El Gobierno mantuvo nuevos cruces con la Iglesia y la CGT
Se originaron nuevos cruces entre representantes del Gobierno con miembros del gremialismo y de la Iglesia, en el marco del segundo día de la Pastoral Social, el tradicional evento realizado en un hotel céntrico de Mar del Plata por la Iglesia, que continuará hasta este domingo.
En el panel de este sábado por la tarde cuya pregunta de discusión fue “¿Cuál es la deuda que la política tiene con los pobres?”, asistieron Juan Carlos Schmid por la CGT/Dragado y Balizamiento; Silvina Frana actual diputada nacional, y Esteban Bullrich, Senador Nacional y hombre de confianza del Gobierno. El cierre estuvo a cargo de monseñor Melitón Chávez, obispo de Añatuya y miembro de la CEPAS y el moderador fue el doctor Fernando Mumare, delegado diocesano de Mar del Plata para la pastoral social.
Esteban Bullrich, abrió el panel remarcando que “hay una gran necesidad de hacer un esfuerzo para terminar con la pobreza en la Argentina. No con la pobreza del ingreso, no llegar a un determinado número de pesos a fin de mes, no sólo se resuelve con dinero, ni con asistencialismo”. “Tenemos un problema más profundo, nos anclamos a posiciones irreductibles, nos ponemos la camiseta de nuestro partido, de nuestra organización de nuestro gremio arriba de la de la Argentina y entonces nos olvidamos del proyecto común, nos olvidamos de la necesidad de construir una argentina unida. La pobreza argentina es dirigencial”, analizó el ex ministro de Educación.
“En ningún momento nos tomamos el trabajo de encontrar puentes, de buscar caminos de encuentro, consensos. Estamos construyendo nuestras viviendas dentro de la grieta, estamos habitando la grieta. Libertad, verdad y justicia son pilares que tenemos que tener para construir puentes de paz, decía Juan XXIII. El cuarto es el amor, y el respeto, quizás los más importantes”, resaltó Bullrich; y concluyó: “Es la incomodidad que tenemos que tener los dirigentes con la verdad, con justicia, construir puentes con libertad, mucho amor, entonces sí terminaremos con la pobreza más profunda del país”.
“En quince días se abrió una nueva grieta con la discusión del aborto”, inició sus exposición Silvina Frana y agregó como legisladora se sentía avergonzada de que no se haya podido tomar ninguna de las iniciativas que fueron acercadas al rico debate en el Congreso para acompañar a las mujeres en conflicto con tu embarazo”
Frana destacó los datos proporcionados por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA que marcan el aumento de las desigualdades, y el aumento del desempleo, que hay un 30% de trabajo informal, y que la disminución de la desocupación es virtual ya que se debe a la puesta en funcionamiento del monotributo social. En el marco del debate por la pobreza sostuvo que debemos preguntarnos “¿qué pasa con la riqueza? El problema de la Argentina no es la pobreza sino la distribución de la riqueza”, citando a monseñor Lozano del día anterior.
Por su parte, Juan Carlos Schmid, arremetió contra el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional: “¿el regreso del FMI es una buena noticia? Y digo esto, porque cada vez que se aplicaron esas recetas las penurias fueron moneda corriente y han traído miseria a nuestros compañeros. El Fondo Monetario siempre significó capitalismo sin ética, sin moral y con miseria”.
“¿Vale la pena interrogarse si después de 35 años, de derecho al voto, de recuperación de las normas para la convivencia ciudadana, de haber atravesado una gran crisis, si verdaderamente la democracia es un camino de servicio a los pobres? Lo pobres seguramente entenderían que la democracia es una palabra vacía de contenido”, planteó el miembro del triunviro de la central obrera.
“Algo malo debemos haber hecho todos los argentinos, para que tengamos semejante acumulación de desigualdades en nuestro país. Todos nos tenemos que interpelar. Tal vez el problema de la Argentina sean los ricos y no los pobres. Y si miramos esto a escala mundial vamos a descubrir que esto es una realidad incontrastable”, señaló el gremialista.
“Hay una vocación de dialogo –reconoció-, pero lo que veo es que no hay ninguna posibilidad de corrección”. Sobre los gobernantes opinó “son inquilinos, electos por la voluntad popular”. “Las profundas causas de la desigualdad y el atraso nunca se corrigieron. Tenemos pobreza estructural y tenemos extranjerizada la economía”, agregó.
“Nadie se pone feliz cuando hay que desatar una medida de fuerza, pero cuando esto sucede es porque existe un fracaso de la política y del diálogo. El primer agitador es el ejecutivo nacional. Hago un llamado de atención a la política por no seguir un sentido de construcción. Cuando la malaria viene, viene para todos y sacude a todo el cuerpo social de la Argentina”, concluyó.
El cierre del panel, estuvo a cargo de monseñor José Melitón Chávez, miembro de la CEPAS. “Soy obispo de Añatuya, la diócesis más pobre de Argentina. Tenemos pobreza con chicos que no tienen escuela, sin acceso a la salud, sin teléfono, sin casi nada”, inició el obispo.
“Hay una herida profunda que duele, es cuando no hay reacción en la gente, menos en los dirigentes. A veces la misma Iglesia todavía no ha terminado de reaccionar ante esta realidad”, se sinceró Melitón Chávez y añadió: “la pobreza también es la misma política, yo creo que tenemos una deuda grande, profunda, amplia. Se puede aparentar estar dialogando, pero ojala que los cambios se den realmente”.
“Hay una deuda de la dirigencia política: falta ejemplaridad. Ojalá que la de hoy y de ayer, pueda dar disponibilidad y respuesta para que nuestro pueblo pueda caminar con esperanza”, finalizó el obispo miembro de la CEPAS.