano del Festival Internacional de Cine ya se instaló en Mar del Plata para definir de "primera mano" los últimos detalles de uno de los eventos culturales más importantes del país. En su primer contacto con la prensa, mantuvo un extenso mano a mano con El Marplatense en el que reflexiona sobre el rol del cine, los desafíos de la nueva edición y su vínculo con Argentina.
Por Bruno Perrone
Hace un silencio. Respira. Mira para un costado. Casi como una estrategia – evidentemente ya utilizada - para detener el tiempo. Pero la pregunta no la evade. Sólo busca su respuesta apoyando la mirada en el grueso marco negro que define a sus gafas circulares, o en esa pared clara y desnuda que hace aún más inmensa la suite donde se hospeda, o sobre el ventanal que descubre la belleza inédita de una ciudad balnearia.
Es que la reflexión, la determinación y, en definitiva, la constante búsqueda de una superación, marcan los pergaminos que proyectan la carrera cinematográfica de Peter Scarlet. Tras su paso por los prestigiosos festivales de San Francisco, Tribeca, y Abu Dabi, llega a Mar del Plata con el desafío de posicionar a la ciudad como faro del cine a nivel internacional. Nada menos.
Pero pese a la pasividad y profundidad que ofrece en cada respuesta, el norteamericano parece incapaz de ocultar la ansiedad que lo invade. A poco más de un mes de lo que será la 32º edición, el nuevo director artístico decidió instalarse en Mar del Plata para trabajar y definir “de primera mano” los últimos detalles de uno de los eventos culturales con mayor trascendencia en Argentina.
En su primer contacto con la prensa, Scarlet eligió a El Marplatense y mantuvo una extensa conversación, en la que trazó sus perspectivas para el festival que se celebrará del 17 al 26 de noviembre y también reflexionó sobre el rol que ocupa el cine la sociedad, en medio del auge mundial de las nuevas plataformas de streaming.
- ¿Cómo recibió la propuesta para hacerse cargo de la dirección artística de este Festival?
- Realmente estaba sorprendido cuando me contactaron las autoridades. Sabía sobre Mar del Plata pero jamás había venido acá.
- ¿Usted conocía Argentina?
- Argentina sí, una vez. Hace 10 años. Y viajo un montón, quiero decir, para alguien de Estados Unidos es inusual. Pero lo que siempre me decían era que había dos festivales en Argentina: el de Mar del Plata, que era muy bueno, y el Bafici, que era fantástico. Pero en los últimos años el nivel del festival de Mar del Plata ha sido cada vez mejor.
- Y teniendo en cuenta su paso por otros festivales en el mundo, ¿Cuáles son sus impresiones sobre el Festival de Mar del Plata?
- Bueno, aún no he experimentado este festival. Pero en el tiempo en que he estado trabajando para el mismo, estuve viajando y viendo cineastas y gente en otros festivales de cine, y les menciono que ahora estoy trabajando en Mar del Plata y me dicen que la reputación del festival es excelente. Muy muy buena. Y sí, yo he dirigido festivales en San Francisco, Nueva York, París y Abu Dabi, y esto es más parecido a Abu Dabi, en el sentido de que todo está muy lejos de la gente de Europa, o de Estados Unidos. Es muy difícil llegar allá.
“EL CALENDARIO DE ARGENTINA ESTÁ CASI ÚLTIMO DEL CALENDARIO INTERNACIONAL”
Para las últimas ediciones del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata ya resulta tradicional su celebración desde mediados de noviembre. Sin embargo, con su óptica internacional, Scarlet advirtió que este tipo de fechas producen un alejamiento del evento para con las principales mecas de la industria en el mundo.
Ante ello, el programador norteamericano sostuvo que debe replantearse el lugar actual que ocupa el festival en el caledario para lograr una mejor integración con el cronograma del resto de los países, por lo que no descartó cambios para el próximo año.
- ¿Por qué dice que es tan difícil llegar a esos países?
- No hay una razón inmediata para venir porque Nueva York es Nueva York, San Francisco es San Francisco y París es París. Mar del Plata, o incluso Argentina, no es un gran mercado para la gente que está manejando películas, vendiéndolas, o distribuyéndolas.
O también, otro factor que probablemente no tengas en cuenta es el tiempo. Si por ejemplo voy a Toronto en septiembre, veo una película increíble y la quiero presentar acá, necesitamos a los actores en noviembre. Pero el talento de la gente de la película tiene que estar en Nueva York, porque la película se estrena en diciembre, así que no pueden viajar y entonces siempre hay que andar haciendo cálculos. Esto es una verdad en todos los festivales, pero las condiciones de acá son distintas a las condiciones que he experimentado en otros festivales.
