Arroyo, sobre fotomultas: "Acá no hay rigor, lo que hay es control"
El Intendente Carlos Arroyo se mostró expectante por el impacto que tendrá para la siniestralidad de la ciudad el nuevo sistema de fotomultas, en el marco del comienzo de la aplicación de las multas con radares móviles que tiene lugar desde este lunes después de varios meses de prueba.
En un mano a mano que le concedió a El Marplatense, el jefe comunal sostuvo que "funcionará muy bien" y aclaró que se decidió postergar hasta esta fecha para poder"mandar el mensaje a la población de que el objetivo no es recaudar pero sí evitar los accidentes".
"La cantidad de autos es enorme, el tránsito es intensísimo y no queremos más muertes en las calles", justificó, tal como ha planteado en otras oportunidades cuando decretó la Tolerancia Cero en la conducción al volante para todo General Pueyrredon.
Arroyo, además, aclaró que la implementación de este sistema no responde a una política de "mayor rigor" sino de intensificación de los "controles". "No vamos a utilizar rigor en esto. Queremos que la persona se sepa controlada. Todos somos muy buenos pero si estamos controlados somos mejores. Esto es una realidad y es así", fundamentó.
Las fotos que tomen estos radares se utilizarán como documentación respaldatoria para probar las infracciones de tránsito que cometan los automovilistas y motociclistas diferentes puntos de Mar del Plata. Las faltas serán notificadas al domicilio en el que esté registrado el vehículo infractor.
Exceder el límite de velocidad permitido para circular implica el pago de una multa que comienza en 150 UF, es decir, $6645, y se va incrementando de acuerdo al criterio del Juzgado de Faltas que intervenga, que basará su decisión en la cantidad de kilómetros por hora en que se haya sobrepasado el límite máximo establecido y otras variables.
Por otro lado, el comienzo de las sanciones con los radares fijos, que el Municipio había anunciado para el 1° de diciembre, fue postergada por el Ejecutivo después de advertir algunos inconvenientes en “cuestiones operativas” que impidieron poner en pleno funcionamiento el sistema, y aún no tiene nueva fecha de implementación.