Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) avanza en la producción local de canabbis medicinal, en el marco del convenio que firmó la institución con la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLabP), que le permitirá tener su propio laboratorio público de producción de medicamentos.

"Estamos en un grupo de investigación de canabbis medicinal y tenemos una apuesta muy fuerte ahí. Una vez resuelta la problemática de la materia prima -que es lo que frena ahora la entrega del cannabis medicial- tenemos la idea de estar apuntando para ese lado", aseguró la docente de esa casa de estudios, Cristina Ramírez, en diálogo con Radio Mitre Mar del Plata. 

Una vez superada esa primera etapa, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) será el encargado del cultivo de las plantas de cannabis sativa. "El INTA todavía no comenzó con el cultivo. La idea es tratar de resolver el ingreso de las semillas y del germoplasma, y de cómo comenzar a producir la materia prima. Eso hoy no está resuelto", sostuvo la docente.

Ramírez, junto a otros 30 profesionales de todo el país, integra la Red Nacional de Investigadores en Cannabis, que depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Hasta tanto puedan poner en marcha la producción, los investigadores marplatenses asisten y controlan el aceite de cannabis que producen diferentes autocultivadores locales. "Hemos encontrado mucho aceite en la calle, producido por las mamás de autocultivo, y hemos tratado de poner a punto las formulaciones y asistir en lo que es la parte de farmacotecnia, sobre todo, para tener algo de control. En base al aprendizaje que tuvimos, vamos a tratar de registrar alguna formulación para ANLabP", detalló.

La Ley Nacional 27.350, que regula el uso del cannabis medicinal, fue aprobada por el Congreso Nacional en marzo de 2017 por el Congreso Nacional y, un mes más tarde, fue promulgada, un mes después, por el Presidente Mauricio Macri.

La normativa establece un marco regulatorio para "la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud".

"En la media que la regulación del uso del cannabis medicinal vaya sumando patologías, nosotros vamos a poder ir incrementando e ir aprendiendo sobre las variedades que se usan para cada patología. Hoy la regulación solo permite su uso para epilepsia refractaria", aclaró Ramírez.

“El convenio (con ANLabP) nos permite presentar proyectos para la elaboración de cierto tipo de medicamento, para que la UNMdP pueda suplir la necesidad de medicamentos huérfanos, es decir, medicamentos que los laboratorios no se ponen a fabricar por una cuestión de costos. La idea es tratar de colaborar en problemáticas locales y tratar de encontrar cómo la universidad puede hacer y colaborar con la contención del Estado", concluyó.