Dictaron la prisión domiciliaria del dueño de la terminal de micros
La Justicia le concedió este lunes la prisión domiciliaria a Néstor Otero, el dueño de la terminal de micros de Mar del Plata, en el marco de la causa conocida como los "cuadernos de las coimas", que investiga un presunto entramado de corrupción que se montó a través de la concesión de obra pública durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
La medida la resolvió la Cámara Federal porteña, según confirmó Todo Noticias, y revoca así el fallo de primera instancia del juez federal Claudio Bonadio, que había ordenado que el hombre de negocios siguiera en prisión.
La decisión fue tomada por la sala I de la Cámara Federal, con la firma de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. En el fallo, los jueces recuerdan que Otero padece diversas afecciones de salud, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 en tratamiento y registra antecedentes de hipertrofia prostática, bronquitis, esteatosis hepática y de alteración de la relajación diatólica del ventrículo izquierdo.
Los magistrados indicaron que a partir de sus patologías el empresario "debe tratarse adecuadamente en cuanto a la realización de controles evolutivos por parte de los especialistas de la salud, el cumplimiento de la dieta alimentaria que tiene prescripta y el suministro de la medicación correspondiente a sus dolencias, toda vez que, en caso contrario, podría verse agravado el cuadro clínico mencionado y esperarse complicaciones de cualquiera de sus enfermedades.
Otero fue detenido el 21 de agosto pasado, cuando se entregó en una sede de la Policía Federal. Su vinculación con la causa es a partir de la mención en los cuadernos de Oscar Centeno: según las anotaciones del exchofer de Roberto Baratta, el empresario le habría pagado US$ 250.000 en sobornos a su jefe, exmano derecha de Julio De Vido.
SUS MÚLTIPLES VÍNCULOS EN MAR DEL PLATA
El hombre, que ya sumó en los últimos años diferentes acusaciones por lavado de dinero y llegó a ser condenado por pagarle dádivas al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, posee diferentes vínculos en la ciudad, que también podrían sumar nuevas derivaciones al entramado corrupto que se intenta esclarecer.
Otero es el dueño de la terminal de micros de Mar del Plata y en los últimos años ha mantenido fuertes relaciones con el empresario local Florencio Aldrey Iglesias, cuyo nombre también figura en diferentes causas que lleva adelante la Justicia platense por maniobras de lavado de activos.
En 2010, los empresarios fueron protagonistas de la polémica adjudicación que se hizo por la explotación comercial de la Terminal Sur, que se encuentra sobre la calle Sarmiento al 2600, al grupo denominado Emprendimiento Terminal S.A, integrado por ambos, que se impuso a la iniciativa presentada por el reconocido arquitecto César Pelli.
Otro de los vínculos que se desprenden en este sentido, ligan a Aldrey Iglesias y la reconocida firma local Coarco, que estuvo a cargo de la construcción del centro cultural, y que también quedó fuertemente comprometida en la causa por la red de coimas tras la declaración que brindó Carlos Wagner, el ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción.
Además, en los datos sobre la dinámica de funcionamiento del pago de coimas al Gobierno de los Kirchner, Wagner había comentando que cuando Esuco era el “ganador” de la licitación, el dinero negro se pagaba en lugares como el Hotel NH. Y uno de los eslabones de esta cadena logró su arribo a Mar del Plata a partir de las gestiones de las que se hizo cargo Iglesias.