"Si las cosas no funcionaban, no hubieran salido a navegar"
El submarinista Sergio Torrigiani iba a embarcarse en el ARA San Juan pero a último momento decidió no subir por motivos personales y hoy, a casi tres meses de la desaparición, piensa que ese pudo haber sido su "último viaje".
Torrigiani, paralelamente a su carrera gastronómica como chef, está en las Fuerzas Armadas, precisamente en la Marina desde hace 20 años, y debido a su separación y por encontrarse lejos de su hijo “estaba un poco triste”, por lo que definió ir a navegar y así fue como pasó a formar parte de la tripulación que iba a subir al ARA San Juan.
“24 horas antes de ir a navegar el abogado me llama y me dice 'mirá Sergio se restablece el contacto con tu nene' y yo dije qué hago, era un dilema, aparte yo había molestado a otra persona para embarcarme”, explicó en diálogo con Radio Mitre Mar del Plata, y finalmente decidió no embarcarse.
Asimismo, contó que todo lo sucedido con el ARA San Juan le causó "una conmoción muy grande”. “Realmente pienso que hubiese sido mi último viaje. El primer mes me pasó de pensar por qué estoy acá cuando yo debería estar con mis compañeros”, comentó.
“Tenés esa sensación de impotencia, que si hubiera estado a lo mejor hubiera hecho algo como instructor. Todavía tengo la esperanza de poder saber que pasó”, sostuvo Torrigiani.
En tanto, afirmó que “ellos estaban navegando y que si las cosas no funcionaban no iban a navegar” y se negó a dar su hipótesis de lo que pasó porque “sería una falta de respeto”.
El submarinista dijo que “no se puede estar navegando”, al hacer referencia a la esperanza que tienen algunos familiares, y que si se toma “la hipótesis de ese ruido consistente parecido a una explosión, menos. Sabiendo como tripulante es escalofriante”.
