Cristina volvió a denunciar una persecución "que busca distraer"
Con críticas al presidente Mauricio Macri y a sus políticas económicas, un duro planteo contra el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, que también alcanzó al presidente de la Corte Ricardo Lorenzetti, la senadora de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner se defendió en la causa de los cuadernos de las coimas con un escrito que publicó minutos antes de retirase de Comodoro Py, donde sólo permaneció 30 minutos. Escuchó la nueva acusación en su contra, firmó el escrito y se retiró.
"Estamos en presencia de una supuesta investigación que carece de todo contenido jurídico, que se desarrolla con fines que nada tienen que ver con un servicio de administración de justicia y que, de manera torpe, busca distraer la atención de la opinión pública frente a una debacle política, económica y social que ya nadie puede ocultar", manifestó Cristina en su escrito presentado ante el juez Claudio Bonadio. La ex Presidenta se presentó en indagatoria ante el magistrado por séptima vez.
La senadora ingresó a los tribunales rodeada de un importante dispositivo de seguridad apostado en las inmediaciones del edificio. Acusada de ser jefa de una asociación ilícita que se dedicó a la recaudación de fondos ilegales, tuvo que regresar para ampliar su declaración indagatoria después que el juez Bonadio amplió el período de la investigación: ya no se circunscribe a 2008-2015, sino que se remonta al comienzo de la gestión kirchnerista, es decir, 2003 a diciembre de 2015.
Sin responder preguntas, acompañada por uno de sus secretarios, el jefe de su custodia y la representación de su abogado, Carlos Beraldi, se dirigió desde la calle Letonia (uno de los accesos laterales) al cuarto piso, donde se encuentra la secretaría del juzgado. Allí estuvo el 13 de agosto, cuando recibió la primera citación en el marco de la causa conocido como los cuadernos de la corrupción.
Los primeros argumentos rechazando las acusaciones en su contra fueron dirigidos al proceder del juez. Allí señaló: "los expedientes que me arma Bonadio carecen de todo contenido jurídico, junto con mi defensa dejamos debida constancia de las gravísimas irregularidades que registra este proceso".
En este sentido remarcó que la investigación se originó "a través de una prueba obtenida de manera ilícita, ya que los famosos cuadernos, que en rigor de verdad no son cuadernos sino simples fotocopias, fueron aportados en contra de la voluntad de quien ahora es reputado como su autor".
Cristina volvió a plantear que el magistrado y el fiscal Carlos Stornelli se "apropiaron del expediente" a través de "una escandalosa maniobra de forum shopping" con la que "evitaron que la causa fuera sorteada, fabricando lo que técnicamente se denomina una relación de conexidad, por cierto inexistente".
Respecto a la aplicación de la Ley del Arrepentido, Cristina Kirchner indicó que se desarrolló un procedimiento "inédito y de características escandalosas" ya que quienes "confiesan supuestos delitos que habrían cometido se van a su casa y quienes defienden su inocencia quedan presos".
Es por el aporte de varios imputados colaboradores que la ex Presidenta fue citada nuevamente a declarar: el ex funcionario Claudio Uberti, el financista K Ernesto Clarens (que no fue aceptado como arrepentido), y los empresarios Juan Chediack, Gabriel Romero y Carlos Wagner, que mencionaron a Cristina como responsable de la estructura de recaudación de sobornos.
Sobre este punto, según indicó Clarín, la senadora se mostró crítica: "Dentro del capítulo de los 'liberados', aparentemente merecen un premio mayor quienes de cualquier manera puedan atribuirme algo que se parezca a un delito".
Cristina Kirchner asoció su llamado a indagatoria a la crisis que vive el gobierno de Mauricio Macri. "En medio de las peores noticias económicas y cuando el dólar se aproximó a los cuarenta pesos, fue necesario que se me citara por séptima vez a este Juzgado. Ello, bajo el pretexto de ampliar mi declaración indagatoria".
"Reitero mi negativa de manera categórica y terminante, de haber formado parte de algún tipo de asociación ilícita, así como también de haber cometido delito alguno", cerró Cristina, y acusó que la investigación está "dirigida deliberadamente en mi contra, a pesar de haber arrasado todas y cada una de las garantías que hacen al debido proceso legal, no ha conseguido ni siquiera una mínima prueba que acredite los delitos que calumniosamente se me atribuyen".