El Intendente Carlos Arroyo anunció que a partir del lunes comenzarán a funcionar las fotomultas en Mar del Plata, con la llegada de seis vehículos que tendrán radares móviles que permitirán advertir excesos de velocidad y otra clase de infracciones.
El jefe comunal destacó que para la puesta en marcha de este sistema hay involucrados elementos tecnológicos de "última generación". "Es lo más moderno que hay en cuanto a controles de tránsito. Es todo material homologado y nuevo", resaltó, al hacer referencia a los cinemómetros aportados por Cecaitra, la cámara involucrada en el convenio.
En la conferencia, Arroyo comunicó que desde este lunes van a funcionar "seis vehículos con radares móviles" y que después se comenzarán a colocar "postes fijos". "En todos los casos habrá señalización para que nadie se llame a sorpresa", aclaró, y ratificó. "El objetivo acá no es recaudatorio, sino de protección y seguridad humana".
Además, el Intendente adelantó que en los próximos días se instalarán 3 tótems de "tamaño importante" para que el dispositivo le indique al conductor "la velocidad a la que está viajando". "Esto es pura prevención, para que después el individuo no pueda decir que no sabía a qué velocidad viajaba", argumentó.
Si bien no se brindaron mayores precisiones de los lugares donde estarán colcadas las fotomultas, se anticipó que habrá controles en los accesos a la ciudad, así como en "avenidas peligrosas", como Juan B. Justo o Independencia.
En este sentido, el principal referente del Gobierno municipal ratificó que su objetivo es "proteger la vida humana y las seguridad de las personas" y que pueda bajar el índice de accidentes viales, al considerar que ha sido "demasiado alto". "Esto se debe al exceso de velocidad o al consumo de estupefacientes o bebidas alcohólicas", apuntó.
Arroyo confió que la llegada de las fotomultas a Mar del Plata, cuya celeridad reclamo en reiteradas oportunidades ante las demoras en el tratamiento del Concejo Deliberante, tendrán "consecuencias buenas".
"El que circule en la ciudad tendrá que comprender que tener la posibilidad de manejar un vehículo no es un derecho sino un privilegio, y que por lo tanto debe ser respetuoso de los derechos del resto de la población", sentenció.
Las infracciones serán notificadas a la persona y se tramitarán en el Juzgado de Faltas de la Provincia de Buenos Aires que tiene jurisdicción en el distrito, y cuya sede se encuentra en 25 de mayo, entre 14 de Julio y Dorrego.
"HAY QUE SER MENOS EGOÍSTA Y MÁS CONSIDERADO CON EL PRÓJIMO"
Martin Giesenow, director de coordinación de Cecaitra, precisó que los cinemómetros que serán utilizados en este sistema contemplan un error de registro en las velocidades de aproximadamente el 3 por ciento.
"En las infracciones se admite un margen un poco mayor, de modo que nadie va a poder decir que en un lugar se permitía circular a 80 kilómetros por hoya y que la infracción hecha es por circular a 84 kilómetros por hora", aclaró.
Además, el referente de la cámara que nuclea a las empresas que desarrollan estos dispositivos consideró que las fotomultas implicarán un "cambio cultural". "Las multas son una forma dura de hacer sentir al infractor que actúa mal", fundamentó, y concluyó: "Esta es una de la formas de crear consciencia, hay que ser menos egoísta y mas considerados del prójimo".
EL EXPEDIENTE PARA “SALVAR VIDAS” QUE SE DEMORÓ EN EL CONCEJO
El proyecto había sido presentado por el jefe comunal en el Concejo Deliberante a fines de agosto de 2016, con la intención puesta en que la aplicación del sistema se lograra para el verano pasado, aunque el tratamiento que dio el Concejo Deliberante impidió esa posibilidad.
Recién a fines de abril los ediles retomaron su discusión, pero no fue hasta principios de diciembre cuando el oficialismo pudo dar con los avances claves que buscaba, al ser aprobado este miércoles en las comisiones de Legislación, Transporte y Hacienda.
Ante las evidentes demoras, en diversas oportunidades Arroyo le había pedido en forma pública a los concejales mayor celeridad en la discusión por la “importancia” que le consignaba. “Este proyecto tiene como misión básica y fundamental salvar vidas humanas”, fundamentaba, además del alto impacto recaudatorio que significa para las arcas comunales.
Según había indicado el jefe comunal, los controles que permitirán realizar las fotomultas estarán centrado en 3 ejes: “Vamos a controlar el exceso de velocidad que es el principal problema, pero también vamos a hacer que se respeten los semáforos. Esto también incluye el control de los carriles”.
Sin embargo, para ser aprobado en forma definitiva, el proyecto sufrió diversas modificaciones en su estructura original. En una primera instancia, los concejales exigieron la creación de una comisión para regular el funcionamiento de este sistema, además de fijar que en el convenio con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) haya un piso recaudatorio mínimo del 50 por ciento, con el que pueda verse beneficiado el Municipio.
En letra inicial de lo acordado con las autoridades universitarias, el Municipio había pactado quedarse con el 40 por ciento de lo recaudado, la UTN con otro 40 por ciento, mientras que el 20 por ciento restante iba a ser destinado para la Provincia.
Asimismo, el Concejo Deliberante acordó que la instalación de las cámaras que controlarán la velocidad de los vehículos sea en los “lugares con mayor siniestralidad”, a partir de las recomendaciones que haga el Observatorio de Seguridad Vidal.
Por otra parte, los ediles le pidieron al Ejecutivo que un 10 por ciento de lo recaudado sea “afectado a obras de infraestructura vial”, entre los que se contemplan trabajos de reparación de calles y semáforos, además de promover una campaña de educación.