Sobrevivió al desprendimiento de un balcón y reclama para que la historia no se repita
"Hoy no puedo creer estar escribiendo otra vez esto. Esta vez por María". Con conocimiento de causa, Rocío Tilves escribió una carta en la que transmitió el dolor por la pérdida de la mujer que caminaba este viernes por Arenales y Boulevard Marítimo, junto a sus hijas, y el desprendimiento de una mampostería le quitó la vida.
El 20 de septiembre de 2004, "a las cinco y media de la tarde, se desplomó un balcón del noveno piso en la avenida Luro al 2500, y cayó sobre mi cabeza", contó Rocío.
Tuvo que "empezar de cero, volver a comer, a caminar, a hablar, a no temer y empezar a confiar... a salir a la calle de nuevo", escribió.
Y ahora lucha para que no vuelva a pasar. Pero pasó. Así como pasó con María este viernes, ocurrió también en diciembre de 2018, cuando se derrumbaron los balcones de un edificio del barrio de Punta Mogotes y los escombros mataron a una mujer de 35 años y su pequeña hija de 3.
"Agustina era otra vez yo, junto a alguna de mis hijas. Otra vez el golpe certero de la desidia y la negligencia", manifestó.
Pero ya había ocurrido ese mismo año, en marzo. Y los marplatenses no lamentamos otra muerte de casualidad, porque la caída de la mampostería de un local céntrico provocó heridas en tres personas que tuvieron que ser trasladadas al hospital con politraumatismos.
Dos en un mismo año.
En febrero de 2019, gracias al mal clima y la hora, no sucedió otra tragedia. Una vez más, la mampostería de un edificio ubicado en pleno centro de Mar del Plata se deprendió en horas de la madrugada. La caída de la estructura fue mayúscula, pero esta vez no hubo que lamentar víctimas fatales o graves heridos.
El titular de Defensa Civil, Rodrigo Gonçalvez, dijo en esa oportunidad que todavía había "parte de la medianera que no se desprendió con riesgo de caída".
Y las soluciones no llegaron. En junio de este año, se desprendió una de las placas de mármol de un comercio ubicado en Luro entre Jujuy y Salta. Esta vez tampoco hubo heridos, quién sabe, si por la escasa circulación de la cuarentena, o no, simplemente fue suerte.
María murió frente a sus hijas este último viernes.
"No quiero escribir más cartas como ésta", expuso Rocío. "Quiero que este dolor colectivo active nuestro poder resiliente y decidamos construir una ciudad que no lastime, que no dañe, que no mate".
La carta completa de Rocío:
La carta completa de Rocío