En Batán, la "sobrepoblación carcelaria" supera el 30%
Lo aseguró el Juez de Garantías, Juan Tapia, quien advirtió que las instalaciones de la Unidad Penal sólo admiten alojo para 900 personas.
Las reciente preocupación que visibilizaron los magistrados bonaerenses por las carencias estructurales que atraviesan al ámbito penal y de la Justicia no escapan a la lógica que se advierte en Mar del Plata. En el Penal de Batán, autoridades judiciales locales señalan que hay un 30 por ciento más de detenidos que el cupo que admite las instalaciones de la unidad carcelaria.
En el comunicado que había difundido la entidad esta semana, se señalaba que actualmente "hay un 200% de sobrepoblación carcelaria” en el sistema penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, así como también un "número inaceptable de personas detenidas en comisarías”.
Consultado por El Marplatense ante estos elevados porcentajes, el juez de Garantías, Juan Tapia, consideró que es un "problema que debería ser afrontado con seriedad" ante las graves vulneraciones de derecho que se producen en perjuicio de las personas que están privadas de su libertad.
"Esto genera un sinnúmero de cuestiones problemáticas. Esencialmente provoca hacinamiento, mayores niveles de violencia y de contagios de enfermedad", advirtió el magistrado.
Sobre la situación particular que atraviesa actualmente a la Unidad Penal de Batán, Tapia explicó que el cupo máximo estimado para la cárcel ronda en los 900 detenidos, pero aseguró que "hoy se está alojando a 1200 personas" en las instalaciones.
"Es un crecimiento sostenido y regular en base a los números que hay en los últimos años", reconoció el funcionario judicial, quien también enmarcó estas cifras en la lógica nacional y provincial: "Entre el '98 y 2013 se duplicaron la cantidad de personas detenidas en Argentina. Había 31 mil y ahora estamos en 65 mil, y la Provincia aloja al 45 por ciento de los detenidos en todo el país".
Tapia recordó que la problemática de la sobrepoblación carcelaria ha producido en la Unidad Penal de Batán "brotes de tuberculosis" entre los detenidos, al encontrarse colchones o camastros en el piso, o hasta cuatro o cinco personas en calabozos, cuando "sólo debería haber una o dos".
"Hay un sinnúmero de estrategias para paliar esta situación pero son como parches. Hay que pensar estrategias de modificación estructural a largo plazo y convocar a todos los actores involucrados", instó el juez.
En esa línea, el magistrado señaló una ecuación que deriva en el sostenimiento de estas problemáticas a lo largo de los años: "El sistema penitenciario recibe cada año 2200 presos nuevos cuando la tasa de recambio es de 600, o sea que por cada persona que sale en libertad ingresan tres nuevos. Eso es lo que genera este problema estructural".