- ¿Usted sostiene que la fecha de nuestro festival se contrapone con la de otros festivales?
- Sí, bueno, el calendario de Argentina está casi último del calendario internacional.
- ¿Entonces entiende que el calendario que hoy tiene el festival lo perjudica?
- Es complicado. Estamos viendo de qué manera cambiarlo tal vez para el próximo año. Es que también estos días coinciden con el día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Así que hablé con mucha gente que no podía venir porque tenían que estar en la familia. Pero siempre hay factores como ese porque, lamentablemente, las encuestas muestran que en los próximos años van a haber cada vez más festivales. Y quizá estén en un mercado más grande, tienen más plata. Entonces eso hace más difícil traer películas.
- ¿Y qué es lo que lo posiciona entonces en el festival de Mar del Plata, teniendo en cuenta todas estas dificultades?
- Volvé y preguntame eso cuando termine el festival. Porque aún no lo experimenté. Lo que sí he escuchado, como ya te dije, es que la gente dice que Mar del Plata es genial, y me refiero a mucha gente en Buenos Aires, acá mismo o en Latinoamérica. Me dicen: ‘¡Oh! Mar del Plata es mi festival favorito ¿Por qué? No lo sé, es simplemente tan genial’ Y realmente es una gran experiencia humana.
NETFLIX, LAS NUEVAS PLATAFORMAS Y EL LUGAR QUE HOY OCUPA EL CINE
El auge de las nuevas plataformas y servicios en línea en el mundo de a poco parece constituirse como una amenaza que atenta con desmoronar parte de esa concepción tradicional del cine que supo predominar y sostenerse durante décadas.
El debate en la industria ya está instalado hace tiempo. Y a principios de año tuvo uno de los mayores focos de discusión en Francia. En el país europeo, se estipula que deben pasar tres años para que una película que tuvo lugar en la pantalla grande pueda llegar a un servicio de streaming. Sin embargo, Netflix omitió toda normativa, impuso sus propias reglas de juego y suscitó fuertes críticas por parte de cineastas y productores, al punto que el festival de Cannes decidió prohibir el ingreso de sus producciones a la competencia. Para algunos, la discusión es estética, y, para otros, pasa por términos económicos.
En este escenario de cambio, Scarlet aporta una mirada de raíces más clasistas, que resguarda más el pasado que el futuro. Si bien apunta sus críticas para con estas plataformas, el productor estadounidense no advierte “peligros” y pondera como “única” la experiencia que transmite el cine.
- Con Netflix tengo que ser muy crítico porque, al menos en Estados Unidos, no muestra nada que tenga más de 15 años de antigüedad. No hay cine mudo. Creo que la única película muda es Metrópolis, de Fritz Lang. Casi no hay películas en blanco y negro. Hay una larga historia en el cine y si sólo ves Netflix jamás te enterarías. Porque Netflix sólo es un pedacito de esa historia.
Cuando era joven, no teníamos la opción de ver películas de acá, de allá, o de alguna otra manera. Teníamos que viajar, teníamos que ir y movilizarnos para poder ver algo. Y a menudo las copias no eran buenas como lo que podés ver ahora. Si querías ver una película vieja era en 16 milímetros, el contraste era malo, estaba dañada, rasgada. Pero tenías la chance de ver películas con otra gente. Y eso era genial. Así era como las películas eran hechas, y creo que aún lo siguen siendo: para ser vistas con otra gente en una gran pantalla. Martin Scorsesse dice que podrías ver Lawrence of Arabia en un celular, pero la experiencia jamás se acercaría a la que experimentarías en un cine.
- La conclusión es que la experiencia de las salas del cine es inigualable…
- No es que sea peor o mejor, sino que es muy diferente.
- ¿Le parece que puede resultar peligroso Netflix o alguna otra plataforma para el cine?
- Las cosas cambian, y no podés pararlo. Existen alternativas como ahora en Los Ángeles; Christopher Nolan, Quentin Tarantino, están peleando por la película física. Grabando en 16 milímetros o en 35 milímetros, y no grabando en digital. Para preservar los lugares donde las películas puedan exhibirse.
Para mí la diferencia entre película y vídeo es todavía muy evidente. Vi la película de un buen amigo mío que es un reconocido cineasta y pasaron su película a vídeo. La vi en el Museo de Artes Modernas de Nueva York con una proyección impecable, y la imagen se veía muerta, plana. No tenía luz en ella. Y después está incluso la forma rara del cine porque hasta 1947 las películas se hacían en nitrato, el cual es extremadamente peligroso, y fue prohibido después del '47. Sólo hay algunos pocos lugares donde podés ver películas en nitrato. Y una vez que viste una película en nitrato... ¡Oh por Dios! Una belleza increíble.
- ¿Y a la industria del cine cómo la ve posicionada hoy?
- Para mí está cambiando mucho todos los días.
- ¿Y le sorprende esos cambios?
- Sorpresa no parece una palabra lo suficientemente fuerte. Cuando yo comencé en los festivales, teníamos un proyector en nuestra oficina que podía proyectar 35 milímetros. Entonces tomábamos un largometraje, y veíamos un carrete a la vez. O ibas al cine y lo veías. Después vino el VHS, entonces veíamos VHS. Después el VHS fue reemplazado por el DVD, ¡DVD!...
En Agosto fui jurado del festival de Lima. Y en Lima se encuentra el mercado más grande de DVDs piratas en el mundo. Y cada stand está lleno de gente con álbums de absolutamente todo. Entonces, todo el cine está en algún mercado de pulgas de algún lugar. Y ahora, DVD, Blu-ray, ya pasaron de moda.
Ahora en este festival todo es desde la nube. Tenés el código, entrás con la contraseña y podés verlo ahí. Lo podés conectar a tu TV, a tu proyector. Pero 3 días después el link expira. Así que si querés verlo de nuevo, te tenés que pelear porque tenemos 300 películas. Entonces yo mismo tuve que ir con los programadores para tener una visión fresca para presentarla porque francamente, la película que vi hace 2 días por ahí no la recuerdo bien, y la que vi hace 2 meses probablemente no la recuerde para nada. Entonces ahora, no es que pueda sacar el DVD del estante, sino que tengo que escribirle a alguien que no sé ni dónde está para pedirle por favor que me dé otra contraseña.
“EL CINE EDUCA Y ENSEÑA”
Al brindar su reflexión sobre la significancia del cine para la sociedad, Peter Scarlet recordó su pasado como docente en distintas instituciones y vinculó a la pantalla grande como uno de los puentes más directos para “educar” a las personas.
- Me di cuenta que en los festivales la gente puede aprender mucho más que en una clase. ¿Por qué? Porque la gente se pregunta: ¡Oh, diablos… esto estará en un examen final! Pero cuando te sentás y ves una película te relajás. Y cuando te relajás, podás aprender mucho más. Para algunos esto no se puede decir, pero el cine, en secreto, educa y enseña.
- En su rol como director de festivales, ¿Cuál es el sello que busca imprimirle a sus trabajos?
- Supongo que mi sello personal sería cuando yo me vaya, que la gente pueda seguir adelante con la misma pasión, la misma seriedad pero con la misma alegría y juego. El cine tiene que ver con lo lúdico y lo serio al mismo tiempo. Esto es raro, porque he visto gente que enseña cine y es aburrida. Y he visto gente hacer festivales de cine que también es aburrida.
“ZAMA ES LA MEJOR PELÍCULA QUE VI EN EL AÑO”
En su vínculo con cine argentino, el director norteamericano recordó que uno de los miembros del jurado del Festival Internacional de Abu Dabi era Luis Puenzo, quien logró el Óscar por “Mejor película extranjera” con “La Historia Oficial”.
- En ese festival tuvimos muchísimas películas argentinas elogiadas.
- ¿Y ha visto alguna producción nacional que lo haya impactado?
- La mejor película que he visto este año, y que estoy muy triste de no poder mostrar ahora porque tuve que verla después de abrir el festival, es Zama, de Lucrecia Martel. Para conseguir lo mejor de la película, la vi de nuevo y estoy leyendo ahora la novela. Es un logro fantástico. Así que deberían sentirse orgullosos de tener un cineasta tan bueno.
- ¿Por qué le parece un logro fantástico?
- Porque Martel muestra la maestría del cine, es alguien que sabe del cine. Nunca había adaptado una obra de literatura antes, y toma este libro y lo vuelve película. Es fascinante.
Zama significa el regreso después de casi una década de ausencia de Lucrecia Martel a los cines. Se trata de la adaptación a la pantalla grande de la novela publicada en 1965 por Antonio Di Benedetto.
El film representará a la Argentina en el Oscar a Mejor Film en Idioma Extranjero, y también fue votado por 164 integrantes de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas para poder competir por el premio Goya Iberoamericano.