Basural: para la Pastoral, el Municipio "miente" e "invisibiliza"
Desde la Pastoral de la Iglesia de Mar del Plata apuntaron fuertes críticas contra el Municipio al acusar una "invisibilización" de la problemática social que involucra a más de 250 familias que subsisten con las labores del reciclado en el basural, por lo que exigieron que la gestión de Carlos Arroyo comience a darle "la importancia que tiene al tema".
En un extenso mano a mano con El Marplatense, la delegada episcopal para las Comunidades Eclesiales de Base, Ana Laura Vulcano, recordó que desde hace cinco años que se mantiene una labor de asistencia para con las personas que trabajan en el predio de disposición final.
"Recién hace un mes, por suerte, la Provincia empezó a mandar trabajadores sociales. Pero el Municipio está ausente, y cuando digo ausencia es total", denunció, y ratificó: "Nosotros hablamos con el Intendente, con Leitao (NdeR: titular del Ente Municipal de Servicios Urbanos), pero sólo hay ausencias y mentiras, y la invisibilización es absoluta".
En este sentido, la representante de la Pastoral cuestionó a las autoridades municipales por "decir que van al basural, que están cerca, y que hay diferentes programas" porque aseguró que "no hay nada en realidad". "Hubo años en los que no había agua porque se peleaba el Enosur", ejemplificó.
Para la delegada episcopal, el "Municipio no le ha dada la importancia" que conserva la problemática. "Fue mejor invisibilizar y dar respuestas. O quizás pensaron que las respuestas que daban eran las correctas. Yo creo que la soberbia de algunos funcionarios, como Leitao, hizo que no se pudiera avanzar", apuntó, aunque aclaró: "Si hubo buena predisposición de otros, como el Secretario de Gobierno".
Vulcano destacó el espacio que decidió conformar el Concejo Deliberante para mantener el abordaje de la problemática, tras la aprobación del convenio entre el Municipio y el Ceamse, y aseguró que "todo lugar de diálogo es una oportunidad". "El tema es que estas mesas, en vez de avanzar, a veces se quedan en el discurso. Pero siempre tenemos esperanza de avanzar y que el diálogo nos ayude. Quizás esto pueda ser el inicio de un nuevo tiempo para esta gente", manifestó.
"SI MIRAMOS A MAR DEL PLATA DESDE EL BASURAL, SE VE DOLOR, TRISTEZA Y VIOLENCIA"
Después de la mesa de diálogo a la que llamó a fines de mayo el Obispo monseñor Gabriel Mestre con distintos sectores por la problemática de los recicladores, la delegada episcopal también mostró expectativas por el contacto que se logró entablar con la Provincia y el Ceamse, la nueva empresa a cargo de la operatoria del predio.
"Estuvimos viendo si había un plan social para este gente, y ellos muestran buena voluntad y predisposición. Tenemos que esperar los resultados. Recién empiezan. Tenemos el temor de que los trabajadores les surja alguna situación de que les imposibilite seguir con su trabajo", explicó.
En este sentido, Vulcano recordó que hay alrededor de 250 familias que subsisten en el basural, lo que se traduce en un número de unas "350 y 400 personas". "Son trabajadores o trabajadores que van todos los días o algún día de la semana al basural, ya sea a buscar comida, otros para vender plásticos o papel, pero es gente que está trabajando dentro del basural", indicó.
"Dentro del predio no podemos hacer nada. A esta gente hay que ayudarla en su barrio, que pueda promocionarse dentro de su comunidad, estamos trabajando en la parroquita Santa Rita, Jesus Obrero, San Benedetto y otras comunidades del sur", comentó, y detalló, sobre la asistencia que aporta la Iglesia: "Los atendemos en sus casas, acercando mercadería, intentando saber qué les gustaría hacer para encontrar otra actividad que suplante la del basural que es algo difícil porque con la venta tienen un dinero".
A su vez, Vulcano reconoció la necesidad de ser "responsables y respetuosos de la libertad de los hombres y mujeres que están en el basural". "No podemos obligar a nadie a ingresar a un taller o una escuela. Pero nuestra propuesta es darles la posibilidad de hacer otra cosa. Igual hay muy buena recepción porque nadie quiere estar en el basural. Hay que preguntarle a la gente qué sueños tienen", reclamó.
Desde su perspectiva, también "la sociedad ha hecho todo para invisibilizar" a las personas que subsisten en el basural. "Si miramos a Mar del Plata desde la costa, es preciosa, es la ciudad feliz. Pero si miramos a la ciudad desde el basural, lo que se ve es dolor, falta de empatía entre los ciudadanos, falta de oportunidades, falta de trabajo, y eso trae tristeza y violencia", graficó.
"Pero lo que también se ve desde la periferia es la esperanza, la esperanza de los pobres. Y tenemos la obligación de acompañarla y tratar de lograr un camino. Tenemos una obligación moral en tratar de ayudar a esta gente como sea", concluyó.