Caso Serre: "Sería muy ingenuo pensar que solo abusó de una persona"
Luego de que este lunes el Obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, comunicó que apartó al sacerdote José Luis Serre tras ser acusado de abusar sexualmente de un menor de edad, la psicóloga Patricia Gordon -quien trabaja hace décadas en la ciudad con las víctimas de abuso sexual desde la ONG En Red- expresó que espera que esta decisión "sirva para que otras personas puedan hablar, porque sería muy ingenuo pensar que solo se abuso de una persona".
"Esta expulsión de un miembro de la Iglesia acusado de abuso es lo correcto. Es lo que siempre se debería haber hecho. Porque históricamente se ha negado mucho este tema en toda la sociedad pero, fundamentalmente, en muchos sectores de la Iglesia. A quienes se los acusaba de abuso, se los trasladaba de diócesis y eso no era una solución", destacó en diálogo con El Marplatense.
Los casos de abuso sexual perpetrados por sacerdotes de la Iglesia Católica se replicaron con fuerza en los últimos años alrededor de todo el mundo, como corolario del escándalo que se desató en la archidiócesis de Chicago, en Estados Unidos, que ocultó por décadas, y en forma sistemática, las vejaciones a las que fueron sometidos miles de niños por cientos de curas pedófilos. En Chile e Irlanda, los líderes locales quedaron envueltos como encubridores en los abusos, por lo que el Papa Francisco pidió disculpas públicas y separó a varios obispos.
"Me parece que es innegable la cantidad de denuncias que hay en estos ámbitos. No solo en la Argentina sino en Latinoamérica y en todo el mundo", dijo Gordon y agregó: "Es importante resaltar que no se puede estar por fuera de esta circunstancia y que es hora de terminar con ciertos encubrimientos y ocuparse realmente de las víctimas, que son las que realmente nos deben preocupar".
Por otro lado, enfatizó en el mayor daño que causan los abusos sexuales cometidos dentro de una institución del peso de la Iglesia Católica, a la que las personas recurren en busca de asesoramiento espiritual. "Esto lo escuche muchas veces de familiares de niños abusados en instituciones religiosas: el abuso de poder está mucho más claro y tiene un carácter mucho más siniestro. Porque se abusa de la confianza que se deposita en la institución. Ahí sí hay una diferencia de lo que podría ser un abuso en la vía publica, por ejemplo", ahondó.
"Muchos padres eligen un colegio de determinadas características porque creen que es mejor de acuerdo a su convicción y que los va a educar. Teóricamente, debería estar muy lejos del abuso. Lo más grave es el efecto de desconfianza sobre las instituciones que recae en las victimas y sus familiares", agregó la psicóloga.
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