"Sasso se mandó una macana muy grande y tendrá que pagar con cárcel"
Eloy Bernaola, el papá de Lucía, reconoció avances "positivos" en el transcurso del juicio contra Federico Sasso, el joven que mató y atropelló a la menor en la costa a principios de junio de 2017, mientras ya se transita este lunes la última jornada de debate oral.
El papá de la víctima consideró de gran importancia los distintos testimonios que se vertieron en los últimos días frente al Tribunal Criminal Oral N°1, entre los cuales se destacó lo dicho por uno de los amigos del propio imputado que reconoció que circulaba a "alta velocidad" al momento del fatídico siniestro.
"La ronda de testigos y todo lo que pasó hasta ahora fue muy positivo. Todos los chicos que declararon dijeron la verdad, el caso es muy obvio y sólo me queda un poco de esperanza en la decisión final de los jueces", afirmó.
Pese a todo, Eloy confesó que "lo que más interesa es la palabra final" que resuelvan los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Juan Manuel Sueyro. "Desde que pasó lo que pasó, venimos muy mal. Y el tema de remover todo de nuevo a uno lo afecta mucho. Pero lo más importante es lo que digan ellos", consideró.
"No me genera nada que hable Sasso; diga lo que diga, es problema de él. Él se mandó una macana muy grande y no le va a quedar otra que pagar con cárcel", aseveró en las puertas de Tribunales, ante la consulta que le hizo El Marplatense.
El padre de Lucía Bernaola reconoció que "ya no hay nada justo porque nada" le devolverá a su hija pero insistió en la necesidad de que la Justicia avance con una "sanción importante" contra el joven. "Por más que nunca nos va a curar eso, Sasso tiene que pagar por lo que hizo", concluyó.
En la segunda jornada del debate oral, que se inició el 11 de marzo pasado, el imputado se descompensó mientras uno de los testigos declaraba ante el Tribunal sobre cómo la había atropellado y abandonado aparentemente alcoholizado.
Ante esa circunstancia, los jueces autorizaron que Sasso se retire a una sala contigua para recuperarse y luego de un cuarto intermedio continuaron las declaraciones de los testigos pero con la ausencia del acusado.
En esa jornada, la mayoría de los testigos ratificaron que el joven estaba alcoholizado y que conducía a alta velocidad por la zona de Cabo Corrientes, donde ocurrió el fatal despiste, y además expresaron que el imputado en vez de auxiliar inmediatamente a la víctima abandonó el lugar del hecho y volvió minutos más tarde.
Sasso llega a esta instancia imputado por el delito de “homicidio culposo agravado y lesiones”. En el transcurso de la investigación, se impulsó otra pesquisa paralela, a partir de las denuncias de la madre de la menor, Verónica Borelli, por preguntas irregularidades en la comisaría de Balcarce, donde se alojaba el acusado. En noviembre, la mamá aseguró que Sasso hacía salidas “esporádicas”, bajo la autorización de las autoridades policiales que estaban a cargo de esa dependencia.
En el debate, las distintas partes plantean dos posturas fuertemente contrapuestas: tanto el particular damnificado como el fiscal Rodolfo Moure buscan que Sasso sea juzgado por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión, mientras que la defensa busca avanzar con la acusación por “homicidio culposo imprudente o agravado”, cuya escala penal va de los 3 a 6 años de prisión.
El hecho ocurrió en la madrugada del 4 de junio de 2017, cuando Sasso conducía por la costa su vehículo Renault Clío, a alta velocidad y al llegar a la curva de Alberti y la Costa no pudo controlar el rodado, invadió la mano contraria, siguió su recorrido sobre la vereda y atropelló a Lucia Bernaola, quien murió en el acto, e hirió a otros ocho jóvenes que caminaban con la víctima.
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