Bulimia y anorexia, nuevos flagelos de la "disfuncionalidad" familiar
La problemática de la violencia familiar se reproduce bajo distintas formas y consecuencias. En los últimos años, las autoridades judiciales insisten en que aumentó la "calidad gravosa" de estos casos, aunque también reconocen que se sostiene un número promedio de más de 20 mil causas en el plano local. Pero uno de los principales focos de preocupación son los menores como víctimas, y el impacto que tienen estos contextos en sus conductas, que muchas veces rozan con la muerte.
Al brindar su mirada, la jueza de Familia Clara Obligado advirtió que el consumo de sustancias se incrementó en los niños y ya asoma como un "componente y un presupuesto necesario para que la violencia crezca". "No estamos hablando de la droga en adultos de 30 años que ya vienen con un consumo, sino del consumo en chicos de 8 años en familias disfuncionales", aseveró, y advirtió: "Después se convierten en adolescentes de 15 que cometen ilícitos para conseguir marihuana o cocaína".
Bajo esta misma óptica, la magistrada también remarcó las graves problemáticas en los trastornos alimentarios que ha observado en los menores que son víctimas de contextos violentos. "En lo que es bulimia y anorexia, tuvimos casos extremos de internación en el Materno Infantil", ejemplificó.
"Una forma de disfuncionalidad familiar se hace ver a través de estas situaciones de anorexia y bulimia en jóvenes y adolescentes, en los que también vemos autoagresiones y hasta intentos suicidos en niños muy pequeños. Fue muy fuerte empezar este año con estas historias", reconoció, en diálogo con El Marplatense.
A partir de este escenario, la titular del Juzgado de Familia N°5 afirmó que hay una "perversión distinta en las herramientas para ejercer la violencia que hace mucho más daño que la agresión física". "Hay mucha psicopatía en el trabajo de la interrelación familiar y por eso desde muy joven se sufre la violencia", indicó.
"Hoy hay una calidad de violencia muy gravosa y está muy blanqueado el consumo de marihuana, y, como juez de familia, yo veo que un niño que consume marihuana a los 8 años llega a los 13 con un intento de suicidio", aseguró Obligado, quien sostuvo: "Hay que tener mucho cuidado con este mensaje de consumir marihuana abiertamente, ante esa disfuncionalidad familiar. El adulto tiene que ver cómo maneja ese deseo de fumar marihuana cuando hay un hijo de 8 años mirando, por las consecuencias que después puede tener".