La Unión Tranviarios Automotor (UTA) espera que en las próximas horas la Justicia se defina respecto al amparo que presentaron para que cese el bloqueo que un grupo de choferes disidentes lleva adelante en la cabecera de la empresa 25 de Mayo y que dejó abruptamente sin servicio de transporte público a Mar del Plata desde este sábado por la mañana.

La medida de fuerza continuó durante la mañana de este domingo y sigue a la espera de ser solucionada. Gaspar Peralta, referente de la UTA, dijo a El Marplatense que Adrián Gimenez, el secretario adjunto, "se reunirá con los abogados del gremio y con el juez este mediodía". "No tenemos panorama claro hasta que el juez decida", manifestó.

Previo a la reunión, los trabajadores se manifestaron en las puertas del Palacio de Tribunales, en Brown y Tucumán, hasta que un referente del gremio les pidió "descomprimir, pero no relajarse". "La situación puede seguir y puede que mañana tengamos que movilizarnos de otra manera", indicaron fuentes de la UTA a este medio.

"Ya estuvimos en la fiscalía. Se va a trabajar en una documentación que falta y se presentará de nuevo para hablar con el juez. Con el amparo se pretende que nuestros compañeros salgan a trabajar para preservar la fuente. Lo que se nos adeuda lo vamos a cobrar, no confundamos las cuestiones", aseguraron desde la UTA.

"Si llega a haber una novedad judicial para el turno tarde, los delegados les darán traslado. No se relajen, la situación puede seguir y puede que mañana tengamos que movilizarnos de otra manera. Estaremos atentos a la resolución o lo que salga de la reunión con el juez. Durante este lunes vemos cómo nos manejaremos según lo que pase", manifestaron.

Las medidas de fuerza son llevadas adelante en las cabeceras de las empresas transportistas por una agrupación disidente de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), en el marco de los reclamos por el pago de sueldos y aguinaldos.

Luego de la retención de tareas que duró de 22 a 6, los colectivos funcionaron con normalidad durante aproximadamente dos horas hasta que, sin previo aviso, un grupo de trabajadores que integran una facción disidente dentro del gremio comenzó a frenar la salida de los mismos en la terminales, interrumpiendo el servicio durante la mañana.

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