Corrida del dólar: ahora el desafío será que no baje mucho de $25
La síntesis del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne ante periodistas extranjeros fue implacable: “Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento”.
El esquema económico argentino actual requiere conseguir US$ 30.000 millones al año y, cuando los logra respira y crece. Y, cuando no, devalúa la moneda en el intento de equilibrar un sector externo claramente deficitario.
El resultado de las últimas semanas fue básicamente consecuencia de que inversores extranjeros decidieron llevarse unos US$ 5.000 millones que estaban colocados en Letras del Banco Central (Lebac).
Y eso tomó al Gobierno desprevenido en el momento en que en Estados Unidos comenzaba a subir la tasa de interés, los capitales buscaron refugio en Norteamérica y el dólar se fortalecía a nivel internacional.
De la mano de esos cambios, la estampida del dólar arrasó con varios de los postulados económicos del Gobierno. Entre otros, el pronóstico de 3% de crecimiento e hizo volar la meta de inflación del 15%. ¿La inflación de este año será menor al 24,8% del pasado? Se verá, pero Dujovne ya abrió el paraguas.
¿Es de $25, $26, $27?. El martillo lo bajó, como era de prever, el presidente Macri. Y la elección del menor “techo” posible para el dólar se había basado en el temor al impacto inflacionario del traslado de la devaluación (muy fuerte, de 30% desde comienzos de diciembre) sobre los índices de precios a partir de mayo.
Se renovaron el 100% de los vencimientos. El “frontón” de los US$ 5.000 millones rindió frutos: el dólar mayorista bajó 3,7% a $24,05 al promediar la rueda y la sensación de que la corrida había cedido empezó a ganar el ánimo de los operadores.
Después vino el anuncio del ministro de Finanzas, Luis Caputo, sobre la colocación de bonos en pesos a dos fondos grandes del exterior y eso calmó más a los operadores del mercado que se preguntaban si ahora volverían los tiempos de ganar plata colocando pesos en Lebac a tasas altas